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Padres adquieren a Carlos Quentin

SAN DIEGO -- Cuatro años después de cambiar a Carlos Quentin de los Arizona Diamondbacks a los Chicago White Sox, el nuevo gerente general de los San Diego Padres, Josh Byrnes, trajo al jardinero estrella de vuelta a su hogar.

Carlos Quentin

Quentin

Byrnes hizo su segunda movida audaz en dos semanas cuando adquirió a Quentin de los Medias Blancas por dos prospectos el sábado.

Se espera que el trato mejore la anémica ofensiva de San Diego. Quentin lleva cuatro temporadas corridas de 20 jonrones o más, incluyendo 36 en 2008.

"Mejorar nuestra ofensiva es una prioridad en esta temporada muerta y la adquisición de Carlos nos da un bate probado en el medio de la alineación", dijo Byrnes mediante un comunicado. "Estábamos apuntando específicamente a Carlos debido a su producción y su estilo agresivo de jugar".

Quentin jugará en el jardín izquierdo.

Los Medias Blancas recibieron a los lanzadores de liga menor, Simón Castro, un derecho, y Pedro Hernández, un zurdo.

Mientras era gerente general de los Diamondbacks, Byrne cambió a Quentin a los Medias Blancas por el inicialista Chris Carter en diciembre de 2007. Los Diamondbacks seleccionaron a Quentin en la primera ronda del sorteo amateur en 2003 tras ayudar a Stanford a ganar la Serie Mundial colegial tres años corridos.

Una lesion en el hombro lo limitó a un juego en el último mes de 2011, pero Byrnes aseguró que el jardinero está saludable.

Quentin, de 29 años, bateó para .254 con 24 jonrones, un máximo personal de 31 dobles y 77 empujadas en 118 juegos en 2011, cuando fue escogido para su segundo Juego de Estrellas.

En 2008, fue a su primer Juego de Estrellas, ganó el Bate de Plata y finalizó entre los primeros cinco en la votación para Jugador Más Valioso.

Hace dos semanas, Byrnes envió a Mat Latos a los Cincinnati Reds a cambio de cuatro jugadores incluyendo a los abridores Edinson Volquez and Yonder Alonso, el principal candidato a ocupar la primera base.

Los Padres, últimos en la División Oeste de la Liga Nacional con 71-91, tuvieron un pésimo año ofensivo. Terminaron con el peor promedio ofensivo de la Liga Nacional con .237, el segundo total más alto de ponches en las Mayores (1,320); la menor cantidad de jonrones (91) y anotaron sólo 593 carreras, el segundo total más bajo en la Liga Nacional.