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Historias mínimas

BUENOS AIRES -- Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

Amistades, accesorios y vitrinas Sobre el cierre de 2013, Maria Sharapova volvió sus pasos hacia el fuego cruzado que la había enfrentado con Serena en la previa de Wimbledon. La rusa no quiso echar más leña al fuego y hasta reconoció tenerle "el mayor de los respetos en cancha", pero al mismo tiempo deslizaba que "fuera de la pista es diferente". "Yo valoro otras cosas más importantes que el deporte", puntualizaba la múltiple campeona de Grand Slam.

En Brisbane, Serena completó su visión del cuadro y se mostró contemplativa: "Es muy difícil ser 'mejores amigas' cuando hay tanta competitivdad en el medio. Pero yo no tengo problemas con nadie . Respeto a todos. Con Maria ya hablé en su momento. Tuve una gran charla con ella".

Otra particularidad que acompañó la semana de la N°1 ocurrió en su duelo con la alemana Andrea Petkovic, donde un arito se le salió en pleno partido: "Uno de los ballboys lo encontró y me lo acercó. Fue muy dulce". Y con humor, reveló: "Esos aros me los compró Venus. Se lo voy a reclamar ahora. Que me compre algo nuevo".

Con todo, Serena terminó una nueva semana coronada de gloria. Y resurgió una duda recurrente: ¿Dónde guarda los trofeos? "Honestamente, ya no sé dónde están. Algunos en Florida, en Los Angeles, en París. Otros los perdí. No soy la clase de persona que ostenta esas cosas. No pontifico lo que he ganado. Tal vez, cuando deje de jugar, los reúna como recuerdo. Pero por ahora no quiero pensar en eso. Solo en seguir jugando y ganar lo más posible".

El Federer del futuro y el periodista insistente
La semana pasada hablábamos del Federer de los primeros años, el que se abría paso en el circuito bajo un trabajo de orfebrería. Hoy cambia el extremo. Es que, en tren de las leyendas que emprenden su vuelta al mundo del tenis, a Roger le preguntaron si se veía entrenando en un futuro. La respuesta, contundente: "No, no me imagino como coach".

"Nadie sabe qué pasará en cinco, diez o veinte años. Y la experiencia que he acumulado como jugador no se irá nunca. Por eso probablemente siempre seré atractivo en cierto punto para trabajar con alguien que haya logrado el N°1 o un título de Grand Slam. Yo aprendí haciendo. Y eso es interesante. Pero repito, hoy no me veo en ese lugar".

Lejos de la seriedad con que encaró esa respuesta, Federer también fue centro del diálogo más desconcertante que haya tenido la primera semana de la temporada 2014:

-Vi en Twitter que sigues a Kanye West y que citaste una frase de él.
-¿Ah, sí? Puede ser.
-¿Eres fan de Kanye?
-No lo sé, he escuchado algunas de sus canciones y lo sigo en Twitter, no más que eso.
-¿Te relacionas con él en algo particular?
-No lo sé, no lo conozco. No podría decirte.

Rafael Nadal, su descanso y el fútbol
Muchos torneos, pretemporada, exhibiciones y descanso. Tema recurrente entre los jugadores de élite: son los que más partidos ganan y, por ende, más partidos juegan. Uno de los más críticos sobre este tema es Rafael Nadal que, por estas horas, y tras su primera semana de juego ATP, ya puede mirar atrás sobre su actividad durante diciembre. Por eso, vale traer el recuerdo de sus declaraciones a ESPNtenis.com, cuando estuvo de visita por la Argentina jugando partidos exhibiciones. "No estoy de vacaciones porque estoy en una pista de tenis, pero estoy disfrutando, es un lugar que amo, pude visitar amigos y conocer lugares. Si me va mal en 2014, será porque me tiene que ir mal, no va a afectar ninguna gira. Disfruto muchísimo la competición y todo lo que hago. Aunque es mi trabajo, no lo considero un trabajo. Pero el descanso o no, de cara a lo que viene, no afecta para nada".

