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Ningún favor personal para McGwire

Mark McGwire fue contratado por los Cardenales debido a su pasión, según La Russa AP Photo/David Goldman

SAN LUIS -- Contratar al ex jonronero Mark McGwire como entrenador de bateo de los Cardenales de San Luis no fue un capricho por amistad o una designación de privilegio personal.

Según indicó el manager Tony La Russa el miércoles, su amigo McGwire fue agregado al roster de entrenadores de los Cardenales debido a su gran pasión y comprensión del arte del swing, y a su capacidad para transmitirle ese conocimiento a sus clientes, los bateadores.

"No hubo nada de amistad o lealtad para lograr esa invitación de venir aquí", dijo La Russa, quien era manager de los Atléticos de Oakland cuando McGwire jugó su primer año completo en las mayores en 1987, cuando registró 49 jonrones y 118 remolques en promedio de .289. "Yo sólo tuve la oportunidad de verlo como novato. Yo lo vi ser un tipo muy talentoso que no estudiaba en realidad el arte de batear versus el arte de lanzar".

La Russa asegura que bajo su tutela en Oakland, el Big Mac pasó de ser un bateador de instinto a uno que estudiaba cada aspecto del bateo y el pitcheo a partir de 1991.

"Mark cambió dramáticamente. Cambió su swing y sabía exactamente lo que hacía con su swing y él puede enseñar eso", agregó La Russa. "Estudió cómo trabajan los lanzadores. Estudió el aspecto mental de la concentración y de comprender cuán difícil puede ser".

Meses antes de regresar oficialmente a las mayores, esta vez como entrenador y no como jugador, McGwire admitió que había consumido esteroides.

Ahora está en su segundo año en la plantilla de los Cardenales y figura en el mismo medio de la contienda por el campeonato de la Liga Nacional contra los Cerveceros de Milwaukee.

"Cuando se retiró, y yo me mantuve en contacto con él y, de hecho, al hablar con su esposa, Stephanie, él tenía la pasión de ser coach", dijo La Russa. "Él le enseñaba a los niños. Por eso lo seguí invitando a venir a los entrenamientos de primavera, porque yo sabía que él tenía mucho que ofrecer".

"Así que cuando vino el año pasado, no me sorprendí de que tenía mucho que ofrecer. Yo me sorprendí de lo rápido que aprendió del arte de conversar, de relacionarse, de expresar sus ideas. Tú aprendes a expresar esos puntos, y fue muy natural", explicó La Russa sobre la evolución de McGwire en su papel de coach.

La Russa opinó que uno de los aspectos importantes de la labor de McGwire es dejar que los bateadores se lleven la gloria de sus logros en el plato, sin empañar el trabajo con un protagonismo indebido.

"Los jugadores son los que reciben el crédito. Ellos son los que juegan. El trabajo del coach es simplemente estar ahí para ellos y no llamar la atención hacia ti mismo. Y Mark ha hecho un buen trabajo", dijo La Russa. "Yo lo vi en el segundo año. Los muchachos van a donde él porque él es tan comprensivo y él sabe que es difícil. Él es mucho más comprensivo que yo: 'hombre, tienes que dejar de perseguir los lanzamientos, blah, blah, blah'. Él es verdaderamente muy bueno".