PARÍS -- Diego Schwartzman sigue soñando en París. Luego de sus tres victorias en la clasificación y el ingreso para su primer cuadro principal, venció al portugués Gastao Elias por 6-4, 6-2 y 7-5 y pasó a la segunda ronda de Roland Garros. Ahora lo espera Roger Federer, que ganó en sets corridos en su debut. En tanto, Facundo Argüello dejó correr una ventaja de 2-0 en sets y cedió por 6-7 (8), 3-6, 6-4, 6-3 y 6-2 ante el checo Radek Stepanek.
Schwartzman festejó por partida doble. En su primera participación en un Grand Slam, victoria e ingreso al Top 100. El argentino sacó en sets corridos a Elias, quien también llegaba desde la clasificación, y consiguió su 1° triunfo ATP (2-5) en 2014. Ahora irá por el gran golpe ante Federer.
El tenista de Villa Crespo tuvo un gran comienzo de partido. Rápidamente pudo abrirse el camino a fuerza de quiebres y tomó una ventaja de 5-1. Sin embargo, algunas dudas y una mejora por lado del portugués achicaron las cifras. Con lo justo, de todas, maneras, pudo cerrarlo por 6-4 en 50 minutos de acción.
Schwartzman, con el control del marcador, tomó mayor tranquilidad y menores riesgos. Bajó sus números de errores no forzados (de 20 pasó a 10) y creció en tiros ganadores (de 7 a 12). Además, imprimió una buena efectividad con su servicio, con una sola perdida. Con tres quiebres, un claro 6-2 para poner 2-0 en sets.
El tercero, el más disputado. Ambos tuvieron algunos inconvenientes con su saque, pero fue finalmente el argentino el que le sacó mayor provecho con un quiebre (5-5) determinante, el tercero en el set, y un cierre tras sacar adelante algunos puntos de break. Victoria y pase a la segunda ronda.
Unas horas antes, el duelo de Argüello ante Stepanek. La irregularidad dominó en el primer set. El argentino mostró buena autoridad en el inicio, con un veloz quiebre, pero luego algunas decisiones equivocadas y los nervios obvios por el debut en un Grand Slam le dieron algo de aire a Stepanek, quien no atraviesa una buena temporada. El checo, con mayor iniciativa y aprovechando la poca efectividad del argentino con su primer servicio, logró torcer la historia y llegó a tener dos puntos para set en el 5-4 (hizo tres dobles faltas), pero el cordobés los sacó con jerarquía, llevó el juego al tie break y ahí se mostró mucho más firme: en el cuatro set point, lo cerró por 10-8.
Con la ventaja, mayor tranquilidad para el argentino. Y tuvo aún más calma con una certera rotura para ponerse 2-0 en el marcador. Argüello manejó los tiempos del set, se valió de los 17 errores no forzados de su rival y con mayor firmeza en el primer servicio comenzó a abrirse camino. Tuvo más chances para quedarse con el saque de Stepanek, aunque obtuvo recién más distancia sobre el cierre con un nuevo break (2 de 4 en set; 0 de 3 para el checo) para darle forma al 6-3 en 46 minutos.
El ritmo del tercer set lo marcaron los servicios hasta el séptimo game. Hasta el 3-3, mucha paridad y dominio de los sacadores. De ahí en adelante, la experiencia de Stepanek terminó haciendo la diferencia. El checo sacó tajada de los nervios de Argüello y tomó el control. El argentino, si bien supo sacar adelante un 0-30, quedó contra las cuerdas en el noveno juego (4-4). Tras dejar pasar una oportunidad de quiebre, el pupilo de Alejandro Lombardo se dejó llevar por los nervios, pasó a mostrarse ofuscado en la cancha y cometió una doble falta determinante para quedar break point. El europeo no perdonó y, acto seguido, selló el tercer set con su saque.
Argüello perdió el eje, se fue por completo del partido -hasta con síntomas de dolores musculares- y dejó crecer a Stepanek, que enseguida marcó distancia con dos quiebres de servicio para un claro 4-0. Hubo reacción, no obstante. El argentino dejó de lado sus enojos, ganó su servicio en dos ocasiones y quebró sin perder puntos para dejar la diferencia en la mínima. Y hasta llegó a tener chance de poner paridad con su devolución, pero el checo salvó la oportunidad de break y derrumbó toda ilusión: dos games para su lado y la historia al quinto y decisivo set.
Todo parecía escrito. Y más aún con el 3-0 a favor de Stepanek. Argüello quiso meterse nuevamente en el partido, pero ya era tarde. Pagó caro no poder cerrarlo en el tercero, donde los nervios y su inexperiencia lo enredaron. El checo ya era otro, con menos errores y sacando tajada al máximo de las ventajas brindadas. No lo dejó escapar. Mostró toda su determinación para ponerle el punto final y se llevó un trabajado éxito por 6-7 (8), 3-6, 6-4, 6-3 y 6-2.
Por su parte, Schwartzman (109º), que ingresó al torneo desde la clasificación, tendrá una gran chance: enfrentará al portugués Gastao Elias (181º), también surgido de la qualy.
El duelo tiene un solo antecedente: este año, el lusitano ganó 6-2, 2-6 y 7-6 (4) en semifinales del Challenger de Santos, también sobre polvo de ladrillo.
El tenista de Villa Crespo, nacido en Buenos Aires hace 21 años, jugará un cuadro principal de un Grand Slam, tras quebrar una racha de cuatro caídas en clasificaciones e irá en busca de su segunda victoria en el máximo circuito.
El ganador con el suizo Roger Federer, nada menos, que venció al eslovaco Lukas Lacko en sets corridos.