No sé si será posible explicar al inesperado giro que dieron los Boston Celtics esta temporada, pero déjenme intentarlo. Para ellos, esto ha sido una verdadera historia de dos temporadas -- dos temporadas que son muy similares en términos de estilo de juego y plantel, excepto por el pequeño detalle de que una ha sido mucho más exitosa que la otra.
Boston poseía una marca de 16-17 en la primera mitad de su campaña 2011-12, y esa marca ni siquiera empieza a explicar la historia entera. Los Celtics probablemente tuvieron el calendario más dispar del básquetbol gracias al cierre patronal y otras travesuras del calendario -- una primera mitad de la temporada cargada de partidos accesibles en casa contra sotaneros de la liga seguida por una cantidad inusitada de choques contra equipos de elite como visitante.
Así que cuando estaban 16-17 y parecía que jugaban en casa contra Washington todas las noches, las cosas no lucían muy bien para la porción final de 33 compromisos. 19 de los primeros 33 fueron en casa, e increíblemente 14 de ellos fueron contra los Seis Desafortunados del Este: Cleveland, Detroit, New Jersey, Washington, Toronto y Charlotte. Hasta metieron un partido contra New Orleans en esa mezcla. A mitad de temporada, los Celtics iban 10-4 contra los Seis Desafortunados, pero 6-13 contra el resto de la liga.
Desde ese entonces, el calendario de Boston ha sido brutal. Los Celtics se embarcaron en una travesía de ocho partidos como visitantes en dos costas distintas y han jugado apenas 10 partidos como locales desde el Juego de las Estrellas. Ellos han jugado 16 de sus 23 encuentros desde ese entonces contra rivales con marcas ganadoras, y todavía tienen siete por jugar; Para el final de la temporada eso habrá sido 23 sobre 33 contra la mejor mitad de la liga, 12 de ellos fuera de casa.
Aun así, los Celtics están más tranquilos que nunca con una marca de 16-7 hasta ahora y tomando control de la División Atlántica. Ellos podrían terminar terceros en el Este. Esta porción de la temporada debió haber dejado a un equipo viejo con un banco débil como el que tiene llorando en una esquina, lamiendosé las heridas y haciendo planes para la lotería del Draft. Es más, el gerente general Danny Ainge estuvo a punto de barajar y dar de nuevo con su plantel en el plazo de canje pero no pudo encontrar un trato que tenga sentido para él.
Así que en vez de eso tiene a un contendiente sorpresivo en sus manos. ¿Pero qué cambio? ¿Cómo pudo un equipo de Boston que básicamente usó a los mismos jugadores clave conseguir resultados tan drásticamente distintos? Bueno, es bastante fácil distinguir la fuente del éxito. Los Celtics todavía apestan ofensivamente. Bueno, no "apestan" como Charlotte quizás, pero comparado con equipos de verdad en la NBA, no son muy buenos en ese lado de la cancha-- ellos han estado ubicados debajo del vigesimoquinto puesto en eficiencia ofensiva prácticamente toda la temporada y su rendimiento ha sido peor desde el Juego de las Estrellas que antes de él en relación al resto de la liga.
¿Pero defensivamente? Mamita.
Primero que nada, recuerden que todavía debemos ajustar todo lo que ha sucedido en las últimas cinco semanas al hecho de que los Celtics están disputando un calendario sumamente difícil en vez de uno fácil.
El solo mantenerse a flote en este ambiente se puede considerar un logro, así que por ejemplo, no deberíamos sorprendernos si las estadísticas ofensivas de los Celtics han empeorado un poco en ese periodo de tiempo.
La defensa, sin embargo, no solo se ha mantenido a flote en el agua; está prácticamente caminando sobre ella. Según la herramienta de estadísticas avanzadas de NBA.com, Boston ha permitido 92.9 puntos cada 100 posesiones en sus últimos 15 partidos, lo que lo ha propulsado al tope de la liga en eficiencia defensiva,
Déjame ayudarte a intentar entender el significado de ese número de 92.9. El promedio de la liga en eficiencia defensiva durante ese periodo de tiempo saltó a 103.0, ya que todos los equipos de la NBA (Salvo los que se enfrentaron a Boston) encontraron su ritmo ofensivo post-cierre patronal.
Así que la eficiencia defensiva de Boston en los últimos 15 juegos ha sido 10 puntos mejor que el promedio de la liga. Nadie ha logrado algo así. Ni siquiera los Celtics que salieron campeones en el 2008. Ellos solo eran 7.98 puntos mejores.
Eso te da una pauta de que tan genial ha sido la defensa de los Celtics, pero nuevamente hace falta preguntarse. ¿Cómo? ELos Celtics no estaban ni cerca de defender tan bien a principios de temporada. Boston permitía 100.5 puntos cada 100 posesiones en sus 10 encuentros iniciales, lo que lo dejaba en la mitad de la liga en eficiencia defensiva.
