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OKC arrancó a los golpes sin Harden

SAN ANTONIO -- ¿El mejor lanzador de la campaña hasta ahora? Tony Parker básicamente le lleva dos puntos al resto de la liga después de las dagas gemelas que clavó en los últimos 30 segundos del partido en casa.

¿El gran culpable de la temporada hasta ahora?

Debemos darle al menos eso por una noche que querrá olvidar desesperadamente: Russell Westbrook también tiene la ventaja inicial aquí.

Con pantalones rojos, zapatos color beige y una camisa salpicada de blanco, rojo, negro y gris que podría describirse como conservadora si tenemos en cuenta las alternativas de la Colección Westbrook, el base relámpago de Oklahoma City se quedó frente a su casillero y no intentó ocultarse el jueves por la noche, culpándose a sí mismo por la derrota de OKC sobre la hora, 86-84.

Y eso es lo mejor que podríamos decir sobre la primera noche del resto de la vida de Westbrook sin James Harden.

"Me perdí", dijo Westbrook sobre la última jugada fatal en el AT&T Center cuando le pidieron que reconstruyera la cobertura fallida que le permitió a Parker lanzar un tiro limpio de 21 pies desde el lateral izquierdo que entró al sonar la campana. Llegó apenas una posesión de San Antonio después del triple desde la esquina que Parker había metido para empatar la revancha de las finales de la Conferencia Oeste en 84-84.

"Es mi culpa. Lo acepto".

No es que tuviera muchas opciones. Las críticas inevitables a Westbrook, después de una salvaje actuación ofensiva que terminó en una gran metida de pata en defensa, ya habían empezado desde hace rato en el set de "Inside The NBA" y en todo el universo de Twitter para cuando el mariscal de OKC salió de la ducha.

Una vez que el Thunder tome cierta distancia de las emociones del cierre, seguramente se enfocará en el hecho de que dispararon con una efectividad del 37.7 por ciento en tiros de campo menos de una semana después del shock de la salida de Harden. A pesar de la actuación irregular de Westbrook, perdieron recién en la última jugada ante un equipo que (A) estaba jugando en casa, (B) con una continuidad real en esta rivalidad y (C) con el dúo atemporal de Parker (14 puntos, 11 asistencias) y Tim Duncan (20 puntos, ocho rebotes) y toda la ejecución precisa que se desprende del mismo.

Sin embargo, los pensamientos racionales no alcanzarán para aislar a Westbrook, o al gerente general del Thunder Sam Presti, del escrutinio inmediato que está por venir. No cuando los Spurs estaban en la segunda noche de dos jornadas consecutivas y sin el lesionado Manu Ginóbili. No después de los 37 puntos, 12 asistencias y seis rebotes de Harden en su debut con Houston. No después de que Westbrook, con Kevin Durant y el recién llegado Kevin Martin en un flujo mejorado de lanzamientos, luciera tan decidido a forzar las cosas en su primer último cuarto sin Harden para hacerse cargo de las jugadas cuando OKC estaba atascado.

No en este mundo de hashtags que, en un instante, escupe #DespidanaMikeBrown cuando los Lakers arrancan 0-2.

Sin embargo, el Thunder asegura estar listo para lo que sea que venga, insistiendo --con cierta razón-- que son bastante adeptos a hacer oídos sordos al ruido. Eso tomará algo de trabajo en el corto plazo después de que Westbrook acertara 1 de 7 intentos de campo en el período final para terminar con seis de 21 aciertos, y manchara aún más la engañosa línea de 18 puntos, 8 tablas y 5 asistencias con 6 pérdidas de balón. Pero OKC claramente va a necesitar (y se merece) un poco de tiempo para acostumbrarse a su nuevo sexto hombre en Martin, quien metió tres triples y terminó con 15 puntos jugando la mayor parte del último cuarto junto a Durant (23 puntos y 14 tablas) y Westbrook (que apenas lo miró en la recta final).

"Vamos a mejorar a medida que avance la temporada", dijo con seguridad el entrenador del Thunder, Scotty Brooks.

Tal vez eso sea porque ya en julio, según fuentes con conocimiento de la situación, los directivos del Thunder comenzaron a tirar nombres de jugadores de posibles socios de intercambio durante sus períodos ocasionales de planificación para el peor de los casos, sabiendo que tendrían que estar listos para negociaciones de extensión con Harden fuera de pista. Houston pasó a encabezar la lista, no sólo por los novatos y las selecciones de draft que había acumulado, sino también por la presencia de Martin, quien nunca ha necesitado el balón o muchos tiros para sumar puntos.

Conscientes de que los Rockets estaban dispuestos a ir por Harden en la agencia libre restringida de julio del 2013 si el barbudo llegaba hasta ahí, OKC comenzó a proyectar en silencio cómo encajaría Martin en el campo de juego y en los vestidores mientras se llevaban a cabo las negociaciones con la gente de Harden. Brooks se encontraba en una posición única para opinar, ya que había trabajado con el delgado alero en Sacramento cuando era asistente de los Kings.

"Jugador increíble", dijo Durant después del debut de Martin, que también coincidió con Durant convirtiéndose en el segundo jugador más joven de la historia en superar los 10.000 puntos. "Jugó su rol a la perfección".

Sin embargo, no se puede negar la realidad de que Durant, Westbrook y Harden tenían un vínculo inmejorable, tan memorablemente reflejado en las fotos de los tres juntos en el banco viendo los últimos segundos de la derrota ante Miami en el Juego 5 el pasado mes de junio que definió el campeonato para el Heat de LeBron James. Los expertos señalan que, dentro del trío, Durant y Harden eran los que tenían el vínculo más fuerte fuera de la cancha, lo que teóricamente hace más difícil la salida de Harden para el N° 35.

"No era solo yo", insistió Durant el jueves por la noche. "Todos teníamos una relación estrecha con James".

Luego se apresuró en añadir: "Nosotros apoyamos la gerencia al 100 por ciento".

Es por esto que Durant fue uno de los primeros miembros de la organización en llamar a Martin para que supiera que sería bienvenido de todo corazón ni bien pusiera un pie en las instalaciones de práctica. Una llamada similar de Kendrick Perkins, seguida de un recibimiento entusiasta en persona de Westbrook, sólo amplió la sonrisa que, hasta la decepción del jueves al sonar la campana, fue difícil de borrar de la cara de Martin después de tantos años en equipos descarriados.

"Todos dijeron lo felices que están de tenerme aquí, y eso hizo bastante fácil mi primera llegada a los vestidores", dijo Martin. "Les dije que voy a trabajar duro y hacer todo lo que pueda para ayudarles a conseguir el campeonato que han estado soñando.

"Sólo tengo que salir y jugar como lo he estado haciendo estos últimos ocho años. El entrenador Brooks acaba de decirme que sea yo mismo".

Cabe suponer, tras la primera derrota de último segundo que esta franquicia ha sufrido luego de mudarse a Oklahoma City, que Brooks también le dirá a Martin, Durant, y especialmente a Westbrook que empiecen por hacer oídos sordos a las críticas.

"No se puede decir si hemos empeorado [como equipo]", afirmó Durant de manera desafiante, esforzándose por recordarle a su audiencia que es un poco demasiado pronto para sacar conclusiones firmes después de apenas tres días en la temporada.