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Vivir al límite

Francella, el hincha de Racing más famoso Fotobaires.com

BUENOS AIRES -- Mucho antes de convertirse en actor, seguramente soñó con ser futbolista y gritar un gol con la camiseta de sus amores. Por eso recibir semejante ovación de su propia hinchada, tras haber obtenido el máximo galardón del cine mundial, no tiene precio.

La Academia organizó una noche de gala. Aunque sin alfombra "roja" (por obvias razones), se distinguió a Guillermo Francella, hombre de Racing y flamante ganador del Oscar al ser parte de "El secreto de sus ojos", la Mejor película extranjera.

Había que verlo. Posando con la plaqueta para la Mejor fotografía, revoleando una remera, sonriendo como un chico camino a una tribuna que adora a su hincha más famoso. Se escuchó la Mejor música original: "Francella es de Racing, de Racing de verdad". El Sandoval de Campanella hizo una reverencia ante su gente, alcanzó a saludar al arquero De Olivera que estaba entrando en calor y se fue. Feliz por haber cumplido el sueño del pibe.

La ceremonia se guardaba una entrega más importante. Al final, el premio quedó en manos del invitado. Entonces la película que pintaba para comedia, terminó siendo de terror. Y gran parte de la sala de pie, pero no para aplaudir, sino para reprobar con chiflidos.

Si hablamos de fútbol, Argentinos hizo mejor las cosas. De más está decir que Ortigoza y Mercier conforman la mejor dupla de mediocampistas centrales del país. De sus pies salió el fútbol del Bicho. No fue para tirar manteca al techo, pero sí para superar a su rival a través de la tenencia del balón y la búsqueda de espacios.

Poco y nada de un Racing inofensivo, pese a contar con Lugüercio, Hauche y Bieler. Noche tranquila para Ojeda, debutante en el arco de Argentinos. Prácticamente un personaje de filme animado, por su poca participación.

Mejor director: Claudio Borghi. El DT de Argentinos, también hincha de Racing, hizo tres variantes con la idea de ganar el partido y seguir metido en la lucha por el título. Su colega, Miguel Angel Russo, llamativamente no realizó cambios. Ni siquiera después del gol sufrido. No quiso tocar el guión original.

Mejor actor de reparto: Nicolás Pavlovich. Ingresó en el complemento y tras una gran pared con Ortigoza (Mejor actor), anotó el único tanto a 13 minutos del final. Por su pasado en la Academia, no lo festejó.

A los 42 del segundo tiempo se vivió el climax. Ojeda derribó a Bieler en el área y Pezzotta sancionó penal para Racing. El ex goleador de Liga de Quito se acercó con la intención de ejecutar. Pero el capitán Yacob, designado desde los 12 pasos, tenía otros planes.

El mediocampista central hizo valer la cinta que lleva en su brazo izquierdo y tomó la pelota. El final es conocido: su remate débil, con cara interna del pie derecho, terminó en las manos de Ojeda, héroe inesperado en su opera prima.

Argumenta la defensa que "erran los que patean" y que Yacob tuvo la suficiente personalidad para hacerse cargo del penal. Contesta el fiscal que hay maneras y maneras de fallar la pena máxima y explica que es preferible revolear la pelota por las nubes, en el afán de volarle la cabeza al arquero, antes que entregarla envuelta para regalo. Con el Código Penal en la mano, el veredicto es: CULPABLE.

Aunque predomina la última imagen, durante el partido lo de Yacob fue más que aceptable, en el contexto de un equipo sin ideas. Sin embargo, la gente no le perdonó su error y lo silbó en cada intervención posterior. Más allá de Russo, ¿alguien lo imaginaba como ejecutante?

Si bien se cree que segundas partes no son buenas, quizás a Kathryn Bigelow, directora de la multipremiada "Vivir al límite", le convenga darse una vueltita por Avellaneda.

Al límite. Al límite del entusiasmo. Al límite de la pasión. Al límite del infarto. Al límite de un ataque de nervios. Al límite en la lucha por no descender. Racing juega como vive. Al límite.