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Novato del Año en la Liga Americana

ORLANDO -- En realidad esta es una carrera que no estaba supuesta a realizarse lo que ratifica el viejo refrán, y axioma beisbolero, de que "las cosas no son como comienzan, sino como terminan". Y en la impredecible carrera por el Novato del Año de la Liga Americana del 2008 el final de las cosas tendrá mucho que ver con el ganador de la distinción.

Cubanos Novatos del Año


  • Tony Oliva 1964

  • José Canseco 1986
  • Venezolanos Novatos del Año

  • Luis Aparicio 1956

  • Ozzie Guillén 1985

En las primeras dos semanas de la temporada, ninguno de los tres favoritos para ganar el Novato del Año de la Liga Americana apareció en el radar de los destacados. De hecho, ninguno estaba proyectado para realizar un rol importante en sus clubes.

Mientras el cubano Alexei Ramírez languidecía en la banca de los Medias Blancas de Chicago, el antesalista Evan Longoria (Rays de Tampa Bay) y el lanzador venezolano Armando Galarraga (Tigres de Detroit) estaban en las ligas menores.

Y aunque Longoria se estableció como un gran favorito desde que fue llamado por los Rays, el 12 de abril, una lesión en la muñeca derecha le quitó ritmo y abrió las puertas para una lucha que se definirá por los resultados de los últimos partidos en septiembre.

En una temporada en que los mejores bateadores del joven circuito no han lucido como antaño, Longoria asumió inmediatamente el papel de limpiabases de los Rays, los sorprendentes líderes de la División Este.

El antesalista bateó .278 con 22 jonrones y 78 carreras impulsadas en 104 partidos antes de ir a la lista de lesionados el 8 de agosto. No solamente fue seleccionado al Juego de Estrellas, sino que hasta participó en el Derby de Jonrones en el Clásico de mitad de temporada en Yankee Stadium.

Ramírez, un miembro del equipo cubano que fue sub-campeón en el primer Clásico Mundial de Béisbol, bateó de 29-4 sin jonrones en abril, cuando fue usado como sustituto en la segunda base y emergente ocasional por el dirigente Ozzie Guillén.

Una vez instalado como jugador más frecuente en mayo, Ramírez pegó sus primeros dos jonrones en las Grandes Ligas y entonces se adueñó de la intermedia de Chicago por el resto del año.

Sin hablar inglés, conocer la cultura norteamericana o haber jugado un partido en ligas menores, Ramírez tuvo un doloroso proceso de adaptación con un equipo que no tiene tiempo para esperar y que necesita desesperadamente ganar la División Central.

Y Ramírez lo hizo. El cubano bateaba .143 el 15 de mayo, pero entrando al primer fin de semana de septiembre estaba en .306 con 16 jonrones, 62 carreras impulsadas, 51 anotadas y 10 bases robadas en sus primeros 388 turnos en la pelota profesional.

Ramírez es uno de los pocos peloteros que alcanzaron las Grandes Ligas sin jugar un partido en las ligas menores.

A pesar de que Ramírez solamente ha recibido 10 bases por bolas (y se ha ponchado 54 veces) y la gran actuación del receptor puertorriqueño Geovany Soto con los Cachorros de la Liga Nacional, Guillén dijo recientemente que el cubano es el mejor novato de la ciudad de Chicago esta temporada.

Puede que sea solamente otro capítulo de la saga "Ozzie es Ozzie", pero hay muchas personas que piensan igual que el dirigente venezolano.

"Ramírez nos ha dado una energía especial", dijo el veterano inicialista Jim Thome.

Entonces tenemos a Galarraga, el mejor lanzador del año de los decepcionantes Tigres de Detroit.

Galarraga, quien fue despedido por Texas en enero no debutó en Grandes Ligas hasta el 16 de abril, comenzó el fin de semana como el líder de los Tigres en victorias (12), efectividad (3.17) y salidas de calidad (15). También era segundo en ponches (108) y tercero en entradas lanzadas (153.1).

Ningún otro lanzador novato (ni Johnny Cueto, Jairs Jurjens, Nick Blackburn o Hideki Kuroda) ha sido tan brillante como el derecho venezolano en ambas ligas mayores.

Con tres semanas completas en el calendario de la temporada regular, Galarraga tendrá amplias oportunidades de terminar con 15 victorias y entre los mejores 10 de la Liga Americana en porcentaje de carreras limpias por cada nueve entradas.

En teoria, un lanzador con esos números debe ganar fácilmente el Novato del Año por encima de actuaciones ofensivas como las que han tenido Longoria y Ramírez. Pero otra vez, en esta carrera nada estará decidido hasta el final.