LONDRES -- Óscar Valdez ya superó el lugar de Beijing 2008. Aquella vez perdió en la primera ronda. Pero ahora sus guantes han ganado experiencia. Venció al indio Shiva Thapa, un boxeador de 18 años que nunca fue un blanco fijo y que, en los dos primeros rounds negoció una pelea muy pareja.
Pero al final Óscar fue más. Subió al ring olímpico con la sonrisa del hombre que ha esperado cuatro años este momento. Se persignó y cuando escuchó la campana del primer round comenzó a soltar combinaciones de jabs y rectos que encontraron cuatro veces a Thapa. Su ataque fue poco variado en esa primera etapa, pero terminó con una victoria parcial de 4-2.
Cuando el referee Siarhei Asanov llamó al segundo round, el indio caminó con ánimos renovados. Los cambios de golpe fueron menos favorecedores para Valdez, porque Thapa intentó pegar abajo y arriba y se mantuvo como un rival difícil de alcanzar. Ese round terminó 3-4 a favor de Thapa. La pelea estaba 7-6.
Para el último round Óscar Valdez tuvo algunos ajustes en su esquina. El entrenador Francisco Bonilla le recomendó intentar pegar al cuerpo de su rival. Así lo hizo y eso lo convirtió en un peleador menos previsible y pudo conectar mejores combinaciones. Incluso después de un golpe provocó el resbalón de Thapa, que ya nunca pudo recuperar la tranquilidad. Lo que había sido una pelea nivelada se convirtió de un solo lado. El round terminó 7-3 a favor de Valdez. La sumatoria final también le favoreció 14-9.
Ahora Óscar enfrentará al tajikistano Anvar Yunusov, quien tiene 25 años y quedó en el tercer lugar en el último mundial. Pero por lo pronto, el sueño se mantiene intacto.