Kevin Garnett no parecía capaz de saltar, le pesaban las piernas y no parecía haber una solución clara sobre como este problema se podía solucionar por sí solo, y para colmo el banco de suplentes era una zona de desastre federal.
Esto parece absurdo ahora, pero el ambiente en Boston a mediados de enero era bastante pesimista.
Los Celtics fueron mejorando poco a poco, y todo se mezcló perfectamente tras el Juego de las Estrellas. Garnett recobró su agilidad, ha defendido con su intensidad normal desde ese entonces y además se ha adaptado al cambio a la posición de pivote cuando Jermaine O'Neal y Chris Wilcox quedaron marginados poer el resto de la temporada. Eso por fín le permitió a Boston contar con su mejor dupla en la zona pintada (Garnett y Brandon Bass ) en la cancha por varios minutos.
Otros cambios pequeños pero sutiles han funcionado a favor de Boston: Un bloqueador de toros como Greg Stiemsma ha fortalecido a los suplentes, veteranos rechazados como Mickael Pietrus y Ryan Hollins han tornado a una banca mala en una un poco menos mala. Rajon Rondo ha dejado de perderse partidos por lesiones crónicas y Paul Pierce se ha puesto en forma.
De esta manera, ellos eran un mejor equipo una vez que llegaron a la parte más dura del calendario. Los Celtics consiguieron victorias sufridas sobre Atlanta y Milwaukee como visitantes con esos ajustes, se mantuvieron en la pelea por la División Atlántica y pudieron sobrevivir a la desgastante travesía de ocho partidos seguidos fuera de casa.
Aun así, ellos todavía apenas estaban manteniéndose a flote. Luego Avery Bradley comenzó a jugar regularmente como escolta y de repente los Celtics llegaron a otro nivel.
Bradley se insertó en la alineación titular cuando se lesionó Ray Allen y ha sido tan bueno que Allen ahora es suplente.
Bradley ha tenido un impacto doble. Primero, él había sido horrible ofensivamente en intentos previos como base, pero ha sido adecuado sin tener tanto el balón jugando junto a Rondo. Bradley ha tenido 10 puntos o más en seis ocasiones durante este periodo de nueve partidos como titular.
Por otro lado, Bradley ha sido una peste de clase mundial defensivamente. Él es rápido, atlético, incansable y se destaca en presional al que tenga el balón, compensando por no tener la talla de un escolta. Mientras que su rechazo de un intento de Dwyane Wade la semana pasada es la jugada de la que todos están hablando, él se ganó mi corazón anteriormente esta temporada cuando los bases y escoltas de Orlando casi que no podían pasar la mitad de cancha a tiempo contra él.
Agreguen una gran dosis de Bradley a la mezcla y el resultado ha sido que una excelente defensa se ha convertido en una absolutamente aterrorizante. Los Celtics han permitido 79 puntos o menos cinco veces en nueve de sus últimos nueve encuentros, y los únicos equipos que los han derrotado son Chicago y San Antonio.
Los datos de la alineación apoya a la noción de que Boston se ha encontrado con un quinteto defensivo legendario. Revisen los números impresionantes en la herramienta de estadísticas avanzadas de NBA.com: Boston permite 88.8 puntos cada 100 posesiones, permiten un 38.8% de efectividad y fuerzan al menos un balón perdido por cada asistencia del rival cuando Bradley y Garnett juegan juntos. Esto da miedo, y tampoco es una de esas casualidades de un puñado de minutos – han jugado 658 minutos lado a lado.
¿Creen que eso es impresionante? Entonces que les parece esto: Cuando Rondo y Bradley juegan juntos, sus oponentes promedian 82.2 puntos cada 100 posesiones.
Eso es casi 20 puntos menos que el promedio de la liga. Es en 271 minutos, así que no son datos tan robustos como con Garnett, pero por dios. Los Celtics apenas tienen que molestarse por atacar si la defensa va a dominar de esta manera.
Y así nos quedamos pensando sobre un equipo de Boston que se ha vuelto a ubicar en el debate contra toda probabilidad mientras los playoffs de la Conferencia Este están por comenzar. No hay dudas de que los Celtics son el peor equipo del torneo en ofensiva, y todavía creo que eso será su talón de Aquiles en algún momento.
Pero por favor, gente, disfruten lo que este equipo está haciendo defensivamente. Esto es histórico. Mientras Garnett se sienta ágil y Bradley y Rondo siembren el caos en el perímetro, los números dicen que los Celtics al menos tienen una posibilidad de repetir su aparición en las Finales del 2010.