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Río de Janeiro: Delbonis y Mónaco perdieron en cuartos de final

RÍO DE JANEIRO -- La quinta jornada del ATP 500 de Río de Janeiro despidió a los dos argentinos que quedaban. Por la noche, Federico Delbonis (63°) perdió con el italiano Fabio Fognini (28º) por 6-4, 6-7 (10) y 7-6 (9) en un duelo dramático y, más temprano, Juan Mónaco (66°) no pudo con David Ferrer (9°) al caer por 6-3, 4-6 y 6-2. En el cierre, el uruguayo Pablo Cuevas (23°) perdió con Rafael Nadal (3°), defensor del título.

Delbonis, quien venía con problemas este año, quería revancha ante Fognini de la final que perdió en Hamburgo 2013. Pero, lejos de concretar ese desquite soñado, cayó luego de tres horas y 12 minutos de juego, después de levantar ocho puntos para partido, sin disponer de una chance y pese a estar a dos del éxito. Por eso su bronca del final, ese dolor potenciado.

El de Azul, que firmó sus primeras victorias del año en Río, buscaba su primera semi de un ATP desde mayo del año pasado, en Niza. Pero no pudo ser para él, pese a que, si bien estuvo muy irregular, jugó muy bien en muchos puntos importantes, tomando riesgos y acelerando con su zurda.

Fue un partido cambiante, el penúltimo de la jornada, y finalizó de madrugada. El argentino no empezó firme con su zurda, tuvo dudas, jugó corto por momentos y cedió el saque en el séptimo game. Así, el italiano consiguió la mínima ventaja para hacerse dueño del parcial, apoyado en su derecha más veloz y con apertura de ángulos.

El segundo set fue muy extraño. Delbonis quebró en el cuarto juego para ponerse 3-1. Y logró otro en el sexto: 5-1 y saque a favor. Todo dado, por entonces, sustentado en su gran nivel y en esas lagunas mentales de Fognini, para llevarse el capítulo y empatar el trámite. Todo lo contrario: perdió el servicio en el séptimo y el noveno games y equilibró 5-5 la balanza el europeo, con la colaboración del azuleño, que de repente se desconcentró, bajó muchísimo el ritmo y parecía que se le venía la noche, ya con luz artificial incluida en Río.

En el undécimo juego, Delbonis tuvo chances para ponerse 6-5, quedó break point abajo y al final lo mantuvo. Luego fueron a la muerte súbita y remontó tres puntos de partido, con su zurda pesada y profunda y ayudado por algunas dudas de Fognini. Se adelantó el europeo 6-5, 8-7 y 9-8, aunque el puño apretado fue para el sudamericano, que se llevó esa dramática definición por 12-10.

Ya en el set decisivo, Delbonis no aprovechó chance de quiebre en el game inicial, pero sí quebró en el tercero y se puso 2-1. Lejos de ser sólido, su cabeza le jugó otra mala pasada y cedió el propio saque. Luego fueron directo a otra muerte súbita, en la que el europeo se puso 6-4, siguió dando batalla el albiceleste y finalmente, en la novena oportunidad, selló la victoria Fognini, para el festejo del público brasileño, que se puso en contra del argentino.

En total, el ganador concretó cuatro de las 12 ocasiones de rotura y el perdedor, tres sobre 13. Fue un choque que siempre estuvo más cerca de Fognini, pero que falló más de la cuenta a la hora de los instantes definitorios. De hecho, por eso le costó cerrarlo. Igual, la garra le dio a Delbonis ese plus, cuando ambos ya estaban muy cansados. Fue para el italiano, que ahora se medirá en semifinales con Nadal (3º), máximo favorito y nueve veces campeón de Roland Garros, el verdugo de Cuevas.

En el primer turno del día, Mónaco dio pelea ante un irregular Ferrer. El argentino tuvo la fortaleza de reaccionar ante un 4-6 y 1-3, y mostrar un nivel interesante, pero terminó sucumbiendo ante el español, de gran primer y tercer set. Poco más de dos horas y cinco minutos de acción en la lucha de Pico, que no jugaba cuartos desde septiembre de 2014 y había llegado a Río con una marca de 0-4 en 2015.

En el partido de este viernes, Mónaco fue el primero que tropezó y lo pagó caro. Una serie de errores no forzados lo pusieron en jaque en el sexto game, en el mismo momento que Ferrer empezaba a dejar las fallas a un lado y pasaba a tener un juego prácticamente sin fisuras. El español no dudó, quebró y aseguró el set con su servicio, con el que ganó 20 de 24 puntos.

Con la desventaja, un error y un poco de mala suerte lo pusieron a correr desde atrás desde el inicio. Con el 30-30, Mónaco cometió una doble falta y vio cómo un impacto del español daba contra la faja y caía a centímetros de la red: 0-1. La historia parecía complicada, pero tuvo reacción. Primero se mantuvo cerca en el marcador y después aprovechó el primer desliz de su rival para quebrar y ponerse 3-3.

El partido cambió rotundamente. Mónaco sacó tajada de un pequeño bache de Ferrer, pasó a tener golpes más agresivos y se convirtió en el dominador del juego por completo. Y así volvió a tener una chance de quiebre para cerrar el set a su favor: 6-4.

El argentino extendió su control en el inicio del tercer set y llegó a tener una oportunidad, con la devolución, para ponerse 2-0. Pero dos derechas suyas se quedaron en la red, Ferrer pudo retener su servicio y, acto seguido, tuvo una inyección anímica para conseguir la primera rotura del parcial. Poco después, la segunda para quedar 4-1. Y ahí, el tiro de gracia con los tres puntos de quiebre que no pudo aprovechar Mónaco.

El sábado, Ferrer jugará en una semifinal con el austríaco Andreas Haider Maurer (74º), verdugo en tres sets del local Joao Souza (88º), invitado y rival de Argentina en la Copa Davis del mes próximo, en Buenos Aires. Es la primera semi de ATP para el europeo, desde que hizo final en Viena en 2010.