La temporada 2008 de Grandes Ligas ha tenido gran abundancia de buenas historias, desde la primera mitad de ensueño de Josh Hamiltona la historia de redención de Cliff Lee al enfrentamiento de Dustin Pedroia ante tipos pequeños con autos grandes y bocas más grandes aun.
Pero como suele decir el mánager de Colorado Clint Hurdle, este juego tiene dos clases de personas -- aquellos que han sido humillados, y aquellos que están a punto de serlo.
En la edición de esta semana de los 9 Abridores, le echamos una mirada a nueve jugadores que llegaron a esta temporada con altas expectativas y que con su mala actuación minaron las esperanzas de sus equipos. Siete de los nueve tienen menos de 30 años y aparentaban estar a punto de llegar al estrellato, solo para dar un significativo paso hacia atrás.
Todos ellos (con la posible excepción del 7º seleccionado) estarán de vuelta en casa pronto, y tendrán todo el invierno para reevaluarse y comenzar el proceso de recuperación. Conozcamos a nuestro equipo Todos Estrellas "De Vuelta a la Mesa de Diseño".
Francoeur
Jeff Francoeur, Bravos (11 jonrones, 67 RBIs, OPS de .644)
Luego de conectar 29 jonrones en su primera temporada completa, Francoeur aparentaba convertirse en un bateador más completo y selectivo. Había mejorado su OBP de .293 a .338, pero su poder había decaído. Así que intentó un programa de ejercicios similar al de los jugadores de la NFL en la temporada muerta, aumentando 20 libras de masa muscular.
El resultado: Un completo desastre.
Los Bravos enviaron a Francoeur a las menores a un curso de educación continua en julio, solo para subirlo nuevamente a los tres días. Francoeur consultó con su coach de escuela superior en un esfuerzo por arreglar su swing. Se dejó crecer la barba, se la afeitó, trató de ponerse lentes de contacto en su ojo derecho y rebajó las 20 libras que aumentó en el invierno, pero nada de eso lo ayudó. Un escucha llegó a decir que Francoeur parecía "mentalmente frito" durante la mayoría de la temporada.
"En un punto de esta temporada, se le veía como el bateado más confundido e incómodo que yo haya visto jamás," dijo el escucha. "No tenía idea de lo que estaba haciendo en el plato. Cuando estás en una mala racha y tu mecánica no está bien, y siendo el tipo de bateador que eres -- que le tiras a lo que te lancen y no tienes consideración por la zona de strike y ningún respeto por los conteos -- vas a tener más problemas que cualquiera para salirte de esa mala racha."
Todavía Francoeur posee las herramientas, la competitividad y el deseo de ser un buen jugador, pero un OPS de .800 podría ser su techo debido a su inhabilidad de lograr más bases por bolas. No ha tenido mucho espacio para respirar siendo un ex héroe de una escuela superior de Atlanta que juega para el equipo local, así que un cambio de escenario quizás sea lo mejor que le pueda pasar a su carrera.
Hace un año, era impensable para el Bravos el considerar propuestas de cambios por Francoeur. Pero ahora es posible creer que el gerente general Frank Wren al menos escuchará las ofertas en el invierno. Pero, ¿tendrán los Bravos el estómago para mover a Francoeur cuando su valor está en entredicho, pero arriesgándose a que sea una historia similar a la de Carlos Quentín?
Canó
Robinson Cano, Yankees (promedio de .260, OBP de .294)
Melky Cabrera tuvo que regresar a Scranton y Phil Hughes y Ian Kennedy fallaron en llenar los huecos en la rotación como esperaba el gerente general Brian Cashman. Pero ninguno de los jóvenes Yankees tuvo una caída más dura que Canó.
Muchos lo comparaban con Rod Carew. Cano se fue de 16 en 106 (.151) en abril, y lucía completamente fuera de sincronización. Él es un bateador de ritmo, con muchas partes movibles, y si su pie delantero no baja a tiempo, su swing se alarga y las rectas lo engañan fácilmente.
El promedio de bateo de Canó con pelotas en juego fue de .271 en esta teporada, comparado con el .329 del 2007, así que es posible que le haya caído la mala suerte. Su usual repunte de la segunda mitad llegó en julio, pero se quedó sin hits en septiembre.
