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¿Qué pasa con Sammy?

SANTO DOMINGO -- El toletero dominicano Sammy Sosa no tenía contrato para jugar en las mayores durante el invierno.

De hecho, Sosa tenía un año fuera del deporte y para muchos su carrera, como se dice en buen dominicano al referirse a algo que ya terminó, estaba lista y servida.

Sin embargo, con 588 jonrones antes de iniciar el año, Sosa estaba dispuesto a hacer un intento para volver a las mayores, a pesar del trago amargo que vivió a su salida de los Cachorros de Chicago y su posterior fracaso con los Orioles de Baltimore.

Ciertamente, era difícil pensar que alguien le ofrecería un contrato a un pelotero que apenas bateó .221 y empujó 54 carreras con los Orioles en el 2005.

Pero Sosa encontró un hueco en los Rangers de Texas, ganó un puesto en los entrenamientos de primavera luego de firmar un contrato de liga menor y ha presentado grandes credenciales en el 2007, como uno de los mejores bateadores del equipo.

Lo más grande de todo es que Sosa solo necesita dos jonrones para llegar a 600 en su carrera y prácticamente nadie le ha dado un seguimiento realmente meritorio a una marca que es mucho más que aristocrática.

Llegar a 600 jonrones no es algo que se ve todos los días, aunque queramos decir que los cuadrangulares están desacreditados.

Solo cuatro peloteros en toda la historia han alcanzado esa marca: Hank Aaron, Barry Bonds, Babe Ruth y Willie Mays.

Sosa será el primer latino en unirse a ese club tan exclusivo de los 600 jonrones. ¿Entonces qué está pasando que a Sosa no le dan el seguimiento que se merece?

Quizás será que Bonds está cerca de romper la marca de todos los tiempos de Aaron, necesitando apenas nueve para empatar y 10 para quedarse como el rey jonronero de todos los tiempos.

Quizás la personalidad de Sosa no es del agrado de muchas personas; quizás el incidente del bate con corcho todavía está en la mente de algunos; quizás hay personas que consideran que los rumores sobre uso de sustancias para mejorar el rendimiento son más que rumores.

Nada de eso importa, los récords en el béisbol siguen siendo impresionantes. De hecho, hay muchos fanáticos que solo siguen las mayores para contabilizar las diferentes marcas que existen.

Por eso no se justifica la poca atención a la marca de Sosa, que es verdaderamente impresionante.