MÉXICO -- Dos de las franquicias más ganadoras en la historia moderna de la NFL midieron sus fuerzas el 18 de enero de 1976 en el Orange Bowl de Miami, en el Super Bowl X.
En medio de una gran celebración por el bicentenario de la independencia de los Estados Unidos, Steelers y Cowboys se batieron en un duelo que quedó inmortalizado por la gran cantidad de futuros miembros del Salón de la Fama que se dieron cita (Chuck Noll, Terry Bradshaw, Lynn Swann, Mel Blount, Franco Harris, Joe Greene, Jack Ham, Jack Lambert, John Stallworth y Mike Webster por Pittsburgh y Tom Landry, Roger Staubach, Mel Renfro, Randy White, Rayfield Wright por Dallas).
El elegido: El receptor abierto Lynn Swann fue nombrado como el Jugador Más Valioso del Super Bowl , convirtiéndose en el primer jugador de su posición en recibir el galardón.
Swann anotó el touchdown en el último cuarto que a la postre dio el triunfo a los Steelers, en un encuentro que contó con dos defensivas que se combinaron para 52 intercepciones en la temporada regular.
Los argumentos: Swann tuvo cuatro recepciones para 161 yardas, incluyendo una de 64 yardas para touchdown con 3:31 por jugar en el último cuarto.
La presencia de Swann en el campo mantuvo en alerta todo el partido a la defensiva de los Cowboys, que envió una dura marcación contra el receptor que sólo vio siete pases en su dirección en todo el encuentro. La atención de Dallas sobre Swann abrió la puerta para que Franco Harris y Rocky Bleier establecieran un ataque terrestre que terminó con 149 yardas.
La controversia: Las cuatro recepciones de Swann podría considerarse una producción bastante pobre, no así cuando consideramos que Bradshaw sólo completó nueve pases para 209 yardas y dos touchdowns y que Swann promedió 40.25 yardas por recepción.
En un duelo con dos defensivas dominantes, hubo argumentos suficientes para que Pittsburgh viera un jugador de ese lado del balón recibir el reconocimiento. Glen Edwards, J.T. Thomas y Mike Wagner terminaron con una intercepción cada uno, mientras que Dwight White (dos capturas) y L.C. Greenwood (cuatro capturas) acosaron en todo momento al mariscal de campo Roger Staubach. Sin embargo era poco probable para White y Greenwood recibir el premio ya que las capturas se convirtieron en estadística oficial hasta 1982.
El resultado: Pittsburgh se llevó el triunfo 21-17 en un encuentro apretado que se decidió por la genialidad de Swann para atrapar balones que parecían imposibles. En especial una recepción en la que tuvo que arrastrarse por el suelo prácticamente para quedarse con el ovoide y otra en la que venció la doble marcación pegado a la banda derecha, saltando para superar a los defensivos y cayendo con ambos pies dentro del campo.