Las lesiones pueden descarrillar total o temporalmente carreras deportivas ilustres.
Es empezar de nuevo, casi de cero, para tratar de recuperar la forma que hizo grandes a ciertos deportistas.
Este año son varios los peloteros que regresan a la Gran Carpa en busca de esa estelaridad pospuesta por una dolorosa lastimadura o una necesaria intervención quirúrgica.
Además, hay casos para quienes el 2013 también tendrá sabor de retorno, pero por otras circunstancias. De todos modos, se trata de hombres para los que la próxima temporada será un nuevo empezar.
Derek Jeter
#2 SS
Yankees de Nueva York
Estadísticas 2012
- GM159
HR15
RBI58
R99
OBP.362
- AVG.316
La última imagen que tenemos de Derek Jeter es la de un hombre adolorido en el suelo, con un tobillo fracturado en el partido final de la serie de campeonato de la Liga Americana.
Pero quien ha sido el rostro más emblemático de las Grandes Ligas por los últimos 15 años intentará retornar a su sorprendente forma de del 2012, cuando disparó más hits que cualquier otro bateador en todo el béisbol.
Pero a los 38 años de edad, las lesiones sanan más lentamente y muchas veces no del todo. Sobre todo, tienden a dejar cicatrices psicológicas que impiden al atleta emplearse a fondo por temor a una nueva molestia.
José Bautista
#19 RF
Azulejos de Toronto
Estadísiticas 2012
- GM92
HR27
RBI65
R64
OBP.358
- AVG.241
Desde que llegó a Toronto a mediados del 2008, el dominicano José Bautista se transformó totalmente y pasó de ser un bateador mediocre, del montón, al principal rompecercas de todas las Grandes Ligas.
Su explosión real tuvo lugar en el 2010, cuando disparó 54 bambinazos, en tanto sonó 43 un año después.
En el 2012 iba en camino a repetir su paso, pero cuando ya llevaba 27 cuadrangulares, una lesión en una muñeca lo marginó por 70 juegos.
De retornar en su mejor forma, Bautista se puede beneficiar mucho en lo que la producción de carreras se refiere, dada la llegada a los Azulejos de sus compatriotas José Reyes, Melky Cabrera y Emilio Bonifacio, hombres muy veloces que deben entrar constantemente en circulación a la espera de sus batazos impulsadores.
MArtínez
Si el venezolano Víctor Martínez no hubiera perdido toda la campaña del 2012, los Tigres de Detroit no tendrían hoy una de las parejas ofensivas más poderosas de todo el béisbol.
Esa lesión hizo que la gerencia se moviera y consiguiera a Prince Fielder para acompañar al también venezolano Miguel Cabrera en el ataque del equipo.
Lo que sucede conviene. Ahora regresa Martínez para unirse a ese tándem y completar un trío de lujo, incluso sin la presión de jugar a la defensiva, pues Fielder se encargará de la inicial y Alex Avila de la receptoría.
Carl Crawford
#25 LF
Dodgers de Los Ángeles
Estadísiticas 2012
- GM31
HR3
RBI19
R23
OBP.306
- AVG.282
Carl Crawford debutará este año en la Liga Nacional con los Dodgers.
La pregunta es ¿cuál Crawford jugará para los Dodgers? ¿El Crawford conocido como "La Tormenta Perfecta" en sus años con los Rays de Tampa Bay, cuatro veces líder en bases robadas y triples? ¿O el Crawford irreconocible, mediocre de un año y medio con los Medias Rojas de Boston?
Por lo pronto podría empezar la temporada en la lista de lesionados por una inflamación en el codo izquierdo, el mismo que lo limitó a 31 partidos en el 2012.
Ichiro Suzuki
#31 RF
Yankees de Nueva York
Estadísiticas 2012
- GM162
HR9
RBI55
R77
OBP.307
- AVG.283
La llegada de Ichiro Suzuki a la Gran Manzana significó un renacimiento de uno de los bateadores más finos en la historia de las Grandes Ligas.
Luego de 10 temporadas consecutivas con 200 o más imparables, Ichiro se vio cansado, sin estímulo para seguir con los Marineros de Seattle.
En los 67 partidos que pasó con los Yankees en el 2012 volvió a ser el bateador de contacto de siempre y el usualmente discreto japonés exteriorizó su satisfacción por jugar para el equipo más famoso del mundo.
Será interesante verlo a tiempo completo con el uniforme de rayas, con todo y 39 años de edad.
Kendrys Morales
#8 1B
Marineros de Seattle
Estadísticas 2012
- GM134
HR22
RBI73
R61
OBP.320
- AVG.273
El cubano iba en camino de convertirse en un bateador despiadado cuando se fracturó el tobillo mientras celebraba un grand slam en el 2010.
Tras perderse todo el 2011, volvió el año pasado, pero fue utilizado a media máquina por el manager Mike Scioscia, sobre todo luego de que los Angelinos de Los Ángeles contrataran a Albert Pujols.
En el invierno fue transferido a los Marineros, donde tendrá la oportunidad de demostrar si ya está totalmente recuperado y listo para retornar a los planos estelares.
En Seattle debe ser el líder de un equipo joven que necesita de un bate sólido.
Para Morales, una buena temporada, parecida a la del 2009, podría abrirle las puertas a un jugoso contrato, toda vez que este será el año final del convenio que arrastra desde Los Ángeles.
Melky Cabrera
Melky Cabrera
#53 LF
Azulejos de Toronto
Estadísiticas 2012
- GM113
HR11
RBI60
R84
OBP.390
- AVG.346
Y aunque no regresa de una lesión, para el dominicano Melky Cabrera el 2013 marcará un nuevo comienzo.
Luego de pasar sus seis primeros años en las Mayores como un jugador promedio (cinco con los Yankees y uno con los Bravos de Atlanta), sobresalió por encima de sus rendimientos históricos en el 2011 con los Reales de Kansas City, lo cual le sirvió de antesala a su año de ascenso y caída con los Gigantes de San Francisco.
De pronto, Cabrera se convirtió en uno de los mejores peloteros de las Grandes Ligas, Jugador Más Valioso del Juego de las Estrellas, con una actuación que a la larga le permitió a los Gigantes la ventaja del home club en la Serie Mundial, meses después.
Pero entre la gloria del Juego de Estrellas y el triunfo de San Francisco en el clásico de octubre, Melky fue descubierto como un consumidor de esteroides para mejorar su rendimiento y encima, como un mentiroso que conspiró para tapar su fraude.
Ahora, supuestamente limpio de sustancias prohibidas y arrepentido de haberlas usado, reaparecerá con el uniforme de los Azulejos de Toronto, junto a sus compatriotas José Reyes, José Bautista, Emilio Bonifacio y Edwin Encarnación.
Le toca demostrar si su salto cualitativo con los Reales y los Gigantes fue producto del desarrollo natural de su carrera o si se debió a la ayuda adicional de los esteroides, sin la cual volverá a ser el jugador mediocre que fue antes del 2011.