Las cosas han empeorado recientemente con sus problemas extracurrículares. El mánager Joe Girardi sentó a Cano esta semana por su falta de esfuerzo ante Tampa Bay. Mucha gente en Nueva York teoriza que Canó: a) extraña a su ex coach Larry Bowa, quien hizo un gran trabajo con él; y b) se puso en piloto automático luego de firmar una extensión de contrato de cuatro años y $30 millones.
A pesar que es tentador mirar las acciónes de Canó y pensar que no se está esforzando, él siempre se ha sentido más cómodo tomando prácticas extras de bateo que prácticas extras de fildeo de rodados.
"Es bien fácil, cuando un tipo está bateando 320, el ignorar el hecho de que no tiene una buena defensiva," dijo un escucha. "Para mí, él nunca ha sido un gran defensor. Solo que eso se nota más cuando no está bateando."
Verlander
Justin Verlander, Tigres (10-16, 4.78 ERA)
En una encuesta hecha en la pretemporada en ESPN.com, nueve de 20 escritores escogieron a Verlander para ganar el Cy Young de la Liga Americana. Y, ¿porqué no? Lanzó un partido sin hits la temporada pasada, ganó 18 juegos y se colocó entre los primeros 10 en la liga en ponches y salidas de calidad..
Verlander ha lucido mejor que sus compañeros Dontrelle Willis, Jeremy Bonderman y Nate Robertson en esta temporada, pero sólo por el hecho de que se ha mantenido libre de lesiones y ha mantenido su efectividad por debajo de los 5.00.
Aún así, ha sido todo un rollo. Cuando los escuchas notaron un pequeño cambio en su ángulo del brazo y una caída en sus lecturas en el radar, había rumores de que Verlander podía estar lastimado. Pero llegó a las 97 mph en su última salida ante los Medias Blancas, así que su salud no aparenta ser un problema.
El mánager Jim Leyland ha cuestionado la selección de lanzamientos de Verlander y le dijo que dejará de poner excusas luego que el lanzador se quejara por la zona de strikes del árbitro Chuck Meriwether. El ex as de los Tigres Jack Morris le dijo al diario Detroit News que Verlander depende mucho de su "habilidad-dada-por-Dios" y que necesita tener más un plan de juego. Además, los Tigres piensan también que Verlander necesita suavizar un poco más su mecánica para ser más consistente. Tiene tendencia a girar de más y a abrir más su envío, y como resultado de ello, su control sufre.
Los ponches de Verlander han bajado, sus bases por bolas han aumentado y su efectividad ha subido más de un punto, pero esperen que se recupere y tenga un buen año en el 2009. Con $50 millones comprometidos con Willis y Robertson, los Tigres tienen preocupaciones mayores en la rotación.
Johjima
Kenji Johjima, Marineros (promedio de .212, OBP de .259, slugging de .304)
Johjima tuvo un inicio desastroso con su bate, y al igual que Francoeur, no tiene la disciplina en el plato para encontrar sus deficiencias. Le hace swing de forma rutinaria a pelotas fuera de la zona y deja pasar strikes, y nunca parece darle a la pelota con autoridad.
Los problemas trascienden la ofensiva. Johjima está orgulloso por su defensiva y trabaja duro en ella, pero puede ser obstinado y para él ha sido un reto el compaginar bien con el cuerpo de lanzadores de Seattle. Cuando los lanzadores no se están quejando de que se coloca en el plato muy tarde y no puede darles un buen blanco, se están quejando de la manera en que controla el juego.
Carlos Silva y Erik Bedard, dos firmas como agentes libres de Seattle, están en la lista de Marineros descontentos. Una persona cercana al equipo dijo que es fácil para los lanzadores utilizar a Johjima como "chivo expiatorio" para sus propios problemas.
Así, que ¿a donde se dirigen los Marineros ahora? Firmaron a Johjima con un contrato de tres años y $24 millones a insistencia de los dueños, así que tendrán que quedarse con él por un tiempo. Esta es una movida que ha dado resultados pobres, pero que no se le puede atribuir al ex gerente Bill Bavasi.
