SOCHI -- El presidente ruso, Vladímir Putin, denunció hoy los intentos de contener a Rusia, al igual que ocurriera con la Unión Soviética, durante los preparativos para los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi.
"Durante los tiempos de la Guerra Fría apareció la Teoría de la Contención que estaba encaminada a contener a la Unión Soviética. Lamentablemente, también lo estamos viendo ahora. Esos atavismos de la teoría de la contención que aparecen aquí y allá", afirmó.
Putin denunció que "cuando Rusia demuestra algo positivo en su desarrollo, está claro que el surgimiento de nuevos y fuertes actores, competidores, causa temor y en el ámbito económico, en el político y en el campo de la seguridad".
Y acusó veladamente a las potencias occidentales de utilizar factores como el étnico, en relación con las cherkesos (circasianos), minoría étnica del Cáucaso Norte, para criticar el proyecto olímpico, según las agencias locales.
"Para mí era evidente que esos intentos no tienen ninguna perspectiva de éxito (...), ya que conozco el ánimo entre los cherkesos (circasianos), conozco a los jefes de las organizaciones cherkesas y sé lo que sienten hacia su patria chica y hacia su patria grande, Rusia", dijo.
Putin aludía al hecho de que los Juegos de Sochi coinciden con el 150 aniversario de una matanza de cherkesos a manos del imperio ruso, que algunos representantes de esa minoría musulmana del Cáucaso Norte consideran un genocidio.
Según los cherkesos, las montañas de Krásnaya Poliana (Campo Rojo), donde tienen lugar las competiciones al aire libre en Sochi, recibe su nombre de la sangre derramada durante la guerra entre su pueblo y el Ejército zarista.
Actualmente, en Rusia existe una república llamada Karachaevo-Cherkesia, donde viven varias decenas de miles de cherkesos.
Además, en Turquía, Siria, Israel y otros países de Oriente Medio vive una pequeña comunidad cherkesa descendiente de aquellos cientos de miles que murieron o fueron deportados al imperio otomano por los zares a mediados del siglo XIX.
En julio del pasado año el líder de la guerrilla caucasiana, el chechén Doku Umárov, amenazó con abortar los Juegos de Sochi, que tachó de "bailes satánicos sobre los huesos de nuestros antepasados", en referencia a los cherkesos.
"Como muyahidines estamos obligados a impedirlo por cualquier medio permitido por Alá", afirmó Umárov, que ha sido dado muchas veces por muerto, en un vídeo.