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A llenar expectativas

Se suponía que Ubaldo Jiménez abriera el partido del pasado sábado en la noche en San Diego, pero luego le dijeron que no abriría.

Después le dijeron que calentara con Esmil Rogers a su lado en el bullpen y finalmente lanzó una entrada. Lanzó una entrada mediocre y cuando se bajó de la loma, su dirigente, Jim Tracy, le comunicó que había sido canjeado.

Jiménez procedió a darle un abrazo a sus compañeros de equipo y ya no era miembro de los Rockies de Colorado. Un escucha que estaba en el juego catalogó la escena como una "cómica" y "estúpida", pero al final de cuentas, Jiménez es ahora miembro de los Indios de Cleveland.

"Cuando nos dijeron que él estaría con nosotros", dijo el bateador designado de los Indios Travis Hafner, "como que un golpe de energía corrió por el camerino".

Los Indios podrían utilizar toda la energía posible en estos días. Tras comenzar la campaña con marca de 30-15, tienen marca de 24-39, o 15 juegos por debajo de.500, y tras ser dueños de la mejor marca en el béisbol después de los primeros 45 juegos, han caído a la tercera peor marca en la Liga Americana, detrás de los Orioles de Baltimore y los Marineros de Seattle, al transcurrir los próximos 63 juegos.

Los Indios tienen esperanzas de que Jiménez provea la energía necesaria -- y más vale que lo haga, porque si no, los Indios quizás hayan cometido un gran error. Para conseguir a Jiménez, los Indios cambiaron a dos de sus mejores prospectos: Alex White y Drew Pomeranz, quienes podrían estar en la rotación de Colorado no sólo en la próxima temporada, sino quizás tan temprano como en septiembre. Los Indios también incluyeron a dos jugadores jóvenes, uno de ellos, Matt McBride, que es un jugador de cuadro o guardabosque de esquina que, aunque sea un bateador de racha, tiene poder.

"En realidad dieron mucho", dijo un gerente general, "por un tipo que en realidad no es algo seguro."

Los Indios están seguros. Consiguieron un lanzador derecho de 27 años que está bajo control, y que pueden pagar por los próximos dos años y medio. El lanzador de mayor edad en una rotación llena de brazos de calidad: Jiménez, Justin Masterson, Josh Tomlin, Carlos Carrasco y Fausto Carmona. La velocidad de Jiménez ha bajado en comparación con el año pasado y sus números han empeorado considerablemente, pero los Indios piensan que todavía tiene el material y la consistencia para ser un abridor estelar.

"Al momento de enterarme que lo conseguimos", dijo el dirigente de los Indios Manny Acta, "me dije a mí mismo, 'Excelente, vamos a tener a un tipo cada cinco días que nos va a dar una buena oportunidad para ganar'. Lo conocí en la República Dominicana. Es tremendo muchacho. Muy inteligente. Hizo muy buenos comerciales con los Rockies. Los voy a echar de menos. Ahora los puede hacer con los Indios".

"Lo enfrenté cuando subía en el 2009; tenía el mejor material que yo jamás había visto", dijo el guardabosque de los Indios Michael Brantley. "Vamos a echar de menos a nuestros tipos, pero estamos muy emocionados".

"Fue mucho para dar a cambio; todos le tenían cariño a Alex mientras estuvo aquí y no creo que Drew permitió un hit en la primavera", dijo el relevista Frank Herrmann. "Pero no vamos a entrar en discusiones por la manera en que opera la gerencia. A mí me molestaría si [el gerente general] Chris Antonetti viniera al camerino a decirme cómo tirar mi curva. Pero cuando uno mira a Ubaldo, uno se tiene que preguntar si hubo un mejor lanzador en la primera mitad del año pasado. Cuando lo pones con los otros cuatro lanzadores que tenemos, tenemos una rotación de cinco lanzadores que es formidable".

"Todos aquí estamos muy contentos con el cambio", dijo Hafner. "Tenemos una gran combinación 1-2 con Ubaldo y Masterson. La gerencia hizo un gran trabajo al conseguirnos lo que necesitábamos".

