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Un gran reto

CLEARWATER, Fla. -- Los campeones y su cerrador no solo tienen un tarea difícil de igualar.

Ellos practicamente tienen una tarea imposible de igualar.

Lo que ellos tienen que igualar es la perfección. ¿Y qué hay más grande y mejor que eso?

El cerrador es Bradley T. Lidge. Y viene de la mejor temporada de su vida: 41 rescates, y sin dejar perder ningún salvamento. Y a eso le siguieron siete salvamentos más en siete oportunidades en octubre. ¿Acaso es posible mejorar ESO?

Hey, buena suerte.

"Seguro que es posible," dijo el cerrador. "Es posible para mí el lanzar mejor. Sólo que los resultados no pueden ser mejores. Se que eso suena raro … pero siempre hay espacio para lanzar mejor."

El equipo para el que lanza Brad Lidge son los Filis de Filadelfia. El decir que ellos ganaron la Serie Mundial el año pasado ni siquiera comienza a describir lo que ellos hicieron.

No cuando tuvieron que tener récord de 24-6 para lograrlo, en un final en septiembre y octubre de ensueño. No cuando todo lo que estaba en juego era la salud mental de cada fanático suyo en su ciudad.

¿Cómo se supone que ellos superen su histórico final, superando a los Mets, su labor de reescribir de su propia historia y toda la euforia que se desató a su allrededor? ¿Es eso posible? ¿En serio?

"Bueno," dijo su siempre elocuente campocorto, Jimmy Rollins,"podemos lograr marca de 162-0. Eso resolvería todo."

Ohhh no, no señor. No a menos que ganen otros 11 partidos de postemporada luego de eso. Y aún si lo hicieran, ¿cómo puede ser ESO mejor?

No hay nada mejor, para cualquier grupo de seres humanos, que ganar la primera vez. Lo que significa que no hay nada más duro que El Año Siguiente.

Pero, para los Filis, El Año Siguiente ya está aquí. Y eso significa que es tiempo para los campeones y para su cerrador el intentar el casi imposible acto de malabarismo del Año Siguiente.

¿Cómo se podrán convencer a si mismos de que están listos para seguir hacia adelante, listos para jugar de nuevo, cuando todavía respiran el dulce aroma de la victoria de su temporada perfecta?

"¿Cómo? Porque tienes que hacerlo", dijo Jimmy Rollins."Uno tiene que dejarlo ir, porque es la única manera de seguir hacia adelante."

¿Pero, cómo exactamnte Lidge podría dejarlo ir? En todas partes a donde va en esta primavera, se encuentra otra imagen de su propio momento personal congelado en el tiempo.

ESTA imagen:

Había acabado de lanzar el pitcheo por el que había esperado toda su vida. Eric Hinske había abanicado y fallado el slider invisible que le dio fin a la Serie Mundial del 2008. Brad Lidge se arrodillo, con sus brazos hacia el cielo, y la locura se desató a su alrededor.Y aparentemente, varios billones de cámaras comenzaron a dispararse, debido a que la foto de este momento se ha convertido en la versión de Lidge de la caminata en la Luna de Neil Armstrong.

Lidge observa la foto de este momento -- su momento -- en las paredes de las oficinas. En calendarios de bolsillo. En portadas de libros. Incluso en la pintura de su propio hogar.

"Es un momento que tendré conmigo por el resto de mi vida, y me siento orgulloso de él," dijo el cerrador. "Cada vez que lo veo, se me paran los pelos."

Y así debería ser, porque representa no solamente el mejor sueño de cada cerrador, sino la culminación de una temporada que ningún otro relevista que haya lanzado una pelota ha podido duplicar jamás.

Adelante. Traten de encontrar algún otro cerrador que haya salvado 48 partidos en 48 oportunidades, lanzado el último pitcheo de tres series postemporada consecutivas y ponchado al último bateador de la Serie Mundial. No va a pasar. Nunca había pasado anes.

Pero cuando Lidge lo mira en retrospectiva, no se fija tanto en la perfección de sus números. Lo que él recuerda es el sentimiento supernatural que experimentaba cada vez que subía a la lomita.

"Todo salía bien", dijo. "Pero realmente yo sentía, cada vez que salía, que todo IBA a salir bien. Si tenia corredor en tercera y en ventaja de una carrera . . . Yo sentía que de alguna manera, de alguna forma, yo iba a poder hacer el trabajo, y que ese corredor no iba a anotar.

"Sabes, en ocasiones [en otros años], uno cae en una rutina cuando uno hereda una situación como esa y uno se siente como, 'Ok, él va a anotar. Tratemos de sacar a los demás de out.' Pero el año pasado, yo siempre pensaba, 'No va a anotar.' … Hasta el último juego de la Serie Mundial, me sentí de esa manera. En cada ocasión."

