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Finalmente se le dió

Juan Díaz, "El Toro Bebe", ya creció.

Tras una carrera cuidadosamente planeada, finalmente Díaz se enfrentará a un oponente de elite en la pelea más peligrosa de su carrera. Se enfrentará al héroe nacional de Brasil Acelino "Popo" Freitas en una pelea de unificación de 135 libras el sábado (HBO, 10 p.m. ET/PT) en el evento principal de la tarjeta número 100 del hotel Foxwoods en Mashantucket, Conn.

Es el tipo de pelea de alto perfil que Díaz viene buscando hace varios años, pero una de la que su mentor y manager Willie Savannah lo alejó.

Mejor a salvo que arrepentido era la filosofía de Savannah. Díaz se convirtió en profesional a los 16 años de edad. Cuando ganó su campeonato mundial en el 2004 a los 20 años de edad, se convirtió en el titular más joven del deporte. Aún ahora, con 23 años de edad, es uno de los dueños de un título más jóvenes del boxeo.

Savannah no quería apurar a Díaz, quien estaba lleno de talento pero necesitaba madurez física y mental, aún después de ganar un título.

Entonces Savannah pone los frenos. Mientras que los livianos José Luis Castillo, Diego Corrales, Freitas y Joel Casamayor pasaron la mejor parte de los últimos años peleando entre ellos peleas clásicas, Díaz tomó un camino distinto. Defendió su título cinco veces contra una banda de oponentes no distinguidos: Fernando Angulo, Randy Suico, José Cotto y Billy Irwin. Sólo Julián Lorcy, un ex dueño de título, era remotamente reconocido.

La historia del boxeo está llena de boxeadores que fueron ubicados en peleas cruentas antes de estar listos, y se quemaron antes de tiempo. Savannah no quería que eso le sucediera a Díaz (31-0, 15 KOs).

"No se necesita un científico para darse cuenta que un muchacho de 20 años de edad no está listo para peleas grandes, por más campeón que sea", dijo Savannah. "A los 20 años de edad, no estaba física y mentalmente preparado como ahora".

"A los 20 años de edad, a pesar de ser campeón mundial, no podía meterse en el ring con Castillo o Corrales o Freitas. Juan me estaba rogando por esas peleas. Yo dije, 'OK', pero sabía que no era el momento indicado. Juan necesitaba más añejamiento. Yo sabía que eventualmente estaría listo".

Ahora, finalmente está preparado.

"A los 20 años de edad, cuando me convertí en campeón del mundo, a la mañana siguiente le dije a Savannah, 'Mira, quiero pelear contra los mejores. Méteme ahí dentro con los otros campeones'", dijo Díaz, un estudiante de la Universidad de Houston a 18 meses de graduarse. "Pero ahí es donde en manager entra en juego y se encarga de eso, con lo que dijo, 'No, no, te convertiste en campeón. Eso es lo que querías. Dejemos enfriar la situación un poco para ver que pasa'. El sabe. Conoce el juego. Al principio estaba molesto, pero sabía que la oportunidad llegaría con el tiempo".

El entrenador Ronnie Shields cree que el paso relajado que Savannah estableció para la carrera de Díaz le permitió desarrollarse en un verdadero boxeador.

Díaz recorrió mucho desde el 1ero de septiembre de 2001. Ahí es cuando Díaz, a pocas semanas de cumplir 18 años, pasó a 12-0 tras una cruenta pelea contra Ubaldo Hernández, la que recuerda como la más dura de su vida.

Aunque Díaz ganó una decisión dividida, no se lo vio como la futura estrella que todos esperaban. Esa noche tuvo problemas.

Quedó sacudido.

Estaba cortado, sangrando por primera vez en su carrera.

Cuando se terminó y se le otorgó la decisión, Díaz lloró por televisión nacional.

No tenía la pinta de un futuro campeón.

Pero aquí está, tres años y cinco defensas más tarde, listo para un boxeador del calibre de Freitas (38-1, 32 KOs) quien ha ganado cuatro títulos en dos divisiones.

A pesar de que Díaz es un joven boxeador en ascenso Freitas tiene 31 años de edad y está saliendo de un año de inactividad. Ganó un título vacante en abril pasado, derrotando a Zahir Raheem en Foxwoods.

Al poco tiempo Freitas se retiró.

"Básicamente, más que nada fue para tomarme un pequeño descanso", dijo Freitas acerca de su retiro.

Freitas dijo que regresó porque quería unificar títulos, hazaña que completó como liviano júnior derrotando a Casamayor en el 2002.

"No me siento viejo", dijo Freitas. "Soy muy joven. [El sábado] le demostraré al mundo lo joven que soy. [La inactividad] no me ha afectado en nada porque tengo tres gimnasios en Brasil y estoy en ellos constantemente. Como sabía que me iba a enfrentar ante uno de los mejores boxeadores, siempre me mantuve activo en los gimnasios. De modo que [el tiempo fuera] no me afectará para nada porque ya me he programado para ser el campeón indiscutido del mundo en peso liviano".

Díaz dijo que no espera que el combate sea fácil sólo porque Freitas es un boxeador mayor regresando de un largo período de inactividad.

"Creo que el retiro le dio la oportunidad de pensar en lo que realmente quería hacer, creo que decidió que no puede mantenerse alejado del boxeo y que esto es lo que hace y quién es", dijo Díaz. "De modo que yo me entrené para el Freitas invicto, el hombre a quien vieron noquear a todos esos boxeadores al principio de su carrera. Entrené para él".

Si Díaz gana, según Savannah ya no podrán detenerlo.

"Creo que en este momento, Juan está rindiendo al 75 por ciento de su máximo. Un año o dos más y llegará a su pico", explicó Savannah. "Creo que ahora emparejará bien con los mejores en peso liviano. Nos encantaría enfrentarnos a Ricky Hatton [campeón en welter júnior]. No esquivaremos a nadie".

Sin embargo, primero viene Freitas, un verdadero desafío para Díaz.

"Ésta sin duda es una pelea determinante para Juan", dijo Savannah. "Con esta pelea le demostrará a la gente que es un verdadero campeón. Si vence a un hombre como Freitas, se convierte en un hombre importante. Vale la pena".

Díaz ha estado esperando pacientemente este momento desde hace tres años. Cree estar listo.

"He llegado al punto en mi carrera en que necesito demostrarle al mundo del boxeo que soy un verdadero campeón".