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Europa coronó a su nuevo rey

Cristiano Ronaldo fue la gran figura del año futbolístico Getty Images

MADRID -- Un resbalón de John Terry en el lanzamiento de penales redimió a Cristiano Ronaldo, el jugador que actualmente representa la esencia del fútbol, situado a orillas del infierno tras errar su tiro y dejar a las puertas de la frustración a su equipo.

Cristiano Ronaldo revivió cuando el capitán del Chelsea marró su disparo. Compensó el del portugués. Amenazado por los dictados de la leyenda negra de las grandes estrellas en las citas magnas, que suelen afear una gran actuación o una soberbia carrera en esos momentos cumbres.

El futbolista portugués, el más rutilante de los jugadores que circulan por el universo futbolístico, ya tiene su corona. Salió de Moscú, del estadio Luzhnikí, con el éxito que proyecta a los grandes futbolistas. El que puede proyectarle hacia el Balón de Oro. El del mejor. En puertas de la Eurocopa.

En pleno debate sobre su futuro, Ronaldo disparó su cotización. Nunca volvió la cara a la cita, magna. Asumió la responsabilidad que se le presupone. A pesar de su juventud. Marcó el tanto de su equipo. Sobresalió.

El primer detalle saltó al cuarto de hora de partido. El luso superó a Michael Essien y centró al segundo palo. No lo aprovechó nadie. A la media hora un centro de Wes Brown le abrió la puerta de la gloria. Cristiano remató de cabeza para batir al checo Petr Cech.

El mejor jugador del momento marcó diferencias. Fue un peligro incesante en el Manchester. No volvió la cara a la cita. Un escaparate perfecto para proyectar la imagen del catalogado como el mejor jugador del planeta. No se escondió Cristiano Ronaldo, que superó siempre al ghanés Michael Essien, señalado con la misión de taparlo.

Ronaldo hizo suya la banda. Su talento despejó el carril. En ocasiones con exceso de adornos, lo que generó cierta dureza en sus adversarios.

El delantero del Manchester United, flamante Bota de Oro tras anotar este año 31 tantos en la liga inglesa, donde ha superado el récord de goles en una temporada que tenía desde hace cuatro décadas el mítico "diablo rojo" George Best, se asomó a las miserias del deporte cuando marró el lanzamiento de penal. El tercero de su equipo. Que le puso cuesta arriba la final.

Cristiano Ronaldo rompió la aureola sospechosa que arrastraba desde la semifinal. Cuando se nubló en el doble duelo contra el Barcelona, donde también marró un penal, en el Nou Camp, que podía haber sentenciado la eliminatoria.

El duelo ante el Chelsea redimió a un futbolista que ha sido decisivo en la consecución de las dos últimas Ligas de la Premier.

Ronaldo ya tiene los requisitos para conquistar el Balón de Oro. Tal y como ocurrió con el brasileño Kaká, campeón de la 'Champions' con el Milán (2007), o con el italiano Cannavaro, ganador del Mundial de Alemania (2006).

Su compatriota Eusebio, uno de sus ídolos, conquistó la antigua Copa de Europa en dos ocasiones con el Benfica (1961 y 62) y fue galardonado con el Balón de Oro en 1965.

Ronaldo ha marcado 42 goles esta temporada con su equipo en todas las competiciones (liga, copa inglesa y Champions League), pero si hubiera salido malparado del estadio Luzhnikí, hubiera alimentado las sospechas. Ahora solo él sabe su futuro.