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El primer vistazo

Mark Sánchez y la ofensiva de los Jets no han logrado carburar demasiado bien en lo que va del 2010 Getty Images

BRISTOL -- Cada año antes del inicio de la temporada de la NFL, varias revistas publican sus respectivos análisis de cada equipo y dan sus predicciones respecto a los ganadores de cada división, los equipos que avanzan a postemporada y el ganador del Super Bowl. Estas revistas son sumamente útiles ya que cada una presenta escritores locales que siguen a su equipo día a día y que están al tanto de los últimos sucesos de cada plantel.

El problema de estas revistas es que se publican a principios de junio, y asumen resultados en base a lo que jugadores y entrenadores lograron la temporada anterior. Como menciono, es buen punto de referencia, pero no hay substituto como ver a los equipos jugar en pretemporada. Sí, en efecto, me refiero a la muy criticada pretemporada.

Entiendo el argumento de que los partidos no son muy interesantes ya que los titulares tienen una participación limitada, y que no hay planes de juego ni a la ofensiva ni a la defensiva. Pero esa participación de los titulares, por limitada que sea, revela mucho de lo que presentará el equipo en temporada regular. No me refiero al resultado final de los partidos el cual depende también del segundo o tercer equipo, me refiero al desempeño de los titulares durante esos encuentros.

La razón es la siguiente. Las jugadas que ejecutan los equipos los tres primeros partidos, son las jugadas BÁSICAS que emplearán a lo largo de la temporada. Son las que demuestran si los jugadores cuentan o no con los fundamentos indispensables para jugar a un nivel aceptable. Si los titulares tienen problemas ejecutando las jugadas y los esquemas básicos, es posible asumir que tendrán aún mayores problemas ejecutando jugadas especiales y planes de juegos sofisticados durante la temporada regular. Cada equipo tiene alrededor de quince jugadas que se supone deben de dominar a la perfección, y son esas las jugadas que vemos en pretemporada. Si no se pueden ejecutar bien en pretemporada, las probabilidades de que resulten en temporada regular son bajas.

Este fue el caso de los Jets de Nueva York y los Vaqueros de Dallas, los dos favoritos para llegar al Super Bowl de la revista que estudié a fondo.

La ofensiva titular de los Jets anotó sólo un TD durante tres partidos de pretemporada. Anoche, contra Baltimore, consiguieron sólo goles de campo. Por cierto, la defensiva titular de Baltimore no permitió TDs en pretemporada ni tampoco anoche. La ofensiva de Dallas anotó un solo TD en pretemporada y tuvo problemas dentro de la yarda 20 en esos partidos. La historia fue similar contra Washington en el partido inaugural. Tanto los Jets como Dallas cometieron un sin número de errores mentales, y castigos en los primeros partidos de preparación y lo mismo sucedió en sus partidos inaugurales.

Este año hice un esfuerzo por tratar de ver a los titulares de todos los equipos por lo menos un partido de pretemporada. Por razones de tiempo no me fue posible, pero sí pude ver alrededor de 24 equipos. Con la excepción de Kansas City, uno de los equipos que no pude analizar en video, ningún resultado me sorprendió esta primera semana. Las actuaciones de la mayoría de los equipos reflejaron lo que hicieron sus titulares durante los tres primeros partidos de pretemporada.

DEFENSIVAS QUE SORPRENDIERON
La duda más grande que tenía antes del inicio de la temporada regular era ¿Qué nivel tenía la defensiva de Nueva Inglaterra? Las dos primeras semanas de pretemporada sus titulares neutralizaron a Nueva Orleans y Drew Brees, y a Atlanta y Matt Ryan. La tercera semana fueron batidos con relatia facilidad por Sam Bradford y los Carneros de San Luis. ¿Qué nivel presentarían ante Cincinnati? La defensiva de Bill Belichick borró del partido a Carson Palmer, Cedric Benson y a Batman y Robin. Si sólo vemos las estadísticas, uno pensaría que permitiendo 24 puntos y más de 400 yardas esta unidad fue floja. Los que vimos el partido sabemos que las estadísticas no reflejan lo que sucedió en el terreno de juego. Nueva Inglaterra estuvo 31-3 cuando a la defensiva empezaron a permitir yardas a cambio de descontar minutos.

