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Mónaco no pudo con Anderson

MADRID -- El argentino Juan Mónaco,
N°19 del ranking mundial, cayó por 7-6 (5), 3-6 y 6-4 con el sudafricano Kevin Anderson y cerró en segunda ronda su participación en el Masters 1000 de Madrid, que se juega sobre polvo de ladrillo, reparte cuatro millones de euros en premios y donde este miércoles, entre otros, ganaron Rafael Nadal, David Ferrer, Jo-Wilfried Tsonga, Tommy Haas y Tomas Berdych, que llegó a su victoria N°400.

Mónaco venía de un muy buen debut ante el serbio Janko Tipsarevic, siguiendo una levantada que arrastraba un single clave en Copa Davis ante Francia, semifinales en el ATP 250 de Houston, octavos en Monte Carlo (donde le robó un set a Novak Djokovic) y cuartos en Barcelona. Atrás quedaba ese extraño 0-5 de arranque en partidos del circuito que recién pudo cortar en abril.

Y esta vez el tandilense tuvo sus chances para darle otro espaldarazo a esa recuperación en juego y resultados, pero Anderson, de gran momento, apareció en los momentos importantes y lo privó de seguir avanzando en un torneo donde podía hacer diferencias en su ranking, ya que en 2012 no lo había jugado.

En el primer set, ambos repartieron breaks en los games de inicio y luego mantuvieron la igualdad hasta el desempate, donde la potencia del sudafricano hizo la diferencia. En el segundo parcial, se hizo evidente la irregularidad de Anderson, que lograba abrir a su rival y hacer mucho daño yendo a la red, pero que también erraba más de la cuenta.

En efecto, solo una chance de quiebre necesitó Mónaco para solventar la diferencia en ese capítulo, que seguía mostrando problemas en el segundo saque de Anderson (entre los últimos dos sets ganaría solo cuatro de los 14 puntos disputados con ese golpe). El resto fue obra de los 18 errores no forzados del africano. 11 más que el argentino.

Con el juego en tablas, la última manga se convirtió en un partido aparte, con intermitentes reiteraciones de lo visto en los sets anteriores. Así hubo quiebres repartidos, diferencias notorias entre el primer y el segundo saque de Anderson, pero también la certidumbre de que la suerte del partido pasaba por las manos del sudafricano: en sus aciertos o en sus errores se definiría la cuestión.

Las equivocaciones le dieron la ventaja a Mónaco, que estuvo arriba 4-3 y con el saque. Los tiros ganadores le devolvieron la igualdad y posibilitaron tres games en fila para cerrar el partido en dos horas y 25 minutos. 38 winners y 50 errores no forzados totalizó el ganador (contra 19 y 22 del argentino). Dos caras de una moneda que, esta vez, dejó saldo favorable.

Ahora, Anderson espera por Berdych, que dejó en el camino a Robredo. Para Mónaco, será tiempo de descanso y a pensar en Roma (defiende octavos), nueva escala en la curva ascendente que le ofreció el arranque de la temporada de polvo de ladrillo previa a Roland Garros.