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Historias mínimas

Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

El peor humor
En el marco de la Copa Kremlin, evento que congrega a los calendarios de ATP y WTA en Moscú, el Presidente de la Federación rusa, Shamil Tarpischev, tuvo su rato de aire en un popular programa de la televisión local, al estilo de los late shows norteamericanos. Pero el tono informal y hasta cómplice del envío conspiró para que Tarpischev quedara enredado en una polémica sin salida...

El exabrupto del ruso fue puntual y contundente: "los hermanos Williams". Así se refirió a Venus y Serena para ilustrar el "poderío físico" que tienen y el hecho de que "dan miedo" a sus rivales. Pero la ironía le salió cara.

A horas de que se viralizaran las declaraciones, la WTA emitió un comunicado firmado por la CEO, Stacey Allaster, condenando la humillación pública de Tarpischev y efectuando de oficio una sanción formal: "He decidido multarlo con 25 mil dólares, el máximo monto permitido bajo nuestras reglas. En suma, será suspendido de cualquier participación en un evento WTA por un año".

Serena se mostró sensiblemente dolida por la situación y lo comparó con un caso de bullying: "Que en 2014 una persona con su poder haga esos comentarios es inaceptable. Fue algo sexista y racista, al mismo tiempo. Creo que la reacción de la WTA fue muy buena".

Ante el revuelo internacional, Tarpischev ofreció sus disculpas, también a través de un comunicado: "Venus y Serena son sin dudas dos de las más grandes jugadoras que haya dado este deporte. Están en otro nivel. Mis dichos fueron impulsivos, un chiste que salió mal. No quise ofender a nadie ni echar sombra en la familia del tenis".

Algo personal
Moscú volvió a reunir a Ernests Gulbis y Roberto Bautista Agut, dos rivales con una historia particular en el circuito. "Es un viejo amigo", ironizó el letón en conferencia. "Siempre está enojado, ofendido cuando juega contra mí. No sé por qué".

El porqué lleva la escena a septiembre de 2013, también en Rusia: en semifinales de San Petersburgo (torneo hoy excluido del calendario ATP), el español había reclamado que las zapatillas del letón hacían mucho ruido en la fricción con el piso y que eso lo desconcentraba. Gulbis no perdonó: "Lo que dijo fue ridículo. Se comportó como una princesita malcriada".

Aquel cruce verbal tuvo un segundo acto en Indian Wells, este año. Y se volvió a recrear en la capital rusa. "¿Vas a usar las mismas zapatillas?", lo pincharon a Gulbis en la previa. Y el letón no se quedó atrás: "Seguramente. Fueron clave. Y si sirven para volverlo loco otra vez, lo haré con enorme placer...".

Acaso contribuyendo con esa lógica de sacarlo de partido, se agarró de una crítica de Bautista a los eventos combinados, por la superpoblación de jugadores para tan pocas canchas, y contrastó: "A mí me encantan estos torneos. Puedo ver a las chicas. Además es aburrido encontrarse siempre con las mismas caras".

Para el español, por lo pronto, la revancha llegó en cancha (y en silencio): primera victoria en cuatro partidos y otra vez en una semifinal. "Estaba muy concentrado en este partido. Era muy importante ganarlo". ¿Círculo cerrado?

De la cama a luchar por el Top 100, sin escalas
"Pasé días sentados en una silla con el pijama puesto porque no podía vestirme. Los primeros dos meses después de la operación fueron difíciles, horribles, con un dolor insoportable". La frase corresponde a Steve Darcis, en declaraciones al portal belga dhnet.be, luego de sumar nueve victorias en diez partidos de Challenger y saltar más de 300 posiciones en el ranking en apenas tres meses.

Una mirada atrás: a los 29 años, "Shark" daba el golpe en Wimbledon. Rememorando viejas épocas, en las que supo ser Top 50, Darcis sacaba a Rafael Nadal en primera ronda en el All England. Era un renacer. Pero ahí, los problemas. No se pudo presentar en el segundo partido por un dolor en el hombro derecho, regresó al circuito ganando un Future con la intención de probar y sumó más derrotas que victorias en Challenger hasta el cierre de la temporada. La decisión estaba tomada: quirófano.

