SAN LUIS -- La Liga Americana venció a la Liga Nacional, 4-3, en la octogésima versión del Juego de Estrellas, pero el Clásico de Verano fue de primera para muchos de los peloteros latinos que participaron.
Mariano Rivera selló el triunfo de la Liga Americana con una entrada perfecta para así convertirse en el primer lanzador en la historia del evento en acumular cuatro rescates.
"Tuvimos la oportunidad de hacerlo y gracias a Dios todo salió bien", dijo Rivera desde su casillero después del juego. Rivera estaba empatado con Denis Eckersley con tres juegos salvados en Juegos de Estrellas.
Para el panameño, sin embargo, la marca era secundaria a la bendición de poder compartir por décima ocasión el escenario con tantos peloteros buenos. "Una amistad y una unión es lo que trae el Juego de Estrellas", dijo el apagafuegos.
Félix Hernández, uno de los peloteros más jóvenes en el encuentro, disfrutó de su primera aparición en un Juego de Estrellas.
El lanzador derecho venezolano, de 23 años, retiró a los tres bateadores que enfrentó en su única entrada de trabajo. "Fue difícil porque yo no estoy acostumbrado a salir del bullpen," dijo Hernández, quien entró al juego en el sexto episodio.
A pesar de la derrota del equipo del Viejo Circuito, el juego fue especial para Yadier Molina, otro primerizo de este Clásico de Verano.
Molina pegó un sencillo impulsador que resultó en dos carreras cuando Josh Hamilton cometió un error en su tiro al cuadro desde el jardín central. El boricua también jugó bien detrás del plato por siete entradas.
"Hice mi parte, pero no ganamos", dijo el receptor puertorriqueño, quien se convirtió en el primero del trío de hermanos Molina en participar en un Juego de Estrellas. Sus hermanos Benji (Gigantes) y José (Yankees) también son receptores de Grandes Ligas. La participación de Yadier en el partido significa mucho para la familia Molina, ya que su papá Benjamín Molina murió inesperadamente en octubre del año pasado.
"Le doy gracias a Dios que me dio la oportunidad de estar aquí y representar a mi padre", declaró Yadier. "Este era uno de sus sueños, ver a uno de sus hijos jugar en un Juego de Estrellas".
Albert Pujols lleva ocho años corridos participando en un Juego de Estrellas, pero este año fue la primera vez que lo hizo en su estadio.
Pujols es alabado en San Luis como un santo. Éste se llevó la ovación más grande de la noche y su imagen dominó los tres días de festividades en torno al juego.
"Esta será mi mejor experiencia en un Juego de Estrellas en toda mi carrera", dijo Pujols, quien mostró que es humano al irse de 3-0 y cometer un error. "Hay que mirar todo lo que ocurrió. Estamos jugando el Juego de Estrellas en donde juego regularmente, con mis fanáticos, y fue especialmente ser el receptor para el primer lanzamiento ceremonial del Presidente", dijo el inicialista dominicano.
Barack Obama visitó a los camerinos de los dos equipos antes del juego y dejó una buena impresión también con Francisco Rodríguez.
"Obama es una persona humilde", dijo el rematador venezolano. "Cuando piensas en el Presidente, tú piensas en una persona estricta, pero él es lo opuesto. Disfruté mucha esa experiencia", dijo Rodríguez, quien trabajó una entrada perfecta de relevo para convertirse en uno de los 117 jugadores en la historia en participar en Juegos de Estrellas representando a ambas ligas.
Y es que Rodríguez jugó tres previos Clásicos de Verano (2004, 2007, y 2008) cuando militaba en las filas de los Angelinos.
Para Raúl Ibáñez, el guardabosque cubano con 14 años de experiencia en las Mayores, su primera experiencia fue surrealista.
"Estás jugando en contra y con algunos de los mejores peloteros que has enfrentado en los últimos 10 años", dijo Ibáñez, elegido por los fanáticos para integrar la alineación de la Liga Nacional en su primer año en el circuito.
"El juego fue más intenso de lo que me esperaba", dijo Ibáñez tratando de explicar que nunca se sintió que estaba participando en un juego de exhibición. "Fue intenso, quiero hacerlo de nuevo", concluyó.