CHRISTCHURCH-- En esta nueva era, en la que ya es común enfrentar a los All Blacks por el Rugby Championship, la historia se repitió una vez más. Lo que pasó en el AMI Stadium de Christchurch fue un calco de lo sucedido en Wellington, Hamilton y Napier. Los mejores del mundo no se equivocaron, aprovecharon todos los errores Pumas y tuvieron pasajes de un rugby espectacular para llevarse un cómodo triunfo por 39-18, en otra lección para el seleccionado argentino.
En la previa, cada uno de los jugadores que habló hizo hincapié en que tenían que tener el "partido perfecto". También el entrenador Daniel Hourcade. Pero, en la cancha, no lo pudieron lograr. Y las pesadillas vividas antes, regresaron a escena. No se utilizó bien el pie, como en Napier. También un error propio, no forzado, como una salida de 22 metros directa afuera, le permitió a los All Blacks tener una última pelota en el primer tiempo que terminó en try de Ma´a Nonu en la bandera.
"Se dio un partido parecido a todos los de acá en Nueva Zelanda. Por pequeñas imprecisiones se nos escapa el partido. Nos hacen sentir los errores y nosotros no", explicó Tomás Cubelli. Por su parte, Nicolás Sánchez dijo: "Las equivocaciones nuestras las pagamos con siete puntos. Si no era por esa salida, nos íbamos abajo por poco al descanso y la defensa había funcionado bien. Esas cosas nos tienen que doler".
Juan Fernández Lobbe, que había estado presente en todos los duelos del Rugby Championship en tierras neozelandesas, afirmó: "Repetimos errores del año pasado. Última pelota del primer tiempo y nos metemos en nuestro campo por errores propios y nos hacen un try. Te siguen demostrando en cada oportunidad lo que es el rugby del primerísimo nivel".
Nueva Zelanda es el mejor del mundo y de eso no hay dudas. Por momentos, el ritmo fue frenético en Christchurch. Offloads, dinámica, presión, precisión. Todo junto, a una velocidad difícil de aguantar. "La defensa en el primer tiempo fue buena. Los obligamos a jugar perfecto, hacer cosas impresionantes. Es lo que hay que hacer, forzarlos a que jueguen un rugby perfecto y lo hicieron. Lo que tenemos que tratar es de no desesperarnos y que no pase lo de antes, que se nos iban en el marcador", explicó Cubelli.
Es verdad que Los Pumas no estuvieron en su nivel. Era el primer partido de la temporada para este equipo y jugar contra los All Blacks no era lo más sencillo. Deben mejorar el scrum, que no consiguió pelotas de calidad, sobre todo con el recambio en el complemento. También el line dejó algunos detalles para trabajar, pese a haber hecho dos tries de maul a través del capitán Agustín Creevy. Las salidas propias y las recepciones fueron otros puntos en el debe. Y el tackle: hubo más de 20 errados.
"No jugamos como podemos jugar. Es la parte que me queda de negativa. El equipo se desprendía muy rápido de la pelota, cajones que no tenían sentido, un drop que no se tendría que haber tirado. Hay un momento en el que el equipo tiene que entrar en confianza y hay que jugar, desde adentro de tu in goal si hace falta. Lo hicimos cuando el resultado ya nos apremiaba. El equipo demoró bastante en reaccionar para pasar a ser agresivo en ataque", concluyó Hourcade.
Lo bueno, dentro de un flojo partido, fue que cuando parecía que Nueva Zelanda se encaminaba a la goleada, apareció el coraje Puma para detenerlos y achicar diferencias. Sin jugar bien, claro está. Además, pudieron sumar minutos y rodaje en el mejor nivel jóvenes como Facundo Isa, Guido Petti y Santiago Cordero, que respondieron a la confianza dada por el entrenador. También Jerónimo de la Fuente, que tuvo que bancar una parada brava con Sonny Bill Williams y Ma´a Nonu adelante.
La autocrítica fue fuerte. Ahora, es momento de volver al libreto y dar pasos hacia adelante con los Wallabies porque esto recién empieza.