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Golden State necesitaba un cambio de guardia

OAKLAND -- A los Golden State Warriors sin duda les faltó algo en la derrota del miércoles por la noche por 123-116 ante los Denver Nuggets. Toney Douglas no había ayudado demasiado al equipo durante toda la temporada, pero, irónicamente, sus servicios fueron muy necesarios el día que fue canjeado por Jordan Crawford.

Douglas es un excelente defensor de bases quien no tuvo demasiadas oportunidades de jugar junto a Stephen Curry. Los Nuggets habrían sido perfectos para Douglas, ya que tienen talento de sobra con tamaño de base y alineaciones súper pequeñas. En ausencia de Toney, Nate Robinson y Randy Foye incendiaron el Oracle con 45 puntos en 24 tiros.

Tal vez nadie podría haber defendido a Nate Robinson esta noche. El boyante escolta acertó una gran variedad de tiros absurdos sin equilibrio, y metió seis en el último cuarto. Esta exhibición fue un recordatorio de los juegos que Robinson solía ofrecer como ex líder de la ofensiva de reserva de Golden State.

"Eso es lo que Nate puede hacer", declaró el entrenador de los Nuggets, Brian Shaw. "Puede aportar eso. Puede encenderse en cualquier momento. Es un jugador de rachas, y cuando está en una buena racha, es tan bueno como cualquiera en la liga".

La explosión ofensiva de Robinson fue ilustrativa de aquello que le falta a Golden State y lo que busca en el mercado de intercambios. Aunque los Warriors no canjearon por Robinson, sí llegaron a un acuerdo por Crawford, un artillero con una confianza temeraria comparable.

¿Será Crawford, de todas las personas, el salvador de un aspirante al título? A primera vista, semejante posibilidad suena tan absurda como el estatus de contendiente de Golden State. Pero los Warriors tienen el quinteto inicial con el mejor rendimiento de la liga, y Crawford ha evolucionado como creador de juego.

Por ahora, el banco es el defecto más evidente de Golden State.

"Estamos 29° en producción del banco", dijo el gerente general de los Warriors, Bob Myers, antes del partido. "Vale decir que no podríamos ser peores". El banco de Myers carece de jugadores capaces de driblar y crear tiros. Aunque Crawford, como Robinson, puede producir resultados enloquecedores, también vale ser el tipo de artillero indicado entre muchachos que no pueden crear su propia ofensiva.

Los Warriors no justificaron esta derrota con la ausencia de Crawford o la ausencia de Douglas, no cuando echaron a perder un partido que podrían haber ganado de locales. Curry jugó bien durante la mayor parte de la noche, pero con 51 segundos por delante y su equipo tres puntos abajo, se picó el balón en la rodilla y éste fue a parar a las manos de J.J. Hickson. El balón perdido rápidamente se convirtió en una clavada que selló el partido en el otro extremo.

"Sólo fue una mala posesión al final, por tratar de hacer demasiado a la parte superior de la llave", dijo Curry. "Simplemente fue un mal partido en general".

La pérdida llegó en un momento terrible, pero lo cierto es que prevaleció ampliamente la ofensiva de Denver sobre la defensa de Golden State. Los Nuggets apilaron 40 puntos más que intentos de campo, corriendo a través y alrededor de la floja cobertura de pick-and-roll de los Warriors. El normalmente optimista Mark Jackson estaba bastante descontento con el rendimiento defensivo de su equipo.

"Ellos anotaron en la pintura. No pudimos controlar o contener los pick-and-rolls. Simplemente tuvimos una muy mala actuación", comentó.

Jackson decidió jugar con Andrew Bogut durante poco más de un minuto en el último cuarto, favoreciendo una defensa pequeña ante las alineaciones bajas de Denver. Los Warriors anotaron bastante bien con Bogut en el banco, pero también cedieron bandejas fáciles y rebotes cruciales ante el enérgico conjunto de Denver.

Los Warriors no culpan a nadie más que a ellos mismos por su derrota local transmitida por televisión nacional, y Crawford probablemente no les ayudará a resolver los errores defensivos que sufrieron. Sin embargo, necesitan un jugador que pueda conducir al banco durante aquellas noches en las que el oponente no falla. Tras caer ante un Robinson incandescente, los Warriors intentarán prosperar en el futuro con su propio artillero.