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Big Mac admite que usó esteroides

NUEVA YORK -- Mark McGwire finalmente admitió que consumió esteroides cuando en la temporada de 1998 rompió el récord de jonrones de las Grandes Ligas.

"Es la primera vez que me escuchan hablar de esto", declaró McGwire a la AP por teléfono, con la voz entrecortada. "Es algo que escondí a todos".

Durante una conversación telefónica de 20 minutos, McGwire dijo el lunes que había llamado horas antes al comisionado Bud Selig y al manager de los Cardenales Tony La Russa para disculparse personalmente.

"Lo más duro es que mi esposa, mis padres, y amigos cercanos no tenían idea de lo que les oculté en todo este tiempo", relató en una emotiva entrevista de 20 minutos. "Sabía que este día iba a llegar. No sabía cuándo".


Expresó que jamás pensó que algún día tendría que hablar de su uso de esteroides ante la prensa.

Previamente, McGwire había hecho llegar a la AP una declaración escrita en la que señaló que usó esteroides en diversos periodos durante casi una década y pidió disculpas por sus acciones.

"Hubiese deseado nunca haber consumido esteroides", dijo McGwire, quien bateó 583 jonrones en 16 temporadas con Oakland y San Luis, y en 1998 estableció una marca de todos los tiempos con 70 vuelacercas. "Fue tonto y un error. Me disculpo. Hubiese deseado nunca haber jugado en la era de los esteroides".

McGwire también empleó la hormona del crecimiento humano, según una fuente próxima al ex toletero que pidió no ser identificada debido a que el beisbolista no incluyó ese detalle en su declaración.

La decisión de McGwire de reconocer el uso de esteroides se precipitó tras aceptar un empleo como coach de bateo de los Cardenales de San Luis, su último club en las mayores.

En los gloriosos veranos de 1998 y 1999, McGwire y el dominicano Sammy Sosa se enfrascaron en una épica batalla por el liderato de cuadrangulares, superando ambos en esas dos temporadas la barrera de los 60. McGwire ganó las dos veces (70 a 66 y 65 a 63).

Sosa aún tuvo otra campaña de 60 jonrones, el único pelotero en la historia con semejante palmarés, pero volvió a perder el liderato, esta vez ante Barry Bonds, quien eclipsó el récord de McGwire en una temporada con 73.

"Recuerdo haber tratado esteroides muy brevemente en la temporada muerta de 1989-90 y después que me lesioné en 1993, usé esteroides de nuevo", dijo McGwire en su declaración. "Los usé en ocasiones a lo largo de los años 90, incluso durante la temporada de 1998", confesó.

McGwire es la segunda gran estrella en un año que admite haber usado sustancias para mejorar el rendimiento, uniéndose a Alex Rodríguez de los Yankees de Nueva York. Con su admisión, salió de la lista de jugadores que han sido involucrados y niegan rotundamente cualquier ligazón, entre los que se encuentran Bonds, el lanzador Roger Clemens, Sosa y David Ortiz.

El cubano Rafael Palmeiro y el dominicano Manny Ramírez son los jugadores más prominentes que han sido castigados desde que las Grandes Ligas y la Asociación de Jugadores se pusieron de acuerdo para implemente un programa de control de sustancias en el 2005.

La Russa, el manager de McGwire en Oakland y San Luis, es uno de los principales defensores de McGwire y ha dicho que su vuelta al béisbol le permitirá recuperar su buena imagen.

"Me siento alentado de que haya dado ese paso. A medida que lleguen sus explicaciones, serán bien recibidas", dijo La Russa en una entrevista con ESPN. La Russa le dijo a ESPN que no sabía que McGwire usó esteroides hasta que el ex toletero lo llamó el lunes en la mañana para disculpase.

"Nunca supe cuándo sería, pero siempre supe que llegaría este día", agregó McGwire. "Me llegó la hora de hablar sobre el pasado y confirmar lo que la gente sospechaba".

"Estoy complacido de que Mark McGwire ha enfrentado su uso de sustancias dopantes como jugador. Ser honesto es siempre el camino correcto de acción, que es la razón por la que encargué al senador George Mitchell para llevar a cabo su investigación. Esta declaración de arrepentimiento, creo, hará más fácil el reingreso de Mark al juego", dijo Selig.

"A la vez que nosotros, junto con todas las organizaciones deportivas, continuamos luchando contra el uso de esas drogas y seguimos buscando una prueba válida para las hormonas de crecimiento humano, creo que nuestro programa de pruebas de drogas es el más duro y eficaz en los deportes profesionales", agregó el comisionado en un documento enviado a los medios.

Otros nombres que se han visto salpicados por el escándalo, pero que han negado el consumo intencional, son Barry Bonds, Roger Clemens y David Ortiz.

"Estoy seguro de que la gente se preguntará si hubiera podido pegar todos esos jonrones de no haber consumido esteroides", expresó McGwire. "Tuve buenos años en los que no había usado nada, y también años malos. Tuve buenos años usando esteroides, y también malos. Sea como sea, no debí haberlo hecho. Lo lamento de veras".

La reputación del toletero se vino abajo el 17 de marzo de 2005, cuando se negó a responder a preguntas en una audiencia legislativa. Al preguntársele si había consumido estroides prohibidos cuando fijó el récord de 70 jonrones o en cualquier otro momento, se limitó a decir: "No vine a hablar del pasado".

"Después de todo este tiempo, quiero confesarme", manifestó. "No estaba en condiciones de hacerlo hace cinco años en mis declaraciones ante el Congreso, pero ahora me siento obligado a hablar de esto y a responder a las preguntas. Lo haré y luego quiero ayudar a mi equipo".

Enrique Rojas, columnista de Béisbol para ESPNdeportes.com, colaboró en este reportaje.