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Cuentas pendientes

Juan Manuel Márquez volverá a pelear contra Manny Pacquiao en lo que será el combate más importante de su carrera. ¿Qué tiene que hacer para no ser otra víctima del Matamexicanos?

Las tres caídas que sufrió Márquez en el primer asalto del combate contra Pacquiao en 2004 hubieran acabado con cualquier boxeador. En lugar de desesperarse, el "Dinamita" salió a pelear los siguientes 11 rounds como si ese fatídico episodio inicial no hubiera existido. En vez de huir del filipino, el mexicano atacó con su punch devastador y, por momentos, parecía que "PacMan" era quien había sido humillado al principio del combate. El resultado final fue un empate que a muchos expertos les pareció una victoria de Márquez.

Esa pelea es un recordatorio para el mexicano, actual campeón superpluma del CMB, de que no importa en qué problema se meta, tiene el carácter y la experiencia pugilística suficientes para salir adelante; pero también debe mantener su guardia más cerrada si es que quiere conservar su título.

Desde que Manny Pacquiao puso en alto el nombre de Filipinas, se ha convertido en un héroe en su país y vive como toda una celebridad, cosa que, muchos dicen, lo distrae de sus peleas. Competir por puestos políticos, escribir canciones, actuar y dedicarle largas jornadas al billar cuando debería estar entrenando puede beneficiar al disciplinado y discreto Márquez el próximo 15 de marzo en el Mandalay Bay de Las Vegas.

Cabe mencionar que muchos decían que el punto máximo de desconcentración de Pacquiao fue durante los entrenamientos previos a su última pelea contra Marco Antonio Barrera, pero a pesar de eso, se llevó la victoria.

ESPN DEPORTES LA REVISTA


Esta nota forma parte de la edición

de marzo 2008 en Estados Unidos.

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Pacquiao lleva seis victorias consecutivas contra púgiles mexicanos. En esa lista están incluidos Erik "El Terrible" Morales y Marco Antonio Barrera, los boxeadores aztecas más importantes desde Julio César Chávez. Márquez es el único peleador tricolor que no ha sucumbido ante los puños de "PacMan" y, a los 34 años, el mismo "Dinamita" Márquez considera injusto que, teniendo una carrera tan brillante, su nombre no figure entre los grandes del boxeo mexicano. Esta pelea podría significar su legado, una motivación que le daría otro sentido a su carrera.

En el primer round de la pelea de 2004, los golpes rectos de Pacquiao entraron al rostro de Márquez, pero prácticamente fue la única arma que pudo utilizar el filipino en esa pelea, y cuando el mexicano hizo los ajustes necesarios, se adueñó del combate.

Desde entonces muchas cosas han cambiado. Ninguno de los dos es el mismo peleador. Márquez tiene más experiencia en peleas importantes y Pacquiao se encontró con el entrenador Freddie Roach, quien lo pulió hasta hacerlo uno de los mejores boxeadores libra por libra de la actualidad (el número dos, según la revista Ring; Márquez es el número tres).

"Manny no es el mismo peleador", dijo Márquez en una conferencia de prensa. "Es más hábil ahora, pero esa podría ser su desventaja. Tal vez sea más fácil derrotarlo en esta ocasión". Dudamos que eso sea cierto.

Del estilo poco ortodoxo (pero efectivo) que mostró en su primera pelea contra Márquez, ahora Pacquiao tiene una de las técnicas más depuradas del boxeo. Su arsenal de golpes es sumamente amplio y puede atacar a sus oponentes desde cualquier ángulo. Márquez tendrá que cuidarse, no sólo de los golpes rectos del filipino, sino de su gancho de derecha y de las ráfagas de cuero que lanza cuando está bien plantado en el ring.

Para contrarrestar a "PacMan", Márquez tiene que hacerlo caer en su estilo. ¿Cómo? Haciendo lo que mejor sabe hacer: boxear y moverse hacia adelante para que el filipino no se acomode en el cuadrilátero. También tendrá que golpear el cuerpo durante los primeros rounds y guardar su punch para los asaltos posteriores.