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Cerca un cambio por Josh Hamilton

ANAHEIM -- El jardinero izquierdo Josh Hamilton sería enviado por los Angelinos de Los Ángeles de regreso a los Vigilantes de Texas, de acuerdo a la información que se maneja en el mundo del beisbol.

Aparentemente, los Angelinos estarían dispuestos a absorber 15 millones de un remanente de 83 millones de su contrato multianual, que finaliza en 2017, para deshacerse del pelotero de 33 años de edad.

Sin embargo, este viernes, en el estadio de la A Gigante de Anaheim, donde los aureolados y los de Arlington iniciaron una serie de tres juegos, ni la institución texana ni la del Condado de Orange, se manifestaron sobre el tema.

El manager de los Vigilantes, Jeff Banister, dijo no tener ningún comentario al respecto, antes del inicio de la contienda.

Y por el mismo tenor se manifestó Mike Scioscia, el timonel de los Angelinos, durante su conversación con ESPN Deportes, en castellano.

"No sé lo que está pasando con Josh", dijo Scioscia, mientras observaba desde la guarida de su equipo, la práctica de bateo de sus dirigidos.

Otro personaje de la institución expresó que "no podemos comentar sobre ese tema, porque no existe una noticia oficial al respecto y para nosotros, solo se trata de rumores".

Rumores que corrían como reguero de pólvora por los pasillos del Angels Stadium.

"El trato ya está consumado, solo están esperando la aprobación del Comisionado", aseguró una personaje bien relacionado con el tema, mientras que, entre todas las especulaciones, también se supo que la organización de los Angelinos ofreció los servicios de Hamilton a sus vecinos, los Dodgers de Los Ángeles, a cambio de Andre Ethier.

Rumores y más rumores.

Lo que sí es un hecho, es que la institución con sede en Anaheim, no quería, de ninguna forma, permitir que el jardinero izquierdo regresara al equipo campeón reinante de la División del Oeste, en la Liga Americana, luego de haber admitido que había recaído en su vieja adicción a las drogas y al alcohol.

Empezando por su propietario, Arte Moreno, quien abiertamente había expresado su negativa para que el pelotero se reincorporara a la disciplina de los aureolados.

Por el mismo tenor, aunque en forma un poco más velada, se había pronunciado el gerente de los Angelinos, Jerry Dipoto, a pesar de que él también tuvo palabras duras, cuando se enteró de la decisión de grandes ligas, de no suspender a Hamilton.

Josh Hamilton había llegado a Anaheim en la temporada 2013, procedente de los Vigilantes, con un contrato de 125 millones de dólares por cinco años. De los cuales, aún le restan 83 millones de un convenio que finaliza en la temporada 2017.

Durante la campaña de 2013 bateó para .250, con 21 vuelacercas y 79 carreras remolcadas, pero en el 2014, su actuación se limitó a solo 89 juegos, debido a las molestias que sufriera en su costado derecho. Acumuló un promedio de bateo de .263, con 10 batazos para la calle, y 44 carreras impulsadas.

Además, durante los tres duelos de la Serie Divisional, en la que los Angelinos fueron barridos por los Reales de Kansas City, Hamilton se fue de 0 por 13.

Josh Hamilton había quedado fuera del beisbol durante 2008 y 2012, mientras jugaba para los Vigilantes, debido a su adicción a las drogas y a las bebidas alcohólicas.

Durante el receso invernal, el guardabosques había sido sometido a una operación quirúrgica en su hombro derecho y mientras se encontraba en rehabilitación, admitió que había vuelto a su adicción de drogas y alcohol, interrumpiendo su largo proceso de rehabilitación.

Su caso quedó en manos de un comité de grandes ligas y del sindicato de peloteros, que no llegaron a un acuerdo y fue un mediador el que dictaminó, a principios de la temporada actual, que no había méritos para establecer una sanción en contra del pelotero.

Una decisión que causó un enorme malestar dentro de la organización de los Angelinos.