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Ánimos de revancha

BUENOS AIRES -- Más allá del golazo de Yohandry Orozco y su pase al fútbol alemán, la eliminación de Venezuela en el Sudamericano Sub20 ha sido un golpe difícil de superar. No obstante, Marcos Mathías tendrá revancha en poco más de un mes, cuando los chamos de la Sub17 visiten Ecuador con la misión de clasificarse al Mundial de la categoría por primera vez en la historia.

Y el país puede volver a ilusionarse. Nunca antes una Selección Sub17 había tenido tanto trabajo y tiempo de preparación. El fútbol venezolano crece con el correr de los años y sus categorías menores se muestran cada vez más fuertes en los torneos continentales. En Perú no se pudo cumplir el objetivo, pero hay material de relevo y en Ecuador la historia puede ser diferente.

Este proceso comenzó hace más de 10 meses en Maracay y tuvo como puntos altos varios módulos de trabajo en Valencia y Mérida, así como también una gira de amistosos y roce internacional en Cali, Colombia. Pero la apuesta más importante de la Federación Venezolana de Fútbol en esta Vinotinto llegó hace un par de semanas, cuando por iniciativa de César Farías el equipo se trasladó a Buenos Aires para intensificar su preparación.

El equipo tuvo como centro de concentración el predio de Ferro, el cual está ubicado a casi una hora del centro de Buenos Aires y cuenta con 5 canchas de entrenamiento, pileta y cómodas habitaciones. Allí disputaron varios amistosos, todo bajo la supervisión del coordinador Félix Pellicena y el delegado federativo Bernardo Segovia.

Las reservas de Boca Juniors, San Lorenzo, Gimnasia de La Plata, Tigre, Arsenal, Vélez y Argentinos fueron algunos de los rivales de Venezuela en esta expedición de casi dos semanas. El plan de trabajo fue arduo, con partidos todos los días y doble jornada de entrenamientos. Los chamos no vinieron de paseo y su esfuerzo dejó un saldo positivo: disputaron 23 encuentros, en los que cosecharon 10 victorias, 6 empates y 7 derrotas. Nadal mal si tenemos en cuenta que en casi todos sus compromisos enfrentaron a jugadores de experiencia y varios años de diferencia.

En primera instancia, el equipo estuvo comandado por César Farías, quien luego viajó a Salta para finiquitar la estadía de la Selección absoluta durante la Copa América y a Perú para respaldar a la Sub20. A partir de allí, Juvencio Betancourt, asistente técnico de Daniel Farías en Anzoátegui, y Héctor Pablo Bidoglio, un viejo conocido, se hicieron cargo de este grupo de 24 jugadores. José María Bazán, hermano de Fabián, fue en el encargado de trabajar la parte física y Osnel García dirigió el entrenamiento de los arqueros.

El plantel cuenta con varios jugadores que ya vieron minutos en la máxima categoría con sus respectivos clubes, verbigracia: Edson Castillo (Mineros), Víctor García (Real Esppor), Manuel Arteaga (Zulia) y Carlos Sira (CD Lara). Alejandro Eloy González (Deportivo La Coruña) y Jesús Morales (Barrio México) son los únicos legionarios, pero el nivel es bastante parejo. José Peraza, del Caracas Fútbol Club, es uno de los más ricos técnicamente: buena pegada, buen manejo de la pelota y una visión de juego poco usual en futbolistas de su edad.

También sobresale el olfato goleador de Robert Carvajal, la entrega de Yalbert Díaz, el desequilibro de Jesús O´Dell y la constancia de Renzo Zambrano. En líneas generales, Betancourt manejó un grupo bastante homogéneo, donde las individualidades no desempeñan un papel fundamental. La idea del cuerpo técnico es formar una Selección sin dependencias, sólido en la última línea y rápido para salir jugando con la pelota. Para eso y para mucho más, hay material.

Falta poco más de un mes para el Sudamericano de Ecuador. Marcos Mathías recibirá un informe del trabajo hecho en Buenos Aires y cerrará la lista de jugadores que buscarán la primera clasificación de Venezuela a un Mundial Sub17. Previamente, los chamos disputarán un par de amistosos y trabajarán como "equipo sparring" de la Selección absoluta para el partido amistoso contra Costa Rica. Arrancó la cuenta regresiva...

*ENTREVISTAS: ROBERTO PACHECO