Sobre esto, y ya pensando en la competencia propiamente dicha, también se explayó en Doha, antes de ganar su primer título en 2014: "El problema no es la cantidad de semanas sin torneos, el problema son los eventos obligatorios que hay que jugar hasta la última semana de la temporada. Por mí no habría ningún problema en que haya torneos hasta el 24 de diciembre, pero si incluyen Masters 1000 o la Copa Masters uno está obligado a jugar para no perder un montón de posibilidades en el ranking".

"Si no descansamos mucho, es entendible porque en nuestro mundo tenemos patrocinadores y necesitamos tener una buena respuesta hacia ellos. Eso es lo que se hizo en diciembre, ya que durante el resto de la temporada no tuve mucho tiempo. Por eso, tuve que trabajar un poco más de lo habitual". ¿Y cuánto tiempo estuvo en su casa aunque, prácticamente, sin dejar de hacer actividades físicas? "Me pasé desde el 27 de noviembre hasta el 25 de diciembre en Mallorca. Es cierto que volé a Praga para jugar un día, que volé a L'Equipe para recibir el premio, medio día. Llegué allí a la tarde y regresé durante la noche. En Madrid he recibido un premio cuando regresaba de Sudamérica. Eso es todo. El resto he estado en Mallorca".

Por aquella consulta de ESPNtenis.com, en Buenos Aires también se animó a hacer una comparación sobre los planteles de fútbol, salvando las diferencias que existen entre un jugador de tenis y una veintena de deportistas: "Cuando en el fútbol hay equipos que viajan a lugares lejanos en pretemporada, después en enero, ya con cuatro meses de temporada, se les critica que por ello las cosas no van bien. Yo no creo en eso".

El foco se lo llevan Lendl, Becker y Edberg. Por pasado y por presente (de sus pupilos). Pero la lista de exfiguras con actualidad en el circuito también alcanza a Sergi Bruguera (Gasquet), Michael Chang (Nishikori) y Goran Ivanisevic (Cilic), por exponer tres casos visibles del "segundo pelotón".

El último de esa tríada en reajustar su equipo de trabajo fue Kei Nishikori. El japonés, hoy 17° de la ATP, sumó al ex N°2 del mundo al cuerpo de entrenadores que comanda el argentino Dante Bottini. Y ya nota los progresos: "Michael es muy detallista y me marca varias cosas que de a poco voy mejorando. Me sorprendió que sin haber entrenado antes a nadie conozca tanto de los jugadores", reveló el asiático.

Chang y Nishikori se conocieron dos años atrás, en una exhibición en Japón: "Por entonces nunca pensé que él iría a entrenarme", recordó el jugador. Pero aclaró: "A fines del año pasado empecé a analizar la posibilidad de contar con alguien que me aconsejara más acerca de lo que necesito para ser Top 10, que era el objetivo para 2013 y no lo pude lograr". Y así se sumó a la tendencia 2014, que vuelve a poner en escena a los grandes del pasado: "Creo que podemos aprender mucho de ellos porque saben del aspecto mental que se necesita para ser Top 10 o Top 5".

Cilic fue por la misma línea: "Pienso que aquellos que fueron grandes jugadores tienen todo para ser los mejores coaches. Saben lo que es pasar un momento complicado, cómo reaccionar, qué hacer. Obviamente cada uno es diferente. Pero todos tienen la experiencia suficiente para transmitirnos qué hace falta realizar para llegar a lo más alto y cómo uno debe estar preparado para afrontar el camino. Para nosotros, como jugadores, creo que es el mejor punto de apoyo que podemos tener".

Los padrinos mágicos
Andy Murray no tuvo la mejor vuelta en Doha, pero igualmente celebró que el tenis británico haya tenido a tres representantes en la semana ATP, algo más que inusual fuera de los torneos en suelo inglés. Al escocés se sumó Dan Evans, que sorteó la qualy también en Catar, y el joven Kyle Edmund, que recibió una invitación para jugar en Chennai. Al margen de los resultados, el N°4 del mundo se detuvo a opinar de sus apadrinados y, con distinto énfasis, los motivó públicamente a seguir creciendo dentro del circuito:

"Kyle ha estado trabajando muy duro. Es un gran chico, tiene la actitud correcta y los pies sobre la tierra. Ama el tenis. No sé exactamente cuál será su techo, pero el que sea lo alcanzará, por todo lo que viene haciendo", elogió Murray. Edmund, vale decir, se había instalado en Miami durante la pretemporada como compañero de práctica del propio escocés.