Seis meses de inactividad lo llevaron al puesto 483°, su peor marca desde enero de 2007, pero todo cambió desde su vuelta. Siempre en escala: dos finales y dos títulos en Future y una final y un título en Challenger. Una racha de nueve victorias -cuatro de ellas sobre Top 100- y una derrota, justamente ante el entonadísimo compatriota David Goffin. Salto cualitativo en el listado, hasta el N°175. Y de nuevo los sueños a la orden del día.

"Es milagroso. Los doctores y fisioterapeutas nunca imaginaron que podría volver tan rápido. Por ahora, va realmente bien. Aunque mi hombro todavía no está como quisiera, me las arreglé para jugar excelentes partidos y luchar de nuevo ante los Top 100", explicó Darcis, quien agregó: "Tengo más de lo que esperaba. Mi objetivo era estar listo para la temporada 2015 y estoy muy por delante de eso. Si el físico responde, sin dudas volveré al Top 100. Tendré que seguir trabajando para que mi hombro sea al mismo".

Lo mejor está por venir
Marin Cilic volvió a levantar un trofeo, en Moscú, pero los ecos de su recorrido en Nueva York todavía dominan la escena. Y la comparación con el título de Stan Wawrinka en Australia lleva la incógnita al terreno a largo plazo, en vistas al bajón del suizo en la segunda parte del año: ¿Podrá el croata mantener este nivel en el tiempo?

Cilic marcó la cancha: "Todo esto es algo nuevo para mí, sin dudas, así como también lo fue para Stan. Por muchos años siempre habían sido los mismos los campeones. Pero estoy muy concentrado en mi juego y en darle continuidad. Sé que voy a tener mis altibajos, pero me siento con el potencial para ganar en los grandes torneos. Voy a dar lo máximo para repetir lo que conseguí en el US Open". Y una frase cargada de ambiciones: "No creo que ese título vaya a terminar siendo lo mejor de mi carrera...".

En lo inmediato, aparecen las Finales de Londres, para donde ya quedó confirmado en la semana, pese a que puede terminar el año fuera del Top 8, escenario criticado por Andy Murray, uno de los eventuales afectados. Para el croata "es justo que exista esa excepción para los que ganan un Grand Slam". Y ante la peleadísima Carrera a Londres, prefirió ponderar "lo atractivo que está el circuito y el buen año que han tenido tantos jugadores": "Hace mucho tiempo no había un final de temporada como este".

El otro partido de Murray
"Cada día, más de 900 personas descubren que tienen cáncer en el Reino Unido. Con números semejantes, no sorprende por qué dicen que el cáncer toca la vida de todos en algún punto. En los últimos años, he entendido cuán real es...".

Así comienza Andy Murray la carta pública en la que explica su participación en Stand Up to Cancer, un formato televisivo que combina entretenimiento con la concientización sobre la enfermedad, bajo la premisa de recaudar fondos durante la emisión del programa.

Murray vivió de cerca la lucha de su amigo Ross Hutchins, quien estuvo un año alejado del circuito para combatir la enfermedad de Hodgkin. Y también lo afectó el caso de Elena Baltacha, a quien conocía desde niño, y que falleció meses atrás producto de un cáncer de hígado.

Sensibilizado por los recuerdos, el escocés fue parte del programa a la distancia, junto con un interminable elenco de estrellas internacionales. ¿Cómo? A través de un sketch donde se parodiaba un casting en el que buscaban dar con los actores para llevar a cabo una película de su vida.

Así, por ejemplo, el viernes por la noche se pudo ver a Britney Spears haciendo el papel de Kim Sears, la novia de Murray. También intervinieron Cesc Fábregas, figura del Chelsea inglés, el actor Michael Sheen, el músico Ed Sheeran, el golfista Rory McIIroy (ex pareja de Caroline Wozniacki) y el chef Gordon Ramsay. Y tuvieron una participación especial los cantantes Taylor Swift y Pharrell Williams.

Con tantas caras reconocidas, Murray no lo dudó: "Fue asombroso que hayamos tenido todos estos nombres para algo que realmente vale la pena por su intención de ayudar. Fue muy divertido participar. Y fue fantástico poder estar involucrado con una causa fabulosa como esta".