Pero es claro que los Indios no consiguieron lo suficiente en la fecha límite para cambios aunque intentaron y hasta consiguieron al guardabosque Kosuke Fukudome de los Cachorros de hicago.

Los Indios en realidad querían al guardabosques de los Mets Carlos Beltrán, pero este dijo que no aprobaría un cambio a Cleveland porque estaba más cómodo quedándose en la Liga Nacional (eventualmente acabó en los Gigantes de San Francisco).

Buscaron activamente al guardabosque de los A's Josh Willingham, pero lo que los Atléticos de Oakland querían de vuelta era demasiado (Willingham se quedó en Oakland). También buscaron agresivamente al guardabosques de los Padres de San Diego Ryan Ludwick, pero los Padres no querían hacer el cambio a menos que se incluyera al derecho taiwanés Cheng-Chang Lee (actualmente en Triple A Columbus) en el cambio y los Indios dijeron que no (Ludwick acabó en los Piratas de Pittsburgh).

Ahora los Indios se quedan con una ofensiva que ha tenido muchos problemas desde ese comienzo de 30-15. Y esa ofensiva enfrentará problemas sin los guardabosques lesionados Shin-Soo Choo y Grady Sizemore, quienes estarán fuera otras tres semanas y un mes, respectivamente.

Acta recientemente habló con sus bateadores veteranos -- y no hay muchos de ellos; Hafner es uno -- y les dijo que el equipo necesita más producción de ellos. Los Indios tienen a dos buenos bateadores jóvenes con el segunda base de 24 años Jason Kipnis ("Es un muchacho muy fuerte, con mucha pasión", dijo Acta) y el antesalista de 21 años Lonnie Chisenhall ("Mira su swing corto, tiene tremendo swing", dijo Acta), pero meter a esos jugadores en medio de una carrera por el banderín y exigirle que produzcan podría ser demasiado pedir a dos jugadores tan jóvenes.

Queda claro que la única forma en que los Indios van a pasarle a los Tigres de Detroit y van a aguantar a los Medias Blancas de Chicago y a los Mellizos de Minnesota en la División Central de la Americana es con mejor pitcheo mejor que todos los demás. Y Jiménez al menos les da esa oportunidad.

La mitad de las personas con quien uno habla piensan que Jiménez todavía es un lanzador estelar a pesar de la baja en su velocidad de 96 a 93 mph en el último año. La otra mitad tiene suspicacia sobre el porqué los Rockies cambiarían a su lanzador estelar, y piensan que quizás hay algo que anda mal con él.

Físicamente, es no parece ser el caso, pero por lo menos un equipo (los Yankees de Nueva York) estaban lo suficientemente preocupados como para condicionarlo a un examen físico antes de llegar a un acuerdo -- una petición que los Rockies declinaron. Hay otra preocupación leve de que el envío de Jiménez es tan complicado que repetirlo ha sido difícil y será muy difícil repetirlo.

Los Rockies hicieron el cambio en gran parte porque no llenaron las expectativas esta temporada y, como equipo de mercado mediano, no pueden planificar las cosas de año en año, sino en bloques de tres años. Y es ahí en donde entran White y Pomeranz. Más abajo en la lista de razones por las cuales los Rockies estaban dispuestos a cambiar a Jiménez está el hecho de que Jiménez demostró su descontento con que los Rockies no le hayan ofrecido una extensión de contrato. Él se puso por encima del equipo -- aunque brevemente -- y eso fue una violación a los altos estándares que tienen los Rockies.

Ahora las expectativas para Jiménez son altas en Cleveland. Nosotros criticamos a los equipos por no hacer lo suficiente en la fecha límite y algunos han criticado a los Indios por hacer demasiado, por tomar demasiados riesgos para un equipo que está en reconstrucción, en la fecha límite para cambios. Este cambio no puede ser evaluado hasta dentro de dos años y depende de lo que Jiménez haga en Cleveland y lo que White y Pomeranz logren en Colorado.

Ese proceso de evaluación comienza el viernes en Texas cuando Jiménez haga su primera apertura para los Indios. Pueden estar seguros que esa noche no habrá nadie calentando el brazo a su lado.