"Y Dan -siguió Andy-, quiero que alcance su potencial. Tiene mucho talento. Ya ha demostrado que puede competir a este nivel. Pero uno desea verlo así la próxima semana y la otra. No que desaparezca del mapa por algunos meses y que de pronto en un torneo vuelva a mostrar este rendimiento. Tiene una gran chance de instalarse en el circuito y competir al máximo nivel semana tras semana. Espero que pueda lograrlo, porque sé que lo disfrutaría".

Otro que se puso el traje de padrino fue Hewitt. El australiano se enfrentó en el debut a su compatriota Thanasi Kokkinakis, una de las grandes promesas de las nuevas camadas. Y post partido no ahorró en elogios: "Tiene mucho potencial, ya me habían hablado muy bien de él. Esta semana seguramente sea un gran paso para su carrera, ganándole en sets corridos al favorito N°1 en qualy y clasificándose a un evento ATP. Va a ser importante para la Copa Davis en no mucho tiempo más".

Asimismo, puso cierta presión para que el Abierto de Australia le otorgue una invitación: "Confío en que le asignarán una. No hablé con nadie y no soy quien decide, pero si me preguntaran a mí, me sorprendería que no se la dieran". Un apoyo mágico.

El karma de Berdych
En estos últimos meses, el checo se ha ganado un nuevo némesis en el circuito. No porque haya habido algún cruce verbal ni nada parecido, sino por la particularidad que ha acompañado a sus enfrentamientos. Se trata del croata Ivo Karlovic, que con sus bombazos de saque supo desestabilizar la resistencia del N°7 del mundo y ganarle de manera consecutiva en Basilea 2013 y, ahora, en Doha 2014. ¿El agregado? En ningún partido necesitó quebrar el saque de Berdych. Los cuatro sets los ganó en tiebreak.

"Es muy duro jugar contra alguien que saca tan bien. Cuesta entrar en ritmo. Más si lo enfrentas en una instancia temprana. Nunca sabes qué puede pasar con él al servicio. Solo esperas a ver qué resulta", graficó un contrariado Berdych. Aquella vez en Basilea, Karlovic ganó 4-6, 7-6 (4) y 7-6 (2). En Doha, 7-6 (7) y 7-6 (4). Entre ambos juegos, totalizó 47 aces...

Con la historia como consejera
Meses atrás, Mathew Ebden (65°) finalizó su vínculo con Peter McNamara, exentrenador de Mark Philipoussis y Grigor Dimitrov, entre otros, y quien calificara a su ahora antiguo pupilo como "el próximo N°1 de Australia" (hoy está por debajo de Hewitt, Tomic y Matosevic). Su presentación en Brisbane concentró la atención, entonces, en su nuevo cuerpo de trabajo. Y el jugador contó los detalles: "Sumamos de manera permanente a Mark Shanahan, que había colaborado con nosotros por los últimos dos o tres años".

Y a continuación añadió una aclaración que despertó la curiosidad de la prensa local: "Mark, casualmente, es sobrino nieto de Margaret Court. Toda su familia es de Albury, así que también estoy en contacto con ella". Pero allí no se agota el vínculo con la leyenda australiana, ex N°1 del mundo, ganadora de 24 Majors y primera mujer en la Era Abierta en conquistar el Grand Slam de carrera. Todo lo contrario. La historia viene de antes...

"Desde los 14 años he tenido la suerte de estar cerca de Margaret. Con mi familia asistimos a la Iglesia que fundó en Perth. Cada vez que necesito algún consejo, me paso varias horas hablando con ella. Es una mujer increíble, te da una visión diferente, desde otro ángulo completamente distinto, y eso te abre la cabeza. Es una gran influencia para mí y me llena de confianza", enmarcó Ebden.