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Un antesalista estrella en ciernes

SCOTTSDALE, Ariz. -- Si uno puede medir el impacto de un pelotero por las comparaciones que provoca, el antesalista de San Francisco Pablo Sandoval debe tener una corrida interesante por lo menos durante la próxima década.

Los escuchas y evaluadores de talento en Arizona en esta primavera compararon a Sandoval con Vladimir Guerrero por su capacidad para batear pelotas malas, y con Kirby Puckett y Mo Vaughn (la versión temprana en Boston) por su potencial para atraer fanáticos.

El jugador del cuadro de los Gigantes Rich Aurilia lanzó el nombre de Terry Pendleton, otro bateador ambidiestro talentoso quien ganó un premio de JMV y un cetro de bateo con Atlanta en 1991, mientras el ex campocorto de San Francisco Omar Vizquel dijo que Sandoval le recuerda a Bobby Bonilla.

Incluso el cuerpo de Sandoval, de 5 pies 11 pulgadas y 245 libras de peso ha generado algunas comparaciones con el ex receptor de Baltimore Floyd "Honey Bear" Rayford, cuyo amplio físico provocó que una vez su compañero Jim Palmer le preguntara, "Floyd, ¿cuántas personas estás trayendo al parque en ese uniforme?''

Pero el ganador claro, en términos de imaginación y conmoción, viene de parte del miembro del Salón de la Fama Willie McCovey, quien estuvo en el campamento de los Gigantes en esta primavera como asesor senior del equipo. McCovey se sentó en una esquina lejana en el dugout local del Scottsdale Stadium durante una práctica de bateo una mañana y comenzo a alabar las habilidades de Sandoval.

"Creo que es un bateador natural,'' dijo McCovey. "El año pasado lo alabé muchísimo y dije que iba a ser otro Albert Pujols. Sé que son palabras mayores, pero ese es precisamente a quien me recordó cuando lo vi por primera vez.''

Es algo obvio el decir que Sandoval ha dejado una gran impresión en la Liga del Cactus en esta primavera. Batea .467 y tiene slugging de .683 (UPDATE), mientras acumuló promedio de bateo de .345 en las últimas seis semanas de la temporada pasada con el equipo grande y una gran actuación en el béisbol invernal en su natal Venezuela.

La increíble aventura ofensiva de Sandoval llegó a su máximo cuando ganó el Festival de Cuadragulares en Venezuela, venciendo a sus compatriotas Magglio Ordóñez, Andrés Galarraga, Bobby Abreu y Carlos Zambrano antes de vencer a Miguel Cabrera en la ronda final.

Los Gigantes, quienes están hambrientos de una ofensiva que pueda complementar uno de los mejores cuerpos de lanzadores de la liga, esperan comenzar la temporada con Sandoval en la tercera base y el joven Travis Ishikawa en la primera base. Eso completa un gran viraje en un año para Sandoval, cuyo perfil no lucía tan brillante en la primavera anterior, ya que no estuvo entre los mejores 30 prospectos en la organización de San Francisco, de acuerdo con la revista Baseball America.

Sandoval comenzó la temporada 2008 con el equipo San Jose en la Liga Clase A de California, hizó una parada de 44 partidos con Connecticut en la Liga del Este Doble-A y terminó sorprendiendo al equipo grande con su manera de batear, que requiere poco mantenimiento.

"Él es el sueño de todo coach de bateo, porque no hay que decirle nada,'' dijo el coach de bateadores de los Gigantes Carney Lansford. "Uno tiene que dejarlo abanicar a menos que comience a tener un problema -- el que todavía no le he visto. No voy a reinventar la rueda. Si no está roto, no hay que arreglarlo. Y él no está roto.''

La lista de los atributos de Sandoval en el plato es amplia y variada. Puede mantener sus manos atrás y chocar la bola con autoridad aún cuando se haya comprometido demasiado temprano con sus hombros y caderas. Tiene la rara habilidad de darle con la parte más gruesa del bate a la pelota en lanzamientos hechos a las espinillas o a las letras del uniforme. Y a sus 22 años, es lo suficientemente ecuánime como para evitar que un mal turno en el plato se traslade al siguiente.

Sandoval es el bateador de swing libre por excelencia. De acuerdo con el portal de Internet FanGraphs, Guerrero abanicó al 45.5 por ciento de los lanzamientos fuera de la zona de strike la pasada temporada. Esa fue la mayor cantidad entre los peloteros regulares en las Grandes Ligas. Sandoval, en cambio, en una aparición de 154 turnos al bate con San Francisco, abanicó a un increíble 53.8 por ciento.

En aras de la comparación, el receptor de San Francisco Bengie Molina abanicó al 40.8 porciento de los lanzamientos fuera de la zona de strike. Ese es el mismo Bengie Molina quien tiene porcentaje de embase en su carrera de.310 y 171 bases por bolas en 4,223 apariciones en el plato.

Si un pitcheo está localizado entre las concesiones del estadio, las oportunidad son de que Sandoval al menos la mirará. Sandoval estaba propenso a hacer contacto como novato, pero quizás encuentre una vida más retante este año, cuando los reportes de los escuchas son más meticulosos y "desperdicie'' lanzamientos tan fuera de la zona que ni siquiera él puede alcanzar.

