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La noche más especial de Messi

BARCELONA -- Después de enlazar 40 partidos completos, de totalizar los tres mil 630 minutos posibles desde el desastre de Anoeta, Leo Messi volvió al banquillo… Y Messi, Leo, salió de él en la última media hora del partido del Calderón para certificar la quinta victoria consecutiva del Barcelona sobre el Atlético de Madrid.

Un gol a la vieja usanza para confirmar el crecimiento de un Barça que empieza a dominar todos los registros, pero que se mantiene al servicio de su máxima estrella. La peleó Neymar, la tocó Alba, la asistió Suárez y Messi elevó el balón con la maestría que tienen los elegidos para dedicar el gol del triunfo a su hijo Mateo.

En modo chupete y con una sonrisa franca y sincera, Messi celebró con sus compañeros ese gol dando a entender su acuerdo tácito con Luis Enrique. Muy lejos queda aquel 5 de enero en que el entrenador le sentó en el banquillo en la fría noche de San Sebastián. Le dejó apartado del choque frente a la Real Sociedad como ocurrió con Neymar… Y fueron ellos dos los que esta noche confirmaron el triunfo azulgrana en Madrid.

Al cabo de 39 goles en 40 partidos completos, la ‘Pulga’ se quedó calmado y tranquilo en el banquillo del Manzanares, un escenario en el que había marcado 10 goles en sus anteriores 13 visitas y en el que, se sabía, volvería a aparecer, aunque no de principio.

Lo hizo cuando Neymar ya había marcado un maravilloso gol de falta para nivelar el 1-0 de Fernando Torres y cuando el Barça ya había comenzado a tomar el mando en el campo. Atrás quedaron las manos, las polémicas, los penalties no señalados, los pitos, las faltas y todo. Todo quedó atrás, silenciado, en el momento en que Messi entró por Rakitic y en el Calderón se comprendió que la victoria sería un milagro para el Atlético.

A la suya, Messi obsequió al barcelonismo para conmemorar la llegada de Mateo, celebrada sin disimulo. Difícil encontrar un mejor escenario (el Bernabéu habría sido la cuadratura del círculo) para que el equipo de Luis Enrique diera un golpe de efecto, un toque de atención a la Liga. Su quinto triunfo consecutivo como visitante en el torneo de la regularidad supuso este sábado el aviso del campeón, un equipo que empieza a suponerle el peor dolor de barriga para Simeone.

El Atlético del ‘Cholo’, que conquistó una Liga en pleno Camp Nou y durante un tiempo se convirtió en la pesadilla del Barcelona, se ha derrumbado desde la llegada de Luis Enrique.

Cinco victorias consecutivas lleva el equipo azulgrana sobre los colchoneros para, en la tercera jornada liguera, demostrar que ni la dificultad del calendario ni, tampoco, los problemas de lesiones o sanciones son capaces de frenar el ímpetu de un equipo decidido a tomar la velocidad de crucero lo antes posible.

Claro que con Messi en el escenario todo se aventura mucho más fácil.