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Refundación merengue

BRISTOL -- La mentira tiene pantalones cortos y el fútbol no es la excepción. Así quedó demostrado el sábado durante el clásico español, cuando los argumentos fueron superiores a la fe, dejando el espacio para la "caída y mesa limpia" que sugiere construir desde sus bases al nuevo Real Madrid. Un equipo que perdió el clásico, la Liga y el respeto europeo que tanto costó mantenerlo.

Las mentiras comenzaron con el desastroso plan de fichajes para defender el título logrado, con una buena dosis de ayuda del Barcelona en la primera temporada de Schuster. En aquel momento el reto apuntaba a ganar la Champions League y se movió cielo y tierra para traer a Cristiano Ronaldo, incluso adelantando como moneda de cambio a Robinho. A final de cuentas, se quedaron sin el brasileño y el portugués jamás llegó. Luego fue el desespero por fichar un volante y un goleador, entonces llegaron Lass y Huntelaar, pero la torpeza de Mijatovic llegó a su máxima expresión, pues sólo uno podía jugar en Europa.

En el escritorio de Calderón se planificaron actos con los socios a los que fueron llevados hinchas del entorno presidencial, para que hicieran barra, para que alentaran e insultaran a los opositores en un festín bochornoso para un club de tanta historia. Y a esa otra mentira también se le vieron las costuras y no quedó mas remedio que renunciar para conservar algo de dignidad.

Recuerdo unas declaraciones de Iker Casillas, luego de ser eliminados por el Liverpool, en las que decía que el equipo necesitaba de jugadores más competitivos. Creo que este mensaje fue demasiado claro, porque muchos en el plantel blanco no estaban para el nivel de una liga en la que Barcelona pisó fuerte desde el principio, y mucho menos para superar la Liga de Campeones, en la que te enfrentas a los mejores y nadie regala nada.

Para desgracia de Juande Ramos, sus 52 puntos de remontada antes del clásico no serán recordados, porque la historia siempre se escribe con el campeón y la 2008-2009 será el recuerdo eterno del 2-6 del sábado, los libros de historia del deporte hablarán del espectacular Barcelona de Pep y sus figuras mas terrenales que galácticas que devastaron el Bernabéu.

Hay que entender a Juande, no le quedaba otra, no fue quien armó este equipo, sólo llegó de emergencia e hizo demasiado, aún cuando jugaba feo y era resultadista.

El nuevo club debe comenzar desde una directiva que termine de echar tierra sobre el desorden de Calderón, acompañado de una destitución inmediata de Mijatovic, pues él es culpable de no fichar lo que el equipo necesitaba. No podemos olvidar que para el gusto de Florentino vendría bien un técnico a lo Wenger, capaz de aprovechar la cantera blanca que es la envidia de muchos en Europa, aunque siempre terminan comprando jugadores ya formados. Finalmente los fichajes deben ser más efectivos que de marketing, porque el futbolista no es para vender camisetas.

Desde este lunes en las esquinas madrileñas se habla de Metzelder, Van der Vaart, Huntelaar, Sneijder, Heinze y hasta de Raúl (que podría tener una historia parecida a la de Hierro), todos como candidatos a salir, mientras otros pueden estar buscando por sus propios medios una salida decorosa y con mejores oportunidades como Saviola, quien jamás fue tomado en cuenta.

Usted puede imaginar que lo han nombrado asesor del nuevo presidente del Real Madrid y tiene la oportunidad de aportar sus ideas para levantar este equipo que fue pisoteado por su mayor rival. Un conjunto que requiere motivar a sus hinchas a creer nuevamente en un título europeo y debe rehacer el plantel. Me pregunto: ¿por donde empezar?