Sandoval jura que hará un esfuerzo por ser más paciente en el plato. Al igual que lo hizo el jardinero de Atlanta Jeff Francoeur, y su progreso todavía no ha salido como planificado.

"Estoy curioso de ver como se ajusta al desgaste de un año completo,'' dijo Aurilia. "No siempre sale como cuando comenzaste. Este es el segundo año. Aquí es donde uno aprende de sus errores.''

Sandoval se acostumbró a recibir sus golpes como un joven en Venezuela. Creció jugando pelota de callejón en el garage familiar con su hermano mayor Michael, quien pasó seis años como tercera base en la organización de los Mellizos de Minnesota.

Willie McCovey Creo que es un bateador natural. El año pasado lo alabé muchísimo y dije que iba a ser otro Albert Pujols. Sé que son palabras mayores, pero ese es precisamente a quien me recordó cuando lo vi por primera vez.

El miembro del Salón de la Fama Willie McCovey

El amplio físico de Sandoval esconde un talento natural; es ambidiestro y puede lanzar la pelota de manera adecuada y con igual poder tanto a la zurda como a la derecha. Pero su alcance es limitado en la antesala, y los Gigantes están cubiertos a corto plazo en la receptoría con Molina y a largo plazo con el prospecto Buster Posey. El consenso es que Sandoval abandonará eventualmente tanto la receptoría y la antesala por la primera base.

"Tiene apenas 22 años y ya no se mueve tan bien,'' dijo un escucha. "Va a tener que trabajar mucho en ese cuerpo. Él es un tipo de pelotero de 'golpéala y lanzala a través del diamante en la tercera base.''

Si Sandoval puede hacer las jugadas de rutina y se mantiene saludable, eso podría ser suficiente. Durante un partido de primavera ante los Cachorros, Sandoval recibió un golpe en un rodado conectado por Joey Gathright en su boca. Sandoval tiene frenos en sus dientes, y el trainer de los Gigantes Dave Groeschner tuvo que sacarle los frenos que estaban encajados en sus labios. Una escena poco agradable.

Un tipo probado como bateador, Sandoval juega el deporte con una energía contagiosa que resuena entre los fanáticos en general y en particular con los fanáticos jóvenes. Luego de ponderar varios apodos para él la temporada pasada, sus compañeros acordaron finalmente llamarlo "Kung Fu Panda.''

Si los oponentes toman el entusiasmo de Sandoval de la manera equivocada, ese es su problem. Durante uno de los primeros partidos de la Liga de Cactus, Sandoval fue tratado de amedrentar por el lanzador de los Dodgers Scott Elbert y este respondió con un largo cuadrangular al jardín izquierdo.

Luego del partido, una persona de los Dodgers tildó a Sandoval de "fanfarrón.'' Esa caracterización llegó como una noticia para los Gigantes, quienes vieron un modelo de comportamiento cuando Sandoval llegó a las Grandes Ligas el verano pasado.

"No es fanfarronería,'' dijo Lansford. "Esa es su personalidad. Tiene un pequeño bote en su paso y él solo quiere ganar y divertirse jugando. Muchos de nuestros bateadores se alimentan de él.''

Aurília dijo: "Tiene una buena cabeza sobre sus hombros. Llegó el año pasado y básicamente hizo lo que se suponía que hiciera – jugar duro, mantener la boca cerrada y aprender.''

La responsabilidad es una herencia familia en la casa de los Sandoval. El padre de Sandoval, Pablo Sr., es un ingenieron mecánico, y su madre, Amelia, encabeza un negocio de exportaciones, y la familia le inculcó la importancia de la educación y de conseguir el éxito sin tomar atajos. Los Sandoval son una familia unida. Amelia, Pablo Sr. y su hermano Michael viajaron todos a Arizona en el entrenamiento primaveral para estar cerca de Pablo y darles su apoyo.

Sandoval habla de su herencia venezolana en el béisbol con un trazo de maravilla en su voz. Recibió consejos valiosos de Vizquel el año pasado en San Francisco, y escuchó sin moverse cuando Galarraga, otro favorito de su niñez, le habló durante el Festival de Cuadrangulares.

"Él me dijo, 'No importa lo que pase, cuando llegues a Grandes Ligas, trata de mantenerte ahí. Uno no quiere volver a las ligas menores. Trabaja duro y haz lo que te digan,''' dijo Sandoval.

Si Sandoval no es más conocido a través del país, es debido a que está jugando en un equipo de la Costa Oeste que terminó a 18 juegos por debajo de los .500 el año pasado. A juzgar por el ambiente que creó en el desierto, es solo cuestión de tiempo.

"Va a ser uno de los favoritos de los fanáticos en San Francisco, de seguro,'' dijo McCovey. "La gente lo va a adorar.''

Mientras más produce Sandoval, más gente que lo tilda de indisciplinado, cambiará su adjetivo por "agresivo,'' y su cuerpo comenzará a ser catalogado como de "huesos grandes.'' Nada logra más que los escuchas y los cínicos de Internet obvien la masa corporal de un pelotero que un promedio de bateo de.345.