BUENOS AIRES -- El ídolo argentino, Diego Armando Maradona habló sobre las detenciones que tuvieron algunos dirigentes de la FIFA este miércoles en Suiza por parte de las autoridades de Estados Unidos para investigar los casos de corrupción que se vivieron en los últimos años. Maradona recordó que él siempre acusó tanto al presidente del organismo Joseph Blatter como a sus allegados de corruptos y ante este hecho señaló que la gente y directivos “me trataron como loco”.
“Basta de hacer una cena show para #Blatter. Basta de mentirle a la gente. Estoy disfrutando de algo que dije hace mucho tiempo. Me han tratado de loco y hoy el FBI dijo la verdad”, expresó el astro en entrevista para el medio argentino En la red.
El ‘Pelusa’ aseguró que tras estos hechos, en donde se acusa a algunos directivos de lavado de dinero y sobornos, Blatter no debe seguir en su cargo. “"Hoy no hay futbol. No hay transparencia. Basta de mentirle a la gente y de hacer una cena show para reelegirlo a Blatter". “La plata que gastan en eso la debería utilizar para hacerles una cancha a los chicos en África. La FIFA tiene reservas de 1.5 billones cuando hay jugadores que ganan 150 dólares. A los mentirosos les cayeron de sorpresa”, declaró el ex jugador.
Maradona reviró sus acusaciones hacia el fallecido Julio Grondona, quien fue por casi 40 años el presidente de la AFA y ocupó el cargo de vicepresidente de la FIFA. “Yo lo que le pedía es que no sigan choreando”.
Y volvió a señalar a la FIFA de querer convencerlo con dinero para unirse al organismo. “Me quisieron venir a convencer a mí los de la FIFA. Yo el dinero me lo gano trabajando. Estos tipos no tuvieron el respeto a la pelota y poder manejarla dignamente. Nosotros queremos que nos dirija gente del fútbol”.
Pese a los actos de corrupción, Diego lamentó que las elecciones se puedan realizar y señaló que Blatter podría seguir al frente de su puesto, pues “le tienen miedo a Blatter y sigue repartiendo dinero. Hay que ver si gana después de esto. Los americanos hicieron un trabajo impecable. A los que estaban comprometidos Blatter los hacía renunciar”.