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Hace historia

Nicaragua logró el pasaporte a Copa de Oro Getty Images

TEGUCIGALPA -- La selección de Nicaragua logró este jueves en Honduras su primera e histórica clasificación a la Copa Oro de la Concacaf al vencer sin atenuantes a Guatemala por 2-0 en la repesca de la X Copa de Naciones de la Unión Centroamericana de Fútbol (Uncaf).

El héroe nicaragüense fue el delantero Samuel Wilson, autor del doblete que garantizó a su país presencia en el máximo torneo de la Confederación Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (Concacaf), que se jugará este año en Estados Unidos.

Nicaragua se matriculó como quinto clasificado de la Uncaf.

También destacó el guardameta Carlos Mendieta, que a los 80 minutos sacó en espectacular vuelo un cabezazo del guatemalteco Minor López que hubiera significado el empate para Guatemala, un equipo con poca idea y mucha desgana en la cancha.

Esta clasificación "es como ir a un Mundial", proclamó el seleccionador de Nicaragua, Otoniel Olivas, al terminar el partido en el Estadio Nacional de Tegucigalpa, donde antes del torneo avisó de que se acabaron las tradicionales goleadas que recibía su país.

Olivas y Wilson son viejos conocidos en Honduras, pues el primero jugó en el ya desaparecido Atlético Indio y el segundo lo hizo hace pocas temporadas en el Atlético Olanchano.

Contra todo pronóstico, Guatemala quedó en el último lugar del torneo regional, del que fue campeón en 2001 y cuatro veces subcampeón, sin puntos y por debajo de Belice, que consiguió uno.

Los guatemaltecos perdieron sus dos partidos en el Grupo B: por 3-1 ante Costa Rica y por 1-0 con Panamá, así como la repesca por el quinto boleto.

Los otros clasificados son los semifinalistas Costa Rica-El Salvador y Honduras-Panamá, que jugarán mañana.

Nicaragua, que con Belice han sido las cenicientas de la Uncaf, mostró desde el arranque del Grupo A que venía dispuesto a cambiar la historia: empató 1-1 con El Salvador, opuso mucha resistencia a Honduras a pesar del 4-1 e igualó también a uno con los beliceños.

Y ahora, desde los primeros minutos ratificó su objetivo: siempre tuvo la iniciativa e hilvanó mejor su juego sin dejar de mostrar sus carencias. Pero, sobre todo, exhibió más entrega que el rival.

Los intentos nicaragüenses tuvieron su primer fruto a los 38 minutos, cuando Wilber Sánchez envió un centro desde la media cancha para que Wilson cabeceara y venciera a Ricardo Jerez, cuyo padre también se paró por muchos años bajo la portería guatemalteca.

Guatemala pareció despertar en el segundo tiempo, e inquietó a Mendieta en un par de ocasiones, la más peligrosa de ellas el cabezazo de López, pero Nicaragua no desordenó sus filas y no perdió la iniciativa.

El gol que selló la historia cayó al minuto 85 con un zurdazo bajo de Wilson, tras un pase de Juan Carlos Barrera, para darle a Nicaragua el justo premio a su mejor fútbol y a su pundonor.