MÉXICO -- En eliminatoria mundialista los partidos hay que ganarlos como sea. Pasa a segundo término quien funcionó mejor, quien generó más ocasiones de peligro, o quien tuvo más tiempo el balón en su poder. Y más todavía cuando hubo tan poco tiempo para preparar un partido como lo tuvo Sven-Göran Eriksson con México.
En ninguno de los rubros anteriormente citados fue mejor Honduras. Sin embargo, se quedaron a 17 minutos de dar el "aztecazo" en el inicio de la penúltima etapa de la eliminatoria mundialista. El 0-2 no se dio de milagro, ya que al 67 Oswaldo Sánchez tuvo que hacer una parada monumental a tiro de Edgardo Alvarez. Fue un momento crítico. Porque justo cuando Honduras jugaba de manera más descarada y México más titubeaba, vino el bombazo de Pável Pardo que igualó el marcador.
A fin de cuentas han vuelto a ser dos jugadores de experiencia dilatada los que han sacado las castañas del fuego: Pardo con sus dos goles y Oswaldo evitando otro. México terminó jugando con nueve mundialistas. Así son las eliminatorias, y habrá episodios más complicados todavía. Esta vez fue en casa, con todas las ventajas que implica jugar en el Azteca.
Eriksson le apostó a la dinámica y la juventud de Giovanni y Carlos Vela en punta de inicio. Ninguno de los dos lució. Mucho menos Dos Santos, que naufragó fuera de la posición en que mejor se desempeña. Sus condiciones son más explotables viniendo desde el medio campo.
A los hondureños les duró quince minutos el pánico escénico. Iniciaron muy nerviosos, con serios errores defensivos. México no supo aprovecharlo. Lo más cerca que se quedaron fue con dos tiros al poste. Honduras se defendió como pudo y buscaba su principal referencia al frente, a David Suazo, que tiene una velocidad que hizo ver mal a Johnny Magallón y a Rafael Márquez en al menos dos ocasiones.
En efecto, estos juegos hay que ganarlos como sea. Sin embargo, en la medida en que mejor se juegue se estará más cerca de lograr las victorias. México tiene buenos jugadores, falta poner las piezas en los lugares adecuados, y sacar provecho de la experiencia de algunos veteranos que todavía tienen mucho futbol en los pies.
Y por favor, olvidemos de una buena vez que estos partidos se ganan caminando, o con el puro pánico escénico que les genera a los rivales el Estadio Azteca. Si México tiene mejor equipo y mejores futbolistas lo tiene que demostrar en cada partido.