Jeff Clement, la tercera selección general en el sorteo del 2005, no brilló antes de sufrir una lesión de rodilla que terminó su temporada de forma prematura. Clement bateó .227 en 203 turnos -- algo poco impresionante para un tipo que se supone que tenga como punto fuerte su ofensiva.
Harang
Aaron Harang, Rojos (4-16, 4.96 ERA)
Harang es prueba viviente de que el récord de ganados y perdidos de un lanzador puede ser engañoso. Entre los abridores de Grandes Ligas, tan solo Greg Smith de Oakland y Jason Bergmann de Washington han recibido menor apoyo ofensivo que Harang, quien tiene que trabajar con 2.98 carreras por juego.
La línea de demarcación entre el confiable Harang y la versión horrososa llegó durante un partido de 18 entradas en el Petco Park el 25 de mayo, cuando el mánager de los Rojos Dusty Baker tuvo que utilizar como medida desesperada a Harang, logrando 63 lanzamientos y cuatro entradas como relevista, cerrando en cero su actuación. Tres días más tarde, Harang abrió con poco descanso, y fue vapuleado por Pittsburgh. En este caso, la estrategía de Baker no resultó la mejor.
Aún cuando Harang fue inactivado por un mes debido a una lastimadura en un antebrazo, se ha rehusado a utilizar la lesión como excusa. Pero eso ayuda a explicar su falta de control y esos lanzamientos deslizantes en el medio del plato. Para el récord, Harang tuvo marca de 2-6 con efectividad de 3.50 antes de su aparición como relevista en San Diego. Tiene marca de 2-10 y 6.48 desde entonces.
En abril, Harang se convirtió en el primer lanzador de los Rojos desde Jose Rijo en abrir tres partidos inaugurales consecutivos. Firmó contrato de cuatro años y $36.5 millones, y los Rojos esperan que Harang, Edinson Vólquez, Bronson Arroyo y Johnny Cueto sean los anclas de la rotación el año próximo mientras Micah Owings, Nick Masset, Homer Bailey y los otros compitan por el quinto puesto en la rotación. Los Rojos tienen el potencial para tener una gran rotación.
Francis
Jeff Francis, Rockies (4-10, 5.01 ERA)
Francis no se ha parecido mucho al lanzador que compiló récord de 44-32 del 20005 al 2007 y que abrió el Juego 1 de la Serie Mundial del año pasado en Boston. Su velocidad ha bajado hasta mediados de las 80 MPH en ocasiones y los bateadores han podido acaparar el plato debido a que su recta no ha sido lo suficientemente dominante como para intimidarlos.
En un punto, el gerente Dan O'Dowd utilizó la palabra "perplejo" para describir la caída de Francis, pero la respuesta se hizo clara de forma gradual. El hombro izquierdo de Francis lo molestaba lo suficiente como para que dejara de hacer sesiones de bullpen entre salidas debido a que no le quedaban muchas municiones. Pasó un mes en la lista de lesionados en un esfuerzo por remediar la situación, y los Rockies finalmente lo inactivaron como medida precautoria el pasado martes.
Con Francis en una mala racha, Franklin Morales estancado en el equipo Triple-A Colorado Springs durante la mayor parte dela temporada, y Mark Redman y el ex primer seleccionado Greg Reynolds logrando efectividad combinada de 7.47 en 21 aperturas, Aaron Cook y Ubaldo Jiménez tuvieron que asumir una gran parte de la responsabilidad en la rotación. Es gracioso, pero, ¿no hemos escuchado mucho acerca de los humidificadores en Colorado en esta temporada, no?
Weeks
Rickie Weeks, Cerveceros (.233 con 12 jonrones)
Weeks fue catalogado como una futura estrella en el 2008 debido a un gran final la temporada pasada. Estamos a mitad de septiembre, y tiene un OPS menor al de Akinori Iwamura, así que borren esa predicción. Los Cerveceros están batallando contra los Mets y los Filis por el comodín de la Nacional, y Ray Durham está obteniendo el mayor tiempo de juego en estos días en la intermedia, mientras Weeks está sentado y observando.
