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La desventaja de Kansas City es 'real'

Las matemáticas y las proyecciones no están a favor de los Reales Jamie Squire/Getty Images

Los Reales de Kansas City han sido remarcablemente resistentes durante la temporada 2013, levantándose de un récord de 43-49 en la pausa del Juego de Estrellas, para meterse de lleno en la pelea por uno de los boletos de comodín en la Liga Americana.

Ese juego fuerte continuó el pasado fin de semana, con los Reales ganando dos de tres partidos ante el líder de la división, los Detroit Tigers. Luego de los partidos del domingo, los Reales están a solamente 3.5 juegos detrás de los Tampa Bay Rays por el segundo boleto de comodín en la Liga Americana. Pero los Reales se mantienen con probabilidades muy remotas, gracias a ese aniquilador de sueños llamado matemáticas.

A primera vista, ese déficit de 3.5 juegos con 19 por disputar no es una diferencia insalvable para recuperar. Desafortunadamente para Kansas City, las probabilidades de que un equipo recupere terreno no se trata solamente de la distancia, sino también de la competencia.
Con el perdedor de Texas-Oakland en la carrera por el Oeste de la Liga Americana casi amarrado como el primer equipo comodín (y con la ventaja de campo para el partido de comodines), eso deja a Kansas City en una batalla no solamente contra Tampa Bay, sino también contra Cleveland, Nueva York y Baltimore. Cuatro equipos se interponen en el camino de Kansas City para llegar a playoffs, un obstáculo mucho más serio para los Reales que esos 3.5 juegos.

Una de las mejores formas para recuperar terreno en cualquier carrera es que algo realmente desafortunado le ocurra a la competencia. Pero con cuatro equipos involucrados, y con cada uno de ellos teniendo partidos restantes ante los otros competidores del comodín, hay menos oportunidades de recortar la desventaja contra los demás.

A los Orioles les restan ocho partidos contra los contendientes del comodín, los Yankees y Rays tienen siete, y los Reales e Indios tienen seis. Una melé entre equipos sólidos probablemente dejará las cosas como están, y una pobre actuación de uno o dos equipos ayudará al resto, no solamente a los Reales. Y, porque ellos están en quinto sitio en la carrera, el que las cosas se mantengan como están no es lo que quieren los Reales.

Usando el sistema de proyección ZiPS y el método Monte Carlo, simulé el resto de la campaña un millón de veces para cada uno de los equipos, para determinar al comodín. Pese a su resurgimiento en la segunda mitad, los Reales tienen un 3.7 por ciento de probabilidades para ganar el segundo comodín.

Hay una minúscula oportunidad de que los Reales obtengan el primer comodín o alcancen a Detroit, incrementando sus probabilidades en general a un 4.2 por ciento. El domingo por la mañana, esas probabilidades estaban en un 3.9 por ciento, significando que incluso si ellos dominaban al abridor de los Tigres, Doug Fister, y los Indios y Orioles perdían, las victorias de los Rays y Yankees impedirían que los Reales recuperaran terreno significativo. No se necesita a un experto en matemáticas para darse cuenta de que no hay suficiente tiempo en el reloj para eliminar poco a poco las ventajas.

Complicando la situación está el hecho de que los Reales probablemente ganarán menos partidos que sus competidores. Los Orioles añadieron profundidad de pitcheo considerable en la fecha límite de canjes, y los Yankees tienen a Curtis Granderson, Alex Rodriguez y Alfonso Soriano en su roster y, como resultado, están anotando carreras de nuevo. Tampa Bay tiene el mejor récord de los cinco equipos involucrados, y los Indios tienen, por mucho, el calendario más sencillo, con 14 partidos ante los peores equipos de la Liga Americana (Houston, Chicago y Minnesota).

Contra cada uno de los otros cuatro equipos, los Reales tienen una posibilidad. Incluso, contra la peor de las confrontaciones uno-a-uno, Kansas City ante Tampa Bay, deja a los Reales con probabilidades de 1 de cada 10 para recortar la brecha. Pero conforme se combinan los equipos, esas probabilidades se incrementan más y más rápidamente.

La probabilidad es, posiblemente, la parte más cruel de las matemáticas. Su compañía de seguros usa la probabilidad para adivinar las posibilidades de que su casa se incendie, o de que ustedes envuelvan su auto alrededor de un árbol. Su compañía de tarjetas de crédito usa la probabilidad para estimar las posibilidades de que ustedes no paguen de vuelta sus vacaciones o sus nuevos bastones de golf.

Y si los advenedizos Reales de nuevo no logran llegar a playoffs por primera vez desde la temporada 1985, eso significará que el viejo villano, la probabilidad, ha atacado de nuevo.