Sabíamos que Jets, Baltimore y Pittsburgh tenían defensivas de primer nivel. No anticipé un desempeño tan efectivo de Filadelfia con dos novatos (Brandon Graham y Nate Allen) como titulares, ni de Green Bay con la ausencia de Al Harris y Atari Bigby en la defensiva secundaria. En el caso de Green Bay la respuesta se debe a la ausencia de Clay Matthews la mayoría de la pretemporada. El domingo fue un terror para las huestes de Andy Reid. En el caso de Filadelfia, la verdad es que con contadas excepciones, es muy difícil, por lo menos para mi, anticipara qué tan bien llegará a jugar un jugador novato.

LÍNEAS OFENSIVAS CON PROBLEMAS
Después de ganar el Super Bowl en 2006, Indianápolis ha ido perdiendo poco a poco jugadores importantes en la línea ofensiva. Primero fue Tarik Glenn quien se retiró. Jake Scott firmó como agente libre con Tennessee. Ryan Lilja le siguió este año al firmar con Kansas City. Bill Polian, quien ha sido genial llenando huecos en otras posiciones, ha fallado en reforzar a esta unidad. El domingo Peyton Manning pagó caro esta omisión. Sufrió sólo dos capturas ante Houston, pero lo golpearon una y otra vez, algo a lo cual no está acostumbrado. Aún con una defensiva terrestre floja, la cual han tenido durante años, Indianápolis ha seguido en primer nivel gracias a Manning, pero de continuar recibiendo tal cantidad de golpes, Manning corre el riesgo de una lesión seria. Indianápolis sin Manning es un equipo que sufriría para ganar cuatro partidos.

Los Raiders parecen tener un equipo sólido, pero carecen de la habilidad de proteger a Jason Campbell o a quien quiera que sea su QB. Tennessee penetró el backfield de Oakland a su gusto.

La protección de Aaron Rodgers brilló por su ausencia en el primer tiempo cuando sufrió sus tres capturas del partido. Cambiaron los esquemas de protección en la segunda mitad y Rodgers tuvo menos acoso, pero ahora con la lesión de Ryan Gran se verán forzados a enfatizar todavía más el juego de pase. Aún cuando Ted Thomposon, su Gerente General no busca refuerzos en la agencia libre o con traspasos, no me sorprendería que buscaran un canje en las próximas semanas por un corredor. De lo contrario, esta línea ofensiva debe de subir su nivel si quieren continuar con las aspiraciones de llegar al Super Bowl.

El caso de Dallas contra Washington era de anticiparse, de hecho lo analizamos a fondo en NFL Semanal. Sin Marc Colombo ni Kyle Kosier la línea ofensiva es mediocre. Alex Barron fue la opción de Jerry Jones para darle profundidad a la posición de tackle ofensivo y al igual que como le sucedió en San Luis, dejó mucho que desear. A diferencia de Indianápolis, Oakland y Green Bay, Dallas recuperará a Colombo y Kosier y deberán repuntar una vez que estos se reincorporen.

LA SORPRESA
La gran sorpresa de la jornada uno fue la victoria de Kansas City. A este equipo sólo lo analice en papel, o sea, leyendo lo que se publicó en las revistas. Con un plantel con muchos novatos y con varios titulares que fueron selecciones del draft altas que nunca habían rendido, la verdad es que no esperaba mucho de ellos. Cometí el error de no tomar en cuenta la llegada de Charlie Weiss como coordinador ofensiva y de Romeo Crennel como coordinador defensivo.

Fue evidente anoche como los novatos han recibido excelente instrucción de este par de viejos lobos de mar. Defensivamente, neutralizaron a uno de los ataques aéreos más peligrosos de la liga con un esquema arriesgado, al enviar marcar doble o triple sobre Antonio Gates y dejar a otros desmarcados, pero les resultó. Ofensivamente, el plan fue conservador, pero evitó que cometieran los errores del pasado. Los Jefes no tuvieron entregas de balón y aunque no rebasaron las 200 yardas netas a la ofensiva, no se autodestruyeron ni pusieron en predicamentos a su defensiva.

Como siempre he dicho, los equipos evolucionan semana tras semana, pero aquellos que hacen una buena pretemporada, tienen mejores posibilidades de empezar bien y de seguir progresando. La temporada es larga. Perder la primera semana no es el fin del mundo, si no, pregúntele a Nueva Inglaterra, quien perdió 0-31 su primer partido en 2003, y ganó el Super Bowl.

Los errores se pueden corregir, pero, si la base no fue bien edificada en pretemporada, el trabajo será mucho más arduo en temporada regular.