Quizás sea el momento para quitarle la etiqueta de un "joven Gary Sheffield". Weeks tiene 26 años, con casi 1,595 turnos al bate en Grandes Ligas en su résumé, y batea de por vida .245 con un slugging de .403. Ha sido particularmente inefectivo como local en esta temporada, con apenas dos jonrones en 209 turnos en el Miller Park.
Un reporte de un escucha de un equipo dice sobre Weeks: Su velocidad del bate es excepcional, pero su cobertura del plato no ha sido la mejor. Weeks destroza las rectas en la parte de adentro del plato, pero es vulnerable a los lanzamientos rompientes y a las rectas afuera.
A pesar que los numeritos defensivos de Weeks lucen respetables en esta temporada, su brazo ha lucid errático, ha tenido problemas para completar las doble matanzas y luce con miedo de que la pelota lo golpee. Quizás los Cerveceros deben hacer una movida con él similar a la de B.J. Upton y moverlo al jardín central.
"Ellos creen que él ha comenzado a llevar su defensiva al plato con él," dijo un escucha.
Gorzelanny
Tom Gorzelanny, Piratas (6-9, 6.66 ERA, 1.80 WHIP)
Al menos el pitcheo de Pittsburgh es consistente. Los bateadores de la Liga Nacional les conectaron para .288 la temporada pasada, y para .289 este año. Con la excepción de Paul Maholm, quien le ha dado al equipo una salida profesional cada quinto día, la rotación completa ha sido una total decepción. Eso le pone mucha presión al coach de pitcheo Jeff Andrews, quien estaba supuesto a hacer un mejor trabajo relacionandose con los jóvenes abridores de este equipo que su predecesor, Jim Colborn.
Gorzelanny, con marca de 14-10 hace un año, ha lucido peor que Ian Snell y Zach Duke porque su caída ha sido más pronunciada. Ha logrado 67 ponches pero ha otorgado 70 bases por bolas, y lució tan bateable en julio que los Piratas lo enviaron a Triple A Indianapolis por siete salidas. En contraste con Brett Myers de los Filis, Gorzelanny nunca pudo superar sus problemas. Y su temporada terminó temprano debido a una lesión en un dedo.
Alguna gente en Pittsburgh piensa que Gorzelanny tiene un poco de actitud de , "Hey, ya llegué" y se mostró en Florida satisfecho consigo mismo y fuera de forma en la primavera pasada. Los Piratas esperan que Gorzelanny tenga un mejor año en el 2009, pero necesita mostrar más compromiso desde el primer día.
Cabrera
Daniel Cabrera, Orioles (8-10, 5.25 ERA)
El coach de pitcheo de Baltimore Rick Kranitz y el mánager Dave Trembley le dieron a Cabrera una orden en la primavera: Párate derecho en tus envíos. Utiliza tu estatura de 6 pies 7 pulgadas como ventaja para tí, y lanza hacia abajo para maximizar tu caída.
Luego que Cabrera despegara como un cohete con ocho salidas consecutivas de calidad, llevando su récord a un 5-1 en mayo, todo aparentaba que el problema perpetuo de Baltimore estaba recibiendo el mensaje. Pero cuatro meses después, es el mismo viejo Cabrera -- exasperante, y en más ocasiones de lo que uno quisiera, atrás en el conteo.
Siendo justos, la recta de Cabrera ha descendido de mediados de las 90 MPH a las altas 80 MPH debido a un problema recurrente en el codo. Eso ayuda a explicar esos 95 ponches en 180 entradas. Los fanáticos de los Orioles quizás le tendrían más piedad a Cabrera, excepto por el hecho de que están cansados de esta historia. Tanto Ray Miller, Leo Mazzone y ahora Kranitz han fallado en conseguir desarrollar el supuestamente ilimitado potencial de Cabrera.
"Si yo fuera de los Orioles, nunca contaría con este tipo para que fuera algo más allá de un quinto abridor," dijo un escucha. "Con su habilidad física, quizás lo pondría en la parte de atrás del bullpen a ver que hace en salidas cortas."
Más aún, luego de años de negarse a cambiar a Cabrera por temor a que brillara en otra parte, los Orioles lo tendrán que mover o dejar de atenderlo más allá de comprometerse con él por $4.5 millones o más en este invierno.