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Poderoso el chiquitín

BUENOS AIRES -- El
pibe Diego Buonanotte, diminuto delantero de River con el que
sorprendió Daniel Passarella a Boca el domingo, se convirtió en
una celebridad por dos motivos: su gran habilidad en la zurda y la
escasa talla, ya que mide apenas 1.60 metros, aunque los
millonarios tuvieron otros jugadores de su estatura.

Nacido en el pueblo santafesino de Theodolina, una región
agropecuaria lindante con Buenos Aires, fue traído a Núñez por su
padre -empleado bancario- a los 9 años.

Ya en la novena riverplatense se convirtió en una figura
destacada. Tanto que fue campeón en esa división y más tarde en
octava.

Pero River tuvo otros chiquitos célebres en su rica historia
contemporánea. Ya en La Máquina, entre 1941 y 1945, Norberto
Yácono y Félix Loustau fueron grandes figuras y no precisamente
por su estatura.

Pacha Yácono, famoso por sus cierres sobre la línea de su
propio arco salvando goles, no medía más de 1,67, y el puntero
izquierdo más celebrado de esa época, Chaplín Loustau, no
llegaba al metro setenta.

Después de La Máquina ellos siguieron varios años más como
titulares. Loustau jugó hasta 1957. Yácono, colaborador en las
inferiores, produjo otro hecho destacado: sopló al oído de Angel
Labruna el nombre de un goleador riojano para que lo pusiera en
Primera. En el 78 recomendó a Ramón Díaz, que no había cumplido
los 19 años.

En 1960 River compró a Víctor Hugo Doval, un lateral derecho
de Quilmes. Era el más diminuto del torneo de primera división. Su
hermano era marcador de punta izquierdo en el equipo cervecero,
aunque algo más alto. Doval, de 1.62, padeció una seria lesión.

En una de las primeras fechas de ese torneo Amadeo Carrizo, de
1.90, fue a descolgar un centro en el Monumental, no lo vió al
Chiquito Doval que estaba detrás del arquero y se le cayó
encima. El marcador de punta sufrió una fractura expuesta de
tibia.

Dos años más tarde, en una operación relámpago River adquirió
a Argentinos Júniors a Martín Esteban Pando, Alberto Hugo Sáinz y
Mario Roque Ditro. Los dos primeros eran los más bajos de la
selección nacional.

Pando, de 1.65, era el volante derecho armador en el River del
62. Y Nicha Sáinz, con dos centímetros más, fue el lateral
derecho que jugó el mundial en Chile de ese año.

Por entonces River tenía sobre el otro lateral al ex Atlanta,
Marcelo Echegaray, cuya estatura no superaba a la de su colega.
Ditro, jugador de gran clase, también padeció una fractura en 1963
y Echegaray siguió otro año.

En 1964, descubierto por el Maestro Ernesto Duchini, debutó
con 17 años el explosivo zurdo Oscar Pinino"Mas. El Mono jugó
hasta 1976 -con un intervalo de un año y medio, cuando pasó al
Real Madrid- e hizo 200 goles como puntero izquierdo.

El delantero que rompía los arcos en un potrero de Villa
Ballester, cuando una tarde de sábado lo vió Duchini, no supera el
metro sesenta y nueve.

Piernas cortas, chuecas, rapidísimo y con un shot a la
carrera que más de una vez produjo goles inolvidables hasta
haciendo pegar la pelota en los tres palos, Mas es hoy, a los 60
años, el más celebre de los recordados chiquitos de River.

Claro que Buonanotte remite a la estatura de un jóckey, lo
cuál hubiera dado lugar seguramente a numerosos comentarios del
legendario Angel Amadeo Labruna.