El mundo del fútbol, pero en especial en Uruguay y España, lamentan la muerte del exjugador y entrenador charrúa Héctor Pichón Núñez.
DIEGO FORLÁN: "UNA GRAN PÉRDIDA"
Diego Forlán, delantero del Inter Milán y de la selección uruguaya, ha calificado de "gran pérdida" el fallecimiento, a los 75 años, del extécnico Héctor Núñez.
Forlán, en un mensaje emitido a través de su cuenta en una red social, califica al entrenador de "gran maestro" en todos los ámbitos de la vida y del deporte.
El atacante uruguayo envía "un sentido abrazo a la familia" del Pichón Nuñez, que falleció el lunes en España, tras padecer una larga enfermedad, "y al fútbol uruguayo".
CONDOLENCIAS DE VALENCIA
El Valencia ha mostrado "sus públicas y más sentidas condolencias, extensivas a las de todo el valencianismo", por el fallecimiento del uruguayo Héctor Núñez, quien fuera jugador y posteriormente entrenador del club valenciano.
El club valencianista ha hecho público un comunicado en su página web en el que recuerda los dos títulos de la Copa de Ferias en los que participó Núñez en la primera mitad de los años sesenta, además de su paso por el banquillo en la década de los noventa.
Héctor Núñez debutó con el Valencia en la primera ronda de la Copa del Rey de la temporada 58-59 y estuvo en el club como jugador hasta la 64-65, mientras que como entrenador dirigió al equipo en 1994, con Mario Alberto Kempes como ayudante, hasta que Paco Roig lo destituyó horas después de ganar las elecciones.
Hijo de gallegos, Núñez también fue entrenador en España del Rayo Vallecano, Tenerife, Valladolid, Granada, Levante y Atlético de Madrid, además de dirigir al Guadalajara en México, Al Nassr de Arabia Saudita, la selección de Costa Rica y el uruguayo Tacuarembó, con el que se retiró definitivamente en 2007.
EL PÉSAME DE RAYO VALLECANO
El Rayo Vallecano ha emitido un comunicado en el que envía "su más sentido pésame" a los familiares y amigos de Héctor Núñez.
Núñez, con una dilatada carrera en América, España e incluso Arabia Saudí, estuvo muy ligado también al club vallecano, al que dirigió en varias etapas, entre ellas la recordada del 'Matagigantes' por las victorias ante los grandes.
El uruguayo fue su primer entrenador en Primera división en la temporada 1977-78 y consiguió que su equipo convirtiera el por entonces el nuevo estadio de Vallecas en un fortín en el que superaron a los conjuntos históricos de la Liga.
ATLÉTICO MADRID, DE LUTO
El Atlético de Madrid ha mostrado sus condolencias a la familia y amigos del que fue su entrenador durante la temporada 78/79 Héctor'Pichón' Núñez y afirmó que está de luto por esta circunstancia.
Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid; Miguel Ángel Gil, consejero delegado, así como el Consejo de Administración y todos los que conforman la familia rojiblanca, transmitieron su "más sincero pésame a sus familiares y amigos por la tan irreparable pérdida".
"Descanse en paz", es como concluye la nota del club rojiblanco madrileño.
POYET: "PERSONA HONESTA QUE AMABA EL FÚTBOL"
"Fue una persona honesta que amaba el fútbol", afirmaba Gustavo Poyet, triste como todo el mundo del fútbol en Uruguay y en España, que admiraba a Héctor Núñez, El Pichón.
Poyet, ahora entrenador del Brighton en Inglaterra, fue uno de los futbolistas destacados en el gran triunfo de Uruguay en la Copa América del año 1995 que el entonces equipo de Héctor Núñez ganó a Brasil en la final.
Fue un momento cumbre en la vida de Héctor Núñez. El país se echó a la calle. Y al grito de 'soy celeste, soy celeste' por la repleta Avenida de 18 de julio, la gran arteria de Montevideo, Uruguay volvía a estar orgulloso de sus futbolistas, en un 'paisito', que decía Benedetti, de tres millones de habitantes y que volvía a estar en el podio de los más grandes.
Uruguay había ganado al Brasil de Dunga, de Roberto Carlos, de un niño Ronaldo Nazario de Lima que esperaba su momento en el banquillo con 19 años. Tenía por delante entonces a Tulio y a Edmundo. Montevideo vibraba con su técnico en el mítico estadio Centenario donde empezó la historia del fútbol y sus Mundiales en 1930.
"Fue honesto porque me necesitaba que jugara en una posición que no era la mía, pero me convenció y aquello funcionó. Me hizo sentirme importante en la selección y aquello me marcó para toda la vida. Su legado ha sido fundamental para mi nueva etapa como entrenador", apunta Gustavo Poyet.
Jugador de fuste, debutó muy niño en Primera división con sólo 19 años, como todos los grandes futbolistas. Su club fue el Nacional de Montevideo, donde ganó tres Ligas, antes de fichar por el Valencia CF, club donde después de ganar dos Copas de Ferias además de jugador luego fue entrenador.