<
>

Jorge Soler, listo para competir

CHICAGO--En la apuesta que tienen los Chicago Cubs con sus jóvenes peloteros, esperando que sean la fuerza que en un futuro levante al equipo y lo regrese a los sitiales de competencia, Jorge Soler tiene un peso importante.

El jardinero, que fue firmado en julio de 2012, tras salir de Cuba, es uno de esos prospectos en los que reposan las esperanzas de la organización del norte de Chicago y uno de los que tiene que dar un paso adelante, este año, en su desarrollo para alcanzar el máximo nivel.

Soler, quien estuvo en el festival del fanático que organización los Cachorros el pasado fin de semana, en el Sheraton Chicago Hotel and Tower, considera que está en posición de mostrar ese avance, en su juego y condiciones, que la gerencia del conjunto espera de él en este 2014.

"Voy a tratar de desarrollar todo mi talento. Espero no lesionarme para poder hacerlo y dar todo de mi en el terreno de juego", dijo el atlético jardinero, mientras era observado con atención por su compañero y máxima figura de la fuerza joven de los Cachorros, Javier Baez, quien le gastaba algunas bromas durante sus declaraciones.

Las lesiones fueron un impedimento en la temporada del 2013 para Soler, al sufrir una fractura de estrés en su tibia izquierda, que lo alejó de la acción y apenas le permitió actuar en 55 juegos, con en la sucursal que tiene la organización en la clase A avanzada.

Sin embargo, el tiempo que estuvo en el terreno el año pasado, su primero completo en el sistema de ligas menores de los Cachorros, dejó una grata impresión y mostró porqué los novena tiene tan altas expectativas con él. En esos 55 encuentros bateó para .283, con un porcentaje de embasado de .434, slugging de .467 y OPS de .810. Además 13 dobles, un triple, ocho jonrones y remolcó 35 carreras.

Pero fue en su actuación en la Arizona Fall League (AFL) cuando mejor se vio, lució al máximo, como también lo hicieron sus compañeros de organización, Kris Bryant y Albert Almora, quien junto a Baez y él completan el poker de promesas ofensivas en el futuro de los Cachorros.

En 20 juegos, en la AFL, Soler ligó para .271, con seis dobles, un jonrón y 14 carreras impulsadas.

Para continuar en este 2014 con ese avance registrado al final de su campaña en el 2013, el cubano ha hecho algunas modificación en su preparación física, la cual lleva acabo en Miami, donde reside durante el invierno.

"Este año me he preparado más físicamente. El año pasado trabajé más en mi bateo y tuve una gran experiencia entrenando con Alexei (Ramírez) y Dayán (Viciedo), pero este año he bateado poco, ahora es que voy a comenzar a batear todos los días", dijo Soler, quien agregó: "Hasta ahorita he hecho mucho más pesas, me he puesto un poco más fuerte, he fortalecido más mi cuerpo".

Parte del trabajo que ha hecho en este receso entre temporadas lo ha hecho con otro cubano, José Abreu, quien fue firmado en noviembre por los Medias Blancas de Chicago, por seis años y 68 millones de dólares. "Trabajar con él también me ha ayudado. Él es una gran persona", dijo.

Esta semana es que el jardinero de 21 años de edad va a comenzar a ir a diario al cajón de los bateadores, para ajustar algunos detalles en su mecánica.

"Todavía tengo que trabajar en mi mecánica de bateo, porque los pies los estoy echando un poco para atrás y tengo que moverlos hacia delante", dijo.

Un factor que será de ayuda en el desarrollo y ascenso de Soler, según él mismo identifica, es la llegada del mexicano, Rick Rentería, al puesto de manager de los Cachorros.

"Es buenísimo tener a un manager que también hable en español. El primer día nos dio un meeting en inglés y después en español, eso es buenísimo, porque uno se siente más cómodo", aseguró Soler, quien señaló que ya se desenvuelve más con el ingles. "He avanzado con el inglés, pero me falta todavía. Lo que si es que me siento más cómodo y ya entiendo casi todo lo que me dicen en el terreno".

Desarrollar sus habilidades atléticas y técnicas en el juego, así como su capacidad para expresar e interactuar en inglés es algo de suma importancia para el cubano, así como un factor que pudiera acelerar su progreso y ascenso.