¿Y antes tuviste un sentimiento como ese?

"¿Honestamente?", respondió el cerrador. "No."

La vida dentro de esa zona es el combustible que impulsa las temporadas perfectas -- y también es la esencia que define como es posible eso.

Pero, Lidge sabe que, por supuesto, la suerte tuvo algo que ver en eso también. Él también sabe que al menos dos increíbles jugadas defensivas tuvieron que ver. (El lance de Shane Victorino para sacar la posible carrera del empate en el plato en Atlanta en junio; Jimmy Rollins y Chase Utley logrando una incomprensible doble matanza para terminar un partido que les dio el cetro divisional en septiembre.)

No obstante, lo que sea que fuera a pasar, el cerrador SABÍA que IBA a pasar. Y a pesar que otras cosas malas les pasaban a otros cerradores en el deporte, "Yo nunca sentía que me iba a pasar algo malo," dijo Lidge. "Realmente era un sentimiento extraño."

Mientras tanto, ese equipo para el que juega encontró su propia zona. Les tomó a los campeones un largo tiempo -- 5½ meses -- para encontrarla. Pero una vez la encontraron, nunca salieron de ella.

Cuando los Filis llegaron al punto a mediados de septiembre cuando tenían que ganar practicamente todas las noches, eso fue exactamente lo que hicieron: Ganaban cada noche. O casi todas.

"Debe ser que amamos la presión," dijo riéndose Jimmy Rollins. "Debe ser que la esperamos. Ansiamos jugar en una ciudad difícil. Ansiamos encontrarnos con el reto. Hay gloria en ello, ¿sabes? Hay gloria en impulsarte hasta el límite y saber cuan bueno puedes ser. Es como andar en el borde de un precipicio, el caminar por el borde y saber cuanto más puedes andar por ahí sin caerte"

El año anterior, tuvieron una marca casi idéntica de 13-4 para vencer a los Mets, pero olvidaron empacar sus varitas mágicas para octubre. En esta ocasión, lograron marca de 13-3 al final, y siguieron encendidos.

Y para el momento en el que había comenzado la caminata por el borde del precipicio, el oráculo local, representado por el campocorto, fue motivado por sus compañeros para que proveyera unas palabras de inspiración. Así que Rollins tomó un marcador y garabateó estas palabras en el espejo del camerino:

    Un equipo talentoso perderá ante un equipo decidido en nueve de 10 veces, porque un equipo decidido no se va a rendir. Pero un equipo talentoso con determinación es la materia prima de un campeón.

¿Quién fue el primero que dijo esas palabras? ¿Knute Rockne? ¿Vince Lombardi? ¿Branch Rickey?

"¿Saben qué? Se me ocurrieron," confesó Rollins. "Es posible que ni sean ciertas."

Hey, eso no importó. Su equipo las transformó en una verdad absoluta. Esas palabras se mantuvieron sin borrarse en el espejo por el próximo mes y medio. Y todavía estaban allí la noche en que volaron los corchos de las botellas de champaña en la noche que celebraban el campeonato de la Serie Mundial.

En muchas maneras, esos corchos siguen flotando. Pero ahora las palmas están bailando al compás del viento. Las puertas de la Liga de la Toronja se han abierto. Y las fuerzas magnéticas del béisbol están empujando a los campeones fuera de esa órbita y colocándolos de vuelta a otro puesto de lanzamiento.

Personalmente, no siento que nos estemos recostando de nada. Nos damos cuenta de donde estamos y lo que hemos logrado. Pero pienso que ya dejamos ir eso.

--Jamie Moyer, lanzador de los Filis

Su reto no es meramente hacerlo de nuevo. su reto es no perder el agarre en la alfombra mágica que finalmente aprendieron a volar.

"HAY magia aquí," dijo su viejo y sabio manager, Charlie Manuel. "Y esa es la parte que tenemos que mantener."

Sin embargo, la historia te dira que mantener eso es practicamente imposible. Bueno, la historia no-Yankee diría eso.

Además de los Yankees, tan solo un equipo en toda la era de los agentes libres (los Azulejos de 1992-93) ha repetido. Otros dos equipos además de los Yankees (los Rojos de 1975-76 y los Atléticos de 1972-73-74) han repetido en los últimos 79 años. Y en el último medio siglo, incluyendo a los Yankees, tan solo un equipo (los Atléticos del 73) repitieron Y ganaron más partidos que en el año anterior.

Así que sin importar cuan difícil cualquiera de estos Filis piense que sea repetir, es obviamente mucho más difícil que eso. Pero no traten de convencer a Charlie Manuel. El mánager es un gran creyente que, una vez tu conquistas un obstáculo, tu cerebro nunca más lo va a ver como un obstáculo.

