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Historias mínimas

Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

MARCHA ATRÁS
Lleyton Hewitt fue sin dudas el hombre de la serie en Darwin, el héroe de Australia en la épica remontada para volver a semifinales de Copa Davis después de nueve años. El ex-N°1 del mundo mantuvo con vida a los suyos en el dobles, cuando la serie estaba 0-2. Y puso el pecho en el quinto punto, para concretar la remontada.

Sin embargo, apenas horas después de la increíble definición ante Kazajistán, la asociación entre la figura de Hewitt y la Davis pasó a enrarecerse. El foco ya no estaba en la serie de cuartos, sino en su futuro como capitán, proyección que era un hecho tras lo anunciado a comienzos de año en Melbourne. Pero que ahora entra en suspenso.

Con Patrick Rafter reacomodado en un rol dirigencial, este año el mando del equipo quedó a cargo de Wally Masur, inicialmente como "interinato" a la espera de Hewitt, ya con fecha de retiro para el Abierto de Australia de 2016. No obstante, Tennis Australia dio marcha atrás con el plan original y decidió encarar una convocatoria "pública" para elegir al eventual sucesor.

"Lleyton es un candidato fantástico. Su pasión por la Davis está fuera de discusión. Pero siento que debe haber un proceso detrás de la elección. Queremos que todo sea abierto y transparente", expresó el presidente de la Federación, Steve Healy, en declaraciones que reproduce el periódico The Age. "Hoy ser capitán es mucho más que comandar una serie. Queremos saber cuál es su visión", agregó respecto del ex-N°1.

Detrás del ida y vuelta de Tennis Australia emergen también las críticas de Pat Cash, uno de los primeros en mostrar disconformismo con la designación inicial de Hewitt y naturalmente candidato a "aplicar" en este nuevo proceso. "Una vez más parece que no va a haber transparencia en la selección. Cero debates, solo un secreto apretón de manos", había disparado en su momento. En Roland Garros, Cash y Healy cruzaron sus razonamientos y aclararon los tantos. El resultado: el juego, otra vez, está abierto.

OTRO CAPÍTULO EN LA CARRERA DE PAIRE
El francés, de nuevo en su máxima expresión. Luego de una época de mayor tranquilidad y de regreso al Top 100, volvió a ser ese que supo explotar en Wimbledon más de una vez.

Cuadro de situación: Paire domina con tranquilidad a Filippo Volandri en la primera ronda del Challenger de San Benedetto, por 6-2 y 2-0, pero hace un click: juego desganado por completo, recuperación del italiano y advertencia de la jueza en el 2-4 por "falta de esfuerzo". Ahí, para peor. Quejas al aire, mayor desgano y cesión del set.

La barranca hacia abajo continuó en el tercero, aunque por momentos intentó estar más activo de piernas. El fastidio ya estaba instalado en su cabeza, ejecutando drops insólitos y tirando winners desde cualquier lugar de la cancha. Su punto final, en el 0-2 y 15-40. Retiro por lesión, adujo.

La recuperación física de Paire parece ser rápida. Esta semana se encuentra en el cuadro del ATP de Bastad, donde ya ganó su primer compromiso y avanzó a segunda ronda.

RESBALÓN FRANCÉS
"Llevo 10 años jugando en pasto y esta es la cancha más resbaladiza en la que me ha tocado competir. No sé qué le hicieron". Así ilustro Gilles Simon el escenario de su despedida -y con ello, el adiós de Francia- de la Copa Davis 2015.

Simon cedió en cuatro sets ante Murray, perdiendo repetidamente el equilibro y sufriendo lesiones en la rodilla y en el tobillo. "El primer dolor fue tolerable, después de unos games desapareció. La molestia en el tobillo todavía la siento", explicó el galo tras el encuentro. "Me dijo que no sabía si podría terminar el partido en cancha", completaría el capitán Arnaud Clement. ¿Cómo fluyó el último set? 6-0 para el escocés.

