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Una "clásica" humillación

ANAHEIM (EFE) -- El béisbol profesional de Estados Unidos sufrió la mayor humillación de su historia al ver como el equipo nacional formado por primera vez por las figuras de las Grandes Ligas quedaba eliminado en la segunda ronda del Clásico Mundial después de perder por 2-1 frente a México.

La derrota ante México no fue más que la culminación del mal juego que hicieron desde que comenzó la competición del primer torneo internacional, organizado por las Grandes Ligas, para precisamente proyectar su mejor imagen y la del deporte del béisbol a través de todo el mundo.

Pero las figuras del deporte inventado en Estados Unidos y considerado pasatiempo nacional que aceptaron formar parte del equipo, no estuvieron nunca a la altura de su fama y mucho menos de los millones que ganan como profesionales.

La marca global de 3-3 después de perder en la primera ronda por 8-6 contra Canadá y en la segunda ante Corea del Sur por 7-3 y 2-1 con México, no dejó ninguna duda del pobre rendimiento ofrecido por el equipo de Estados Unidos en todos los aspectos de su juego.

Aunque México al final iba a ser su verdugo, también había sido su salvador en la primera ronda cuando ganó por paliza de 9-1 a Canadá y clasificaron como segundos por la mejor diferencia de carreras permitidas entre los tres equipos.

Pero la advertencia de la derrota de Canadá no hizo reaccionar a las estrellas como Derek Jeter, Alex Rodríguez y Johnny Damon, tres estelares de los Yanquis de Nueva York, y fueron humillados de nuevo, esta vez por el equipo invicto del torneo, Corea del Sur, que les dieron paliza de 7-3.

Antes inclusive podrían haber perdido también con Japón de no haber sido por la decisión polémica del juez principal del partido, el estadounidense Bob Davidson, que anulo una decisión del árbitro de segunda base para costarle al equipo nipón la anotación de la carrera de la ventaja cuando el marcador registraba un empate a 3-3.

Luego Estados Unidos logró el triunfo por 4-3, pero volvieron a quedar en evidencia con la derrota ante Corea del Sur, mientras que Japón ganaba fácil 6-1 a México, y el equipo anfitrión estaba eliminado si la novena nipona ganaba a la surcoreana.

Pero el factor suerte volvió a estar de lado de Estados Unidos después que Corea del Sur, en un gran partido, mantuvo su invicto y ganó por 2-1 a Japón.

De nuevo la llave de la clasificación para las semifinales la tenía Estados Unidos en sus manos y lo único que necesitaba era ganar a México, al que ya había vencido por blanqueada de 2-0 en la primera ronda.

Pero México se guardo el derecho de la "venganza" deportiva al completar un gran partido de béisbol, donde su pitcheo fue superior y su bateo oportuno, mejor también que el de Estados Unidos.

Además, los jugadores mexicanos, aunque conscientes que estaban ya eliminados, también sabían que en juego estaba su honor, el orgullo de representar a su país y salir del torneo con un triunfo y la cabeza en alto.

Eso fue precisamente lo que le falto a los peloteros estadounidenses, quienes con excepción de los veteranos y legendarios Roger Clemens y Chipper Jones, el resto de estrellas nunca entraron verdaderamente en acción.

El mánager de Estados Unidos, Buck Martinez, fue el que mejor definió lo que le había pasado a su equipo cuando dijo que nunca habían explotado con el bate.

"Además no llegamos preparados que podíamos perder porque estábamos convencidos que íbamos a llegar a la final y luchar por el título", declaró Martínez. "Ahora lo que sentimos es una gran desilusión por la derrota, pero la verdad es que no trabajamos para hacer mejor las cosas".

La última muestra de sinceridad y deportividad por parte de Martinez fue el admitir que la calidad del pitcheo que se había dado hasta ahora en el torneo fue mucho mejor de lo que pensaba en base a consistencia.

"Pero no es el momento de las excusas, simplemente nuestros rivales fueron superiores y hay que darles todo el crédito, mientras que nosotros tendremos que analizar con tranquilidad que fue lo que sucedió y donde realmente fallamos tanto durante la competición como en el proceso de formación del equipo", agregó Martinez.

Los críticos, que anticiparon lo "inoportuno" de las fechas de programación del torneo, al inicio de los campos de entrenamiento, también les habían advertido que aun pelotero profesional, por mucho orgullo patrio que tenga, el mes de marzo siempre será el de prepararse mientras disfruta, nunca el de competir en serio.

La confirmación de esta regla de otro en el béisbol profesional de las Grandes Ligas quedo plasmada con la eliminación sorpresa, pero totalmente justa, del equipo de Estados Unidos, que paso de ser el gran favorito al título de campeón del torneo al mayor fracaso deportivo del primer Clásico Mundial.

Mientras que los equipos considerados inferiores, como es el caso de Cuba, Corea del Sur y Japón, seguirán, junto con República Dominicana -único que hasta ahora ha cumplido con los pronósticos de favorito-, en la lucha por el título de campeones después de ganar en el campo y con su juego el pase a las semifinales.