CUIABÁ (Enviado especial) -- Ocho cambios. Sí, cuando acercaron la planilla en el Arena Pantanal de Cuiabá muchos hinchas y periodistas se sorprendieron de la cantidad de modificaciones que introdujo José Pekerman en la Selección Colombia. Es cierto que el equipo ya estaba clasificado y la rotación era una buena idea para hacer descansar a algunos jugadores y darle rodaje a otros, pero poner un once titular casi nuevo estaba fuera de las consideraciones de muchos.
Sin embargo, el entrenador fue inteligente y el plan le salió a la perfección. Porque Colombia tuvo otra muy buena actuación y goleó a un Japón que en la previa era un adversario duro pero que quedó muy pequeño ante el buen juego cafetero. Con los cambios, el DT vio que todos los elementos del plantel pueden sumar cuando se los necesite.
Cuiabá es una de las ciudades más calurosas del planeta. En pleno invierno, el sol quema y a la hora del partido hacían casi 33 grados de temperatura. Eso influye y mucho a la hora de planear un encuentro. Con jugadores que venían de jugar dos partidos muy duros en poco menos de dos semanas, lo mejor era rotar para cuidar las piernas y el físico.
Así, el técnico argentino sumó en dos direcciones: hizo descansar a los futbolistas que participaron de los juegos contra Grecia y Costa de Marfil y les dio minutos a varios que todavía no habían debutado. La clasificación anticipada le permitió esto y el seleccionador lo llevó a cabo con inteligencia. Es cierto que el resultado le sonrió, pero fue una jugada arriesgada y el que no arriesga no gana.
Dicen que una de las principales tareas de un DT es mantener contentos a los suplentes. Y hacerlos jugar es la única manera de que estén conformes y preparados para ingresar cuando se los necesite. Además, está claro que en un torneo como este, cuanto mayor cantidad de futbolistas estén en condiciones de jugar, mucho mejor. Porque los partidos son desgastantes y cada adversario plantea una dificultad diferente.
El caso emblemático es el de Fredy Guarín. El mediocampista de Inter no había jugado ni un minuto y es uno de los que pueden ser muy importantes en el futuro, por sus características y por la zona de la cancha en la que se desempeña. El doble cinco ha sido una de las principales dudas y Guarín puede aportar despliegue y pase en ese sector. Contra Japón jugó al lado de Alex Mejía y lo hizo bien. Fue salida y casi no erró en los pases cortos y largos. Su actuación puede llegar a hacer dudar al DT en mantener a Aguilar o confiar en Guarín.
Jackson Martínez fue otra de las grandes figuras en Cuiabá. El centrodelantero hizo lo que debe hacer todo nueve y marcó dos goles en las dos ocasiones de gol que tuvo. Era uno de los que más tenía que sumar confianza y por eso su actuación ha sido uno de los puntos para destacar. Colombia necesitará un atacante de sus características contra Uruguay, desde el inicio o desde el banco. Y Martínez demostró que está listo.
Jackson y Guarín jugaron como para pelear un lugar entre los titulares, pero los ocho "suplentes" aprobaron el examen. Carlos Valdés y Eder Álvarez Balanta jugaron juntos por primera vez y no sufrieron casi nunca, Santiago Arias volvió a rendir como lateral, Juan Fernando Quintero no tuvo su mejor día pero siempre será una de las primeras variantes, Adrián Ramos se sacrificó por el equipo y Alex Mejía fue importante en la contención y es un recambio muy tenido en cuenta por el DT.
Además de lo importante que fue darles juego a los que aún no habían participado, también es para destacar el descanso que aprovecharon los titulares. James Rodríguez jugó el segundo tiempo porque Colombia lo necesita para vivir. Es el alma, el líder futbolístico y el único irreemplazable, por eso ingresó. Juan Cuadrado también estuvo 45 minutos, porque tiene un físico privilegiado y es capaz de jugar un encuentro por día. Pablo Armero necesitaba más afianzarse que descansar y Ospina es indiscutido. El resto, desde Mario Yepes hasta Teo Gutiérrez necesitaban un respiro para llegar en óptimas condiciones al duelo ante Uruguay.
Que los 23 jugadores estén listos para jugar en cualquier momento, motivados y confiados en sí mismos es uno de los tesoros que tiene esta Selección Colombia. Y eso es mérito de José Pekerman, porque además de mantenerlos alerta desde la palabra, hoy también lo hizo desde la acción.