"Desde el peloteo previo noté que la cancha estaba mal. Traté de no prestarle demasiada importancia, porque no es algo que suela complicarme en pasto. Pero aquí terminé dándole una atención exclusiva en cada golpe. Aun así me caí como cinco veces", insistió Simon en su descarga.

Aunque aclaró: "Andy también tuvo que luchar para mentenerse en pie en varias pelotas, y en definitiva lo hizo mejor que yo. Evidentemente este no era mi partido".

Clement también cerró con la misma reflexión: "Lo que pasó con la cancha este fin de semana lo vimos todos. Pero las condiciones eran las mismas para ambos equipos".

YO VI A MICHAEL CHANG
La serie de Copa Davis entre Argentina y Serbia venía sumando temperatura. Quejas de un lado, respuestas contrarias del otro. Y para colmo, el marcador no ayudaba al enfado visitante. Cómodo inicio de Leonardo Mayer, reacción histórica de Federico Delbonis tras un 0-2 en sets ante Viktor Troicki y momentánea paliza del dobles. Nenad Zimonjic no se pudo contener y le puso una leña al fuego: saque de abajo con el marcador 2-6, 4-6, 1-5 y 15-15.

"Una vez lo vi a Michael Chang hacerlo", respondió, irónico, el doblista serbio en conferencia al ser consultado sobre qué lo motivo a llevar a cabo esa ejecución. "Técnicamente hice lo correcto. Mayer estaba muy atrás y lo aproveché. De hecho, ganamos el punto. No lo hice para descolocar a nadie", agregó el exnúmero uno del mundo.

Del lado argentino, por su parte, tomaron la situación con distintas caras. Carlos Berlocq, relajado por el éxito por 3-0 en la serie, recordó que él también una vez apeló al "saque de abajo" en un Challenger en México, en la altura, para salir de una seguidilla de dobles faltas por no sentir el golpe. Mientras que Daniel Orsanic, capitán argentino, no lo tomó a la ligera: "Es un mal perdedor. Estuvo a dos puntos de quedar como un caballero".

DESPUÉS DE LA BATALLA
Tres días, tres partidos, tres victorias. Un total de nueve horas en cancha. Y un inconmensurable desgaste físico y mental. Andy Murray, el hombre detrás del contexto. Y una conclusión a tono en su fin de semana de Copa Davis: "No me importa cómo jugué. La verdad ni me acuerdo demasiado del último partido. Solo me importaba sacarlo adelante".

"Contra Simon estaba tan cansado que no quería ni festejar los puntos -graficó Murray en conferencia-. Una de las grandes cosas que tiene la Davis es la interacción con el público, el rol activo que asume en distintos momentos de la serie. Pero sobre el final solo quería enfocarme en el partido, porque darle importancia a cualquier otra cosa lo único que hacía era sacarme la poca energía que me quedaba".

"Es un luchador increíble. Nunca se rinde", lo elogió el capitán Leon Smith. Y subrayó: "Esto solo es posible por todo el trabajo que hace. El tiempo y el detalle que le dedica a entrenarse. Su cuerpo y su corazón están condicionados para darlo todo siempre".

Cuando bajaron las revoluciones, Murray volcó sus emociones en una columna para la BBC, con una aclaración desde el vamos: "Los equipos de un solo jugador no ganan la Copa Davis". "Federer es uno de los mejores exponentes que ha tenido la historia de este deporte y recién el año pasado pudo lograr el título. Y necesitó de Wawrinka para hacerlo. Nuestro crecimiento en el torneo indudablemente fue muy rápido, pero detrás de estos años de éxito hay un proceso muy largo, donde todos pusieron el cuerpo".

En septiembre, volverá la autoexigencia para intentar llevar a Gran Bretaña a otro escenario histórico, pero antes, un corte de raíz: "Me iré a descansar unos días a la playa. No planeo hacer nada, realmente. Solo descansar y recargar energías para lo que viene. Han sido unos siete meses muy largos y no creo que en ningún otro año haya jugado tanto a esta altura de la temporada. En distintos momentos mi cuerpo no se sintió de la mejor manera y me las supe arreglar para seguir. Pero no creo que jugar 30 partidos en 80 días sea un buen plan a largo plazo".