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Dzeko, clave para "endulzar" la ofensiva de la Roma en la Serie A

ROMA - Cuando Edin Dzeko aterrizó en el aeropuerto Fiumicino de Roma para firmar por el AS Roma hace unos días, alrededor de 3.000 ansiosos aficionados le esperaban. Su presencia provocó caos a un aeropuerto que ya estaba al borde de la locura tras dos recientes incendios, pero tan pronto los aficionados vieron al ex delantero del Manchester City dejaron ver su optimismo e incluso algunos cantos de "vamos a ganar la Liga".

Dzeko ciertamente no experimentó dicho recibimiento cuando firmó por el City, pero es que la ciudad de Roma no es lugar común y Roma no es ningún club ordinario. La alegría en el rostro del delantero estaba y todos la podían ver: finalmente pudo disfrutar del sol romano fuera de la sombra de Sergio Agüero.

"Esperaba algunas personas, pero no tantas", dijo sonriente a Roma TV la semana pasada. "Me quedé sorprendido por la cantidad de personas que estaban allí".

Dos días después de esa entrevista, Dzeko, consiguió marcar su primera anotación en su nueva carrera con Roma, en el encuentro amistoso del pasado viernes ante el Sevilla en Roma, que terminó con marcador de 6-4. Al final de la primera mitad tuvo oportunidad de marcar su segundo, pero prefirió pasar el balón a Radja Nainggolan. Todo el mundo podía ver que la Roma finalmente ha llegado un delantero centro adecuado, uno que puede jugar en equipo y siempre buscar el gol, algo que el club echó de menos la temporada pasada.

Una victoria para la Roma y una anotación de Dzeko el sábado en la apertura de la temporada en la Serie A ante el Hellas Verona del mexicano, Rafael Márquez, no sólo podría justificar la afirmación del entrenador, Rudi García, que brindó al diario italiano, Corriere dello Sport, el jueves donde indicó que mejorarán el inicio que cosecharon la temporada pasada, sino también sería de alguna manera "exorcizar" los fantasmas de la traumática campaña pasada, cuando terminaron a 17 puntos del primer lugar, Juventus.

En septiembre pasado, Mattia Destro, selló una victoria por 2-0 en casa contra el Verona, la quinta victoria de la Roma en sus primeros cinco partidos en la Serie A y mantenía la igualdad de puntos con la Juventus en la cima de la Serie A.

Las esperanzas de un primer Scudetto en más de una década eran altas y el 5-1 ante CSKA Moscú y el empate a un gol ante el Manchester City en la Champions League hizo pensar a los aficionados que también estaban listos para el escenario europeo. Pero a finales de febrero, el espantoso 1-1 en el Estadio Bentegodi los colocaba a nueve puntos por detrás de la Juve y en los primeros tres meses del 2015 solo lograron ganar tres compromisos, reafirmando su mal nivel de juego.

Destro fue prestado al Milan y después fue vendido al Bolonia; el título era casi imposible, la Champions League se había convertido en un recuerdo doloroso y la clasificación para la edición de este año se mantuvo en duda hasta la penúltima semana de la temporada, cuando la Roma se proclamó ganador del Derby ante la Lazio con una anotación de Mapou Yanga-Mbiwa y teminó el equipo romano en segundo lugar.

La segunda posición en la Serie A fue recibida con alivio en lugar de alegría y, a pesar de los enormes pasos dados desde la llegada de García al club hace dos años, la afición del Estadio Olímpico remplazaron los canticos con abucheos. Los aficionados necesitaban ver a su equipo ganar otra vez.

Ante esta situación, el director de fútbol de la Roma, Walter Sabatini, ha estado trabajando duro este verano para reajustar un ataque errático: la incorporación de Mohamed Salah e Iago Falque junto Dzeko y reforzando a una defensa que terminó la temporada como la segunda más fuerte de la Serie A.

La inminente llegada del lateral izquierdo, Lucas Digne, del Paris Saint-Germain y el defensa Emerson Palmieri de Santos provocaría la salida de Ashley Cole, y el internacional alemán, Antonio Rudiger, reforzará la defensa central donde vendieron a Alessio Romagnoli al AC Milan y Yanga- Mbiwa al Olympique Lyonnais. Mientras tanto, el regreso de Leandro Castan después de una temporada fuera para recuperarse de una cirugía cerebral será como un nuevo fichaje, mientras que, Wojciech Szczesny, préstamo del Arsenal, parece ser una apuesta más segura en la portería que Morgan De Sanctis.

El centro del campo, en particular, Daniele De Rossi y el amigo íntimo de Dzeko, Miralem Pjanic, pero hay todavía un talentoso grupo de jugadores allí: uno que también incluye al subestimado, Seydou Kieta, Radja Nainggolan y Alessandro Florenzi, que con la firma del jugador del Torino, Bruno Peres, podría ocupar en el esquema más ofensivo.

El regreso de Kevin Strootman a las canchas se ha puesto para mediados de octubre, pero debe cuidarse para mantener su problemática rodilla izquierda bajo control, entonces el centro del campo es seguro. Es fácil ver por qué Sabatini concentró sus operaciones de transferencia en otra parte del campo.

Un buen arranque es esencial, ya que la opinión puede volverse en contra de la Roma rápidamente. A menudo sólo toma un par de malos resultados para que los jugadores previamente aclamados como héroes pasen a ser "mercenarios" millonarios sin preocupación.

Muchos aficionados están dispuestos a protestar al no estar contentos por la decisión de Franco Gabrielli de dividir el Estadio Olímpico Curva en dos secciones separadas por razones de "seguridad pública", mientras que los controles de seguridad pre-partido y las interminables filas antes del partido frente Sevilla provocaron que 35.000 aficionados se perdieran la presentación del nuevo equipo antes del arranque del compromiso.

El juego en sí se jugó casi en silencio gracias a las protestas de los aficionados enojados, que temen que una vez que la Roma finalmente construya su propio estadio y solo tendrían acceso otro tipo de aficionados.

Mientras que gane la Roma, estos problemas seguirán siendo una gran medida para dominar a los Ultras, pero si los resultados son parecidos a como lo fueron en la segunda mitad de la temporada pasada, podría haber un motín en las gradas. El debut de Dzeko en la Serie A podría ser clave para ver cómo salen las cosas, tanto dentro como fuera de la cancha.