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Historias mínimas

Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

El nuevo rebelde
Una vez más, Paire. El francés sigue sin reencausar su carrera y continúa metiéndose en polémicas. Hace unas semanas, en Wimbledon, donde se ganó su lugar por una categórica declaración. Y antes, un episodio en París, una fuerte discusión con Michael Llodra y una queja ante los supuestos beneficios que recibe el Top 5. Ahora su cruce se dio con Ivo Karlovic.

El francés no se sintió intimidado por los 2.11 metros del croata y, en medio de un momento tenso en el segundo set, llegó a soltar expresiones poco felices. "Esto no es tenis. Perder contra un tipo como él es una m...", entregó Paire, con frase completa, en su idioma natal. El galo levantó ese segundo set, tras salvar cinco match point, pero terminó perdiendo por 7-6 (5), 6-7 (11) y 7-6 (2).

Karlovic, con serenidad, esperó por su momento. Intentó no irse nunca del partido y aguardó hasta el final para responderle a Paire, apenas separados por la red. El croata tenía un as en la manga: domina el francés. Y por lo tanto, entendió cada una de las palabras de su oponente. Hasta se dio el gusto de realizar un baile en tono burlón.

Ya, cara a a cara, Ivo le habría pedido a Paire un mayor respeto y consideración a sus rivales durante los partidos, según marca el sitio Tennis-Prose. Y el francés redobló la apuesta diciéndole que no le ordenara qué hacer en la cancha. El altercado, oficialmente, quedó ahí. No hubo declaraciones posteriores ni hicieron referencia por las redes sociales. Aunque la versión dice que la historia continuó por unos minutos más en el vestuario.

Cambio casamiento por maratón
Semana a semana Caroline Wozniacki es noticia. Dentro o fuera de los courts, aun estando lejos del número uno del mundo que supo ocupar, la danesa sigue acaparando la atención mediática, ya sea por sus desamores o por sus éxitos en torneos WTA.

Esta vez, anunció que formará parte del tradicional Maratón de Nueva York. "Esto no tiene que ver con mi vida personal. Es algo que me apasiona", dice, siendo conciente de que ahora preparará una maratón cuando podría estar en la puesta a punto de su frustrada boda. Wozniacki representará a "Team for Kids", fundación de ayuda a los jóvenes en el marco de este maratón: "Ahora me estoy sintiendo feliz y quiero hacer algo bueno por los demás".

La danesa jamás corrió una prueba de ruta y la distancia más larga que alguna vez haya corrido es de 18 kilómetros, casi una media maratón. Sin embargo, confía en finalizar la prueba. "Cuando una idea me viene a la cabeza, voy por ella. Si sigo empujando hacia atrás, nunca lo haré".

La fecha del desafío es el 2 de noviembre, una semana después de las Finales WTA, reservadas para las ocho mejores. Clasificar y finalizar la maratón, una doble apuesta bien compleja para Wozniacki.

Isner, en segundo plano
Venía de ser campeón en Atlanta y defendía final en Washington. N°12 del mundo, el mejor de Estados Unidos, y choque ante un compatriota en su debut. Todo servido en bandeja para que los organizadores, a pesar de tenerlo como el quinto preclasificado, lo anunciaran en la Cancha Central. Sorpresa. El duelo entre John Isner y Steve Johnson, que para colmo está en ascenso, al Grandstand. Encima, perdió.

La derrota, tal vez, ayudó a que la conferencia de prensa post partido estuviera repleta de monosílabos y con mucho mal humor. "No creo que me merecía jugar en esa cancha. Tan simple como eso", expresó Isner, quien suma siete títulos en su país. Ninguno en Washington.

Los organizadores del torneo, al ver la reacción del tenista, recogieron el guante y dieron sus razones. Destacaron que en el Court Central hubo favoritos ante estadounidenses en los primeros tres turnos, con Tomas Berdych (vs. Robby Ginepri), Milos Raonic (vs. Jack Sock) y Kei Nishikori (vs. Sam Querrey) mientras que el último partido del día, que podría haber perjudicado a Isner por un posible final de trasnoche, quedó en manos de los hermanos Bryan.

"Me sorprendió [la elección de la cancha], pero no tengo el control de eso", remarcó Johnson, quien destacó que el escenario más íntimo, con la gente más cerca, modifica las condiciones de juego y quizá eso molestó a Isner. A su vez, Jeff Newman, director del torneo, también buscó bajarle la intensidad a la polémica. "Hay muchos factores en las decisiones de programación, incluyendo la televisión nacional e internacional. Entiendo que es una dura caída [para Isner], pero el crédito de la victoria es de Johnson.

Paternidad: ¿fin o renacimiento de la carrera?
Las premisas van cambiando. Hasta hace no más de 10 años, cuando a cualquier tenista se le consultaba para la paternidad, miraba de reojo, con desconfianza: tener un hijo iba a modificar las prioridades para mermar en el ámbito profesional. era mejor esperar al retiro o admitir que era el primer paso para el declive la carrera.