"En mi segundo año en Japón, bateé 42 jonrones," dijo Manuel. "Y escuché a Clyde Wright decir algo. Dijo, 'Charlie nunca más bateará 42 jonrones.' Pero, ¿Sabes qué? Yo podía batear 42 jonrones hasta en mis sueños luego de eso -- porque lo nice, y ahora he experimentado lo que es eso, y … aprendí de como tenía que reaccionar ante eso."

Pero, ¿cómo un equipo completo puede experiementar una transformación similar?

"La excelencia manda sobre el éxito cuando uno trabaja para dominar el juego," dijo Manuel. "Uno ve grandes equipos y grandes atletas vivir para ese momento -- ese momento en ese día. Y ellos aprenden a vivir para ese momento."

Pero la realidad dice que es fácil perder tu ímpetu. El empuje se pierde. Las cosas cambian.

Ninguno de los primeros cuatro abridores de este equipo se perdió una salida por lesión el año pasado. ¿Sucederá eso de nuevo? Y que tal esos juegos milagrosos que ganaron los Filis del 2008, desde el partido que perdían por siete carreras ante Pedro Martínez en agosto a el juego de Matt Stairs en octubre. ¿Los ganarán todos de nuevo? ¿Y les mencionamos que su cerrador nunca dejó perder un rescate? ¿Quieren apostar sobre eso? A Las Vegas les encantaría recibir su dinero.

Chase Utley (cadera) podría no estar listo para el Día Inaugural. J.C. Romero (suspensión) está fuera del bullpen hasta el 1 de junio. Su pitcher más ganador, Jamie Moyer, tiene ahora 46 años. Las cosas pasan. Siempre pasan. Ya han pasado.

Pero el nucleo de este equipo dice que si las cosas les pasan a los Filis del 2009, es porque así es la vida, no porque este equipo se recueste de los logros del año pasado.

"Personalmente, no siento que nos estemos recostando de nada," dijo Moyer, quien se encuentra en su temporada 24 en Grandes Ligas."Nos damos cuenta de donde estamos y lo que hemos logrado. Pero pienso que ya dejamos ir eso."

Y si alguno de estos hombres no lo ha dejado ir todavía. si algunos de ellos se tratan de comportar demasiado cómodos, "hay gente aquí que no permitirá que eso pase," prometió Moyer.

Una de esas personas es Jimmy Rollins. Oh, quizás su estilo incomode a algunos miembros de la vieja escuela. Y él puede, de cuando en cuando, encerrarse en su propio mundo. Pero no hay nada que le importe más que ganar. Y él ya ha encontrado maneras de empujar a la gente a su alrededor a ganar nuevamente.

Por ejemplo, nunca lo van a escuchar diciendo que van a "defender" su título -- porque "si lo estás defendiendo, siempre estarás a la defensiva. Y nosotros no somos así. Vamos a tratar de GANAR."

Lo que si lo van a escuchar diciendo es de tratar de hacer algo especial. ¿Ganar una vez? Eso no cualifica.

"En los últimos años, parecía que cualquiera podía ganar UN cetro de Serie Mundial," dijo Rollins. "Desde que los Yankees perdieron su poder, el campeonato ha cambiado de manos en cada año. La lucha está entre todos. Y queremos que nosotros traerlo de vuelta. No puedes hacer eso defendiendote. Uno tiene que hacerlo tratando de traerlo de vuelta."

Uno gana lo suficiente, y ahora estás en una conversación nueva, dijo. Estás en un grupo con los Yankees y los Medias Rojas, los Bravos y los Angelinos.

"Cuando uno escucha los nombres de esos equipos," dijo Rollins, "uno dice, 'Esa es una organización ganadora. Ellos simplemente ganan.' La gente no piensa eso de nosotros. Al menos no todavía".

Así que ahora, esa es la misión. Ya no es cuestión de solo repetir. Es cuestión de cavar un nuevo nicho en la cultura popular. Y ese nicho no puede ser logrado con apenas una temporada memorable. Toma muchas de esas temporadas. Comenzando ahora.

Y si eso es lo que se necesita, no hay problema con el cerrador. Él sabe que tarde o temprano, tendrá que dejar perder un salvamento. Tarde o temprano, su racha de perfección va a terminar. ¿Pero la misión? Esa seguirá.

Brad Lidge sabe todo acerca de la historia, pero también sabe lo que ve a su alrededor.

¿Otra temporada perfecta? Quizás eso sea imposible. ¿Pero repetir?

"Realmente siento," dijo el cerrador perfecto, "que somos el equipo que puede hacer eso."