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El negocio por delante

La Copa América perdió su caracter de torneo continental DYN

BUENOS AIRES -- Después de la negativa de Japón a jugar la Copa América como consecuencia de la tragedia natural que padeció el país hace un mes y que dejó más de 12 mil muertos y 15 desaparecidos, la Conmebol le dio un plazo de diez días (hasta el 15 de a abril) para que la Federación Japonesa revise su determinación de no disputar el torneo.

El presidente del Comité Organizador, José Luis Meiszner, dijo: "Si bien entendemos las razones que justifican plenamente la decisión tomada en cuanto a su participación en el torneo. Nuestro deseo es que revean la medida, considerando que el pueblo de Argentina y de América tienen la necesidad de hacerle sentir todo su afecto al pueblo amigo de Japón en este difícil momento por el que atraviesa".

Quiero que se me permita dudar de semejante afirmación. Aquí el afecto no tiene nada que ver y sí pesan los acuerdos comerciales que la Conmebol tiene atados con el mundo asiático. La venta de los derechos de televisión para un público masivo es la verdadera razón que mueve a los dirigentes a darle ese plazo a Japón para que revise su determinación.

Ya es cuestionable la decisión de convocar a Japón para jugar la Copa América, porque desvirtúa deportivamente el carácter de la competencia. Pero si a eso le sumamos la desesperación de los dirigentes americanos por sostener un negocio económico más allá del terremoto, el tsunami y la crisis en las plantas de energía nuclear ya se está pasando un límite del cual se hace complicado volver.

Como reacción instantánea frente a la negativa de Japón, alguna mente afiebrada mencionó invitar a España, el campeón del mundo, lo que nuevamente garantizaría revitalizar el negocio de la televisión, pero esa idea naufragó por la falta de calendario de los españoles y porque, además, traer al campeón del mundo significaría una erogación económica que no se puede costear bajo ningún punto de vista. Otra vez el negocio se ponía por delante de la cuestión meramente deportiva. Y la Copa América corría el riesgo de pasar a llamarse la Copa Iberoamericana.

Nadie, absolutamente nadie, se detuvo a pensar en la necesidad de darle a la Copa América un carácter continental, que apunte más a lo deportivo que a los billetes. Y aún hoy están presionando en el sentido exactamente contrario a lo que indica el sentido común.

Se nos ocurre que Japón se bajará el 15 de abril de la Copa América y que finalmente el reemplazo llegará por el lado de Costa Rica. No será garantía de un negocio millonario, pero al menos tendremos una verdadera Copa América, es decir el torneo continental que estamos reclamando desde hace años.