Hoy la máxima se modificó. En los últimos meses Roger Federer, Stanislas Wawrinka, Lleyton Hewitt y Janko Tipsarevic se han convertido en padres, sin que por ello se vea modificado, en mayor medida, su calendario o su preparación física. Y a ellos, se suma Lukas Rosol. A los 29 años, el checo anunció en una de sus cuentas de redes sociales que será padre: "Para mi cumpleaños me dieron el mejor regalo. ¡Mi novia y yo estamos esperando un bebé! Gracias al amor de mi vida, Michaela Ochotska".

33º en 2013, año en el que ganó su único título, trascendió cuando venció a Rafael Nadal en Wimbledon 2012. Baluarte este año del equipo checo de Copa Davis, ante la ausencia de Tomas Berdych, el 2014 ya lo vio en dos finales ATP. Quedará saber si la paternidad será el principio del fin de su carrera... o un renacer.

Problemas burocráticos; ¿habrá revancha?
Su reciente acción en el World Team Tennis en Estados Unidos le dio la energía suficiente para el desafío. Ser parte del tradicional evento norteamericano, que une a exjugadores, tenistas en actividad y jóvenes promesas, encendió su ilusión de un viejo proyecto. "Oye, Mardy, ¿jugamos el US Open?", bien podría haber sido el contacto de Andy Roddick con su compatriota Fish, a poco menos de un mes del último Grand Slam del año.

La idea, propulsada por ambos, caía a la perfección. Dos años después de su último partido en el circuito, en ese mismo escenario, un fugaz retorno junto a su compatriota, con quien ganó dos de sus cuatro títulos de dobles. Uno, importante: Indian Wells 2009. Para Mardy también significaba la vuelta a las canchas, tras una temporada fuera por problemas cardíacos y con un poco de acción por el mundo del golf.

Sin embargo, trabas de papeles. Roddick no se realizó controles antidoping de la ITF en los últimos tres meses, regla excluyente para ser parte del certamen, ya que se había dado de baja del régimen de controles por su retiro. Y estalló al conocer las malas novedades, situación que le prohibió el uso del wild card para el Abierto de Estados Unidos.

"Apesta que no puedo jugar por esto, pero es lo que hay", remarcó el estadounidense en su Podcast en Fox. "Somos amigos desde hace mucho. Fuimos juntos a la escuela, hicimos toda nuestra carrera como hermanos, jugamos juntos Copa Davis. Hace tiempo que hablábamos de jugar en dupla el US Open y por distintas razones no lo pudimos hacer", se mostró decepcionado Roddick.

Los organizadores del Abierto de Estados Unidos, ante la imposibilidad de cara a 2014, no quisieron perder tiempo y les ofrecieron una invitación para el próximo año. No obstante, Andy no pareció quedar del todo conforme con el proceder en los pasillos de Flushing Meadows. "De aquí en adelante pasaré todos los controles, pero si vuelvo no será en el US Open", cerró, tajante.

De una grande a otra
Renació como pocos pueden hacerlo. Hasta aquí, si bien acaba de convertirse en la quinta mujer en estar 200 semanas como Nº 1 del mundo, es un año irregular para ella, con su peor producción en los Grand Slam en ocho años. Claro, es que Serena Williams no pudo superar los octavos de final en los tres primeros grandes torneos de 2014. En Stanford, en cambio, la estadounidense logró su cuarta corona de la temporada y la 61ª de su carrera, tras recuperarse de dos momentos críticos. Sólo una grande con tamaña actitud ganadora fue capaz. Y su gente lo disfrutó de forma especial.

En cuartos levantó cabeza tras perder fácil el primer set con Ana Ivanovic, su vencedora en los octavos del Abierto de Australia. Así como supo revertir la historia ante la serbia, lo hizo en la final contra Angelique Kerber. Es que la alemana iba 5-1 y cayó con Serena en dos parciales. "Ella encontró la manera de revertirlo. Eso es lo que hacen los campeones. Se convirtió en la Serena que todos conocemos", afirmó su compatriota Chris Evert en la transmisión de ESPN en Estados Unidos. Y la propia Williams admitió: "Parpadeé mis ojos y ya estaba 1-5. Ella estaba jugando tan bien y yo estaba como, 'Oh, Dios mío, ¿qué está pasando?' Sólo pensé para adentro: 'Relájate, no te vuelvas loca. No pienses nada más que en hacer tus tiros'".

En la conferencia posterior, la germana fue consultada y no dudó: "Yo no estaba dudando, pasa que Serena sabe jugar muy bien justo en los momentos importantes. Me llevo mucha confianza de este partido". Ni hablar de la fe de la líder mundial con vistas a Montreal y el US Open, sin dudas, su próximo gran objetivo. "Fue una buena victoria para mí. Tomé impulso para lo que viene y sé que me queda mucho por mejorar", expresó. Y después, como cierre, recibió las felicitaciones de la histórica dama del tenis.