CIUDAD DE MÉXICO -- A horas del inicio de la Copa del Mundo de México 1970, la prensa especializada da a Inglaterra (actual campeón) como principal candidato y desconfía de la actualidad de la Selección de Brasil.
Según los medios, el único problema que puede afrontar el equipo inglés en este torneo es la antipatía que ha despertado en el público mexicano, ya que en cuanto a lo futbolístico, mantiene la base que ganó el título cuatro años antes y tiene todo como para repetir el éxito.
El diario La Vanguardia informó: "La liberación en Bogotá de Bobby Moore, el capitán del equipo Inglés, protagonista de una picante aunque vulgar y lamentable historieta del robo de una joyería, no ha hecho decrecer la evidente antipatía, por no decir hostilidad, que envuelve al equipo de sír Alf Ramsey.
El silencio casi hermético que rodea a los Ingleses, el «apártenla» que han creado en torno a los periodistas mexicanos -policías de Scotland Yard envolvieron en una malla de hierro a Moore a su llegada a Méjico y sus declaraciones fueron formuladas a través de un boletín de su embajada- y la guerra fría a que se han lanzado algunos periódicos de Londres y otros latino-americanos, utilizando frases del más grueso calibre, han creado una aureola poco envidiable en torno a los monarcas del fútbol".
Con respecto a Brasil, periodistas de dicha nacionalidad han afirmado que "se encuentra bajo de forma y que Zagallo, el nuevo seleccionador, no posee ninguna autoridad sobre sus jugadores". Además, agregan que la Verdeamarelha tendrá complicada la clasificación a cuartos de final, ya que se encuentra en un grupo muy duro.
También expresaron que sus esperanzas no se basan sobre Pelé —que disputa su cuarto campeonato del mundo—, sino sobre Tostao, el fenómeno brasileño actual. Sin embargo, a la inquietud que produjo su operación de retina ha venido a unirse la preocupación del tirón muscular que sufre.
Posiblemente como factor psicológico, Alf Ramsey ha dicho que el enemigo de Inglaterra en Guadalajara no será Brasil sino Rumania y Checoslovaquia, aunque los rumanos, envueltos en un escándalo nocturno -sus jugadores se han pasado las últimas noches saltando las tapias del hotel para ir a divertirse en los locales nocturnos-, parecen haber perdido una buena parte de sus posibilidades.