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"Todavía me cuesta pegarle de revés"

Del Potro, en plena práctica en el US Open 2012 Getty

NUEVA YORK -- Las 18.24 en Nueva York. Se retiran los rezagados, finalizan los últimos entrenamientos, el día sigue nublado y en el patio de comidas suena una cumbia colombiana que habla de un amor que terminó; cariño, qué mal me has hecho, y más reclamos. No hubo partidos en el US Open, de clasificación ni de cuadro principal. Tampoco los habrá mañana.

Los jugadores se entrenaron, los máximos preclasificados hablaron con la prensa y los niños tuvieron su día, el Arthur Ashe Kids' Day, en el que participaron Roger Federer, Serena Williams, Kim Clijsters y Novak Djokovic. El serbio ingresó al estadio con una carretilla, seguramente lo primero que encontró.

Juan Martín del Potro y David Nalbandian terminan de entrenarse en las canchas que comienzan con la letra P de "practice". Del Potro le pega de drive en la más alejada, la P1; del otro lado aparece su entrenador, Franco Davin, que le tira pelotas para que defina. Dos canchas a su izquierda, en la P3, Nalbandian juega puntos con el español Guillermo García López. Para Del Potro se trata del segundo turno del día: por la mañana había jugado puntos con Juan Mónaco en el Grandstand.

El martes se jugará el esperado partido entre las dos máximas figuras argentinas de los últimos años, el primero desde 2008, cuando Del Potro todavía no había ganado el US Open. El tandilense todavía anda preocupado por su muñeca izquierda, aun después de haber consultado al especialista Richard Berger, quien lo operó en la otra muñeca en mayo de 2010.

"Ahí estamos, tratando de aprovechar estos días que me quedan para seguir con la recuperación. Todavía me cuesta pegarle de revés, como pueden ver, estoy tirando slices. En estos días iré tratando de meter más evolución en ese golpe", comentó el top ten ante la consulta de ESPNDeportes.

¿De qué se trata la lesión? "Es complicadísimo explicártelo, pero lo que sé y tengo claro es que no hay nada grave de tendones y ligamentos", comentó. "Después, una inserción, algo que... no sé, me lo dijeron en inglés, es imposible que te lo explique", cerró. Durante la tarde, en el entrenamiento con Davin, intentó soltar el revés a dos manos ante las pelotas altas. El viernes, durante la sesión con el italiano Andreas Seppi, los reveses a dos manos habían sido escasos.

Por ahora, Del Potro tiene la intención de presentarse, pero también recuerda lo que ocurrió hace dos años y medio, y por eso es cauto: "Ya tengo la experiencia de Australia 2010. Jugué el primer partido y era terrible seguir. Estoy en un proceso de rehabilitación que espero ir mejorando poco a poco. Ojalá se me vaya el dolor y cada día me sienta mejor", deseó.

Es más, calificó el dolor de aquel Australia como "pesadilla. Trato de pensar lo menos posible. Me entreno fuerte para los otros golpes y manejo el tema de la rehabilitación de la mano izquierda". Se recuerda el partido con el serbio Viktor Troicki en Cincinnati, en el que tuvo que jugar a la Steffi Graf: saque y derecha para atacar, revés con slice para incomodar. El problema de la muñeca es que es muy difícil predecir cómo se sentirá en las horas sucesivas: "En Cincinnati arranqué más o menos, al día siguiente estaba muy mal, después mejoré. No sé qué puede pasar en el entrenamiento de mañana", dice.

Aun si el US Open terminara el martes para él, Delpo afirma que nada opacará un gran año. Resalta la medalla de bronce en los Juegos de Londres y el hecho de que haya sido el primer singlista argentino (hombre) en subirse al podio en individuales, hito que también remarcó en sus encuentros con la prensa en Toronto y Cincinnati. "Fue historia", define.

Ya en el US Open, un nuevo regreso al club donde vivió sus días de consagración. "A cada metro te hacen sentir un campeón, te recuerdan cuando ganaste, por más que haya sido varios años atrás. Para mí es el torneo favorito, el que más me gusta y el que quería ganar cuando era chico", recuerda Del Potro.

En primera ronda, entonces, espera Nalbandian, quien cortó esta semana, en New Haven, una pequeña racha negativa de cuatro derrotas en primera ronda. "Acá es siempre muy difícil de entrada y hay que estar preparado. Se siente eso de jugar con un argentino, pero somos todos muy profesionales y nos enfocamos en nuestro trabajo. Me tocó uno de esos rivales muy difíciles, por el nivel y la calidad de juego que tiene", elogió. Y volvió a pedir: "Ojalá que mi mano responda como espero".