BARCELONA -- Mientras buena parte de los aficionados miran con envidia hacia Alemania, Francia o Inglaterra donde la Copa es un torneo apasionante por la disputa de las eliminatorias a partido único y con sorteo puro, en España la capacidad de sorpresa es mínima.
Se diría que inexistente por cuanto la entrada en liza de los grandes se produce ahora en dieciseisavos de final, con eliminatorias a doble partido, con la vuelta en el campo del grande y enfrentado a equipos de menor categoría. Esperar una sorpresa es poco menos que una quimera.
El Barcelona, sin embargo, como el Madrid, ha sufrido varapalos durísimos en el pasado. En el Bernabéu sigue siendo tabú hablar del Alcorcón que le metió cuatro goles para eliminar al Real como en el Camp Nou se baja la mirada al recordar que al gol ‘maradoniano’ de Messi respondió el Getafe en la vuelta con una remontada histérica en 2007 para humillar al entonces equipo de Rijkaard en las semifinales.
Antes, sin embargo, el equipo azulgrana vivió capítulos durísimos, en el tiempo, corto, que el futbol español rigió la Copa desde un mínimo de normalidad y expectación, disputando el torneo hasta cuartos de final a partido único y en el campo del club de menor categoría.
Así, el Barça sufrió eliminaciones históricas ante Figueres, Gramenet o Novelda que quedaron grabadas en fuego en su memoria.
El siete de noviembre de 2001 un gol en la prórroga echó al equipo que entrenaba Carles Rexach en Figueres. El “no hay excusas” del entonces entrenador no sirvió de mucho consuelo a la vista de una alineación en la que el Barça presentó a jugadores como Reina, Andersson, Xavi, Gerard, Alfonso, Saviola, Overmars o Dani, cuyos salarios, en el mayor de los casos, ya servían para mantener dos temporadas completas al Figueres, entonces en Segunda B.
NOVELDA Y ENKE
Al año siguiente el golpe fue aún más duro, por cuanto el Barça de Van Gaal, el 11 de septiembre de 2002, fue a caer frente al Novelda, por aquel entonces colista de Segunda B. Se adelantó en el marcador antes de que un tal Madrigal, delantero centro del Novelda anotase un hat-trick en veinte minutos.
Fue la noche terrorífica de Robert Enke, condenado a partir de aquel partido y de quien nadie sabía que pudiera sufrir una depresión que años después le llevó al suicidio. Aquella noche el Barcelona puso en liza a jugadores como Reiziger, De Boer, Gabri, Xavi, Motta, Gerard, Riquelme, Mendieta o Geovanni, un brasileño que pasó de puntillas por el club y que costó 24 millones de euros… veinte veces el presupuesto del equipo valenciano que vivió su noche más feliz.
Pero para devolver la locura al plano, el Barça de Rijkaard también sufrió en sus carnes el sabor de la humillación. Fue en la temporada 2004-05 y se sumó a una noche de eliminaciones históricas en que el Valencia cayó (1-0) ante el Lleida, el Terrassa se impuso en los penalties al Espanyol o el Nàstic de Tarragona venció por 2-1 al Zaragoza.
Ocurrió el 27 de octubre de 2004, en la temporada que el Barça acabaría conquistando el título de Liga y que fue eliminado en la prórroga por el Gramenet con un gol de Ollés, ex jugador precisamente de la cantera azulgrana.
No estuvo presente Ronaldinho, pero sí jugaron Puyol, Van Bronkhorst, Márquez, Iniesta, Xavi, Larsson, Eto’o, Giuly y un jovencísimo Messi. Òscar Ollés marcó en el minuto 103 ante la estupefacción de Joan Laporta, quien horas antes se había visto con uno de sus ídolos de niñez, George Foreman, a quien regaló una camiseta conmemorativa.
Después, por la noche, el KO de su Barça fue histórico. No se espera que la situación se reproduzca esta temporada. Primero porque existe un partido de vuelta a disputar en el Camp Nou y, segundo, porque ya en el choque de este miércoles el equipo de Luis Enrique acude como gran favorito para llevarse la victoria.
Huesca, Elche, Atlético, Villarreal y Athletic fueron derrotados la pasada temporada por el Barcelona en su caminar firme por la Copa, que conquistó después de enlazar nueve victorias. El año anterior, la temporada 2013-14, perdió la final ante el Real Madrid de Gareth Bale después de eliminar consecutivamente a Girona, Getafe, Levante y Real Sociedad, con seis victorias y dos empates hasta aquel gol del galés, en la prórroga, que significó la que es, hasta hoy, última derrota del Barça en el torneo.