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Historias mínimas

BUENOS AIRES -- Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

El tenis español, desilusionado y polémico
Luego de la elección de la sede de los Juegos Olímpicos 2020, muchas fueron las repercusiones de los tenistas españoles al conocer que Tokio fue la elegida, mientras que Madrid quedó eliminada en la primera instancia de la fase final. Se mezclaron tristeza e indignación. Entre ellos, claro, Rafael Nadal, que no ocultó su desconsuelo ni bien venció a Richard Gasquet en semifinales del Abierto de los Estados Unidos: "Fue una sorpresa para mí, sobre todo el ser descalificado rápido. Después de tres intentos trabajando mucho, no sé si es justo que salgamos en la primera ronda", comentó el campeón olímpico en Beijing 2008.

"Es difícil. Es agotador para todos nosotros, porque todo el país, toda la ciudad de Madrid ha trabajado mucho para tener esa oportunidad, y por muchas veces ya", dijo quien había sido elegido para ser abanderado español en Londres 2012 pero se ausentó por sus problemas de rodillas. "Por eso creemos que nos lo merecemos, pero hay sólo dos opciones ahora: seguir intentando o decimos, 'Ok, nos tomamos un descanso por un tiempo, y vamos a intentarlo de nuevo en unos pocos años".

Feliciano López, que estuvo atento a la elección desde bien temprano, fue más contundente: "Vergonzosa decisión del COI que demuestra una vez más que ese organismo no juega limpio y que priman todos los intereses menos el deportivo. Quiero creer que la corrupción, la situación económica y la Operación Puerto han sido claves para que estemos fuera de la final. Por lo demás, no se entiende". Olímpico en 2004 y 2012, tampoco dejó de opinar de las otras candidatas: "¿Y los 30 casos de doping de atletas turcos? Eso no cuenta. ¿Y la crisis nuclear de Fukushima? Todos los candidatos tienen sus problemas". Y fue mucho más allá: "Me parece curioso que lo único que ha contribuido a limpiar nuestra imagen en el mundo sea nuestro deporte y que eso no sirva para nada".

Nicolás Almagro nunca tuvo tapujos para dar sus opiniones extratenísticas y esta vez no hubo excepción: "Basta de desfachatez. Nos han vendido que teníamos los Juegos desde hace un mes, que si 50 votos ya están, que si fue, que si vino, basta ya de corrupción, que nos vean fuera. ¡Y basta ya de hipocresia!", continuó, "Vamos a superar este mazazo de la mejor manera que sabemos, trabajando por tener una España mejor, debemos ser nosotros los que llevemos las riendas, no dejar que nos lleven donde otros ineptos quieran". Contundente y clarito mensaje del murciano, tras el dolor de no ser.

Los 13 de la buena suerte
Dos años después, Rafael Nadal y Richard Gasquet volvieron a verse las caras oficialmente en una cancha de tenis. Fue, una vez más, triunfo en sets corridos para el español, que domina el historial por un arrollador 11-0. Pero, en la previa, hubo tiempo para que el francés reviviera momentos más felices de su duelo con el mallorquín. Más precisamente de su época en juveniles, donde si bien nunca se enfrentaron por el circuito mundial para menores de 18, sí lo hicieron en otras categorías.

Fue el caso de Tarbes 1999, uno de los torneos más importantes para jugadores de hasta 14 años. Allí, los pequeños Nadal y Gasquet (ambos tenían 13) batallaron por tres sets y la victoria acabó en manos del francés -luego campeón-, resultado que hasta ahora no ha podido repetir en el profesionalismo. "Vi el video en YouTube algunas veces. Ver que le gano es increíble", marcó entre risas el galo.

Y repasando aquel partido ante Rafa, resaltó: "Ya entonces era un jugador muy duro, peleaba cada punto, corría un montón. Recuerdo que tras ganar un set le dije a mi padre: 'Es un gran luchador'. Y no me equivoqué". ¿Podrá alguna vez repetir lo hecho a los 13? "La vida es larga, recién tenemos 27", cerró.

Stepanek, a la moda en Nueva York
Igual que en 2012, Nueva York y Radek Stepanek congeniaron de manera especial. Y va más allá del resultado deportivo, que ahora le deparó el título en dobles con un camino que incluyó el triunfo sobre los hermanos Bryan tras 22 éxitos seguidos en Grand Slams. Al margen de todo eso, el checo ya había dejado claro su acercamiento con La Gran Manzana. ¿Cómo? Desde su ropa. Lejos de la solemne vestimenta que monopoliza el circuito, con prendas similares y de diseño casi genérico, Stepanek sorprendió el año pasado, luciendo en su camiseta una imagen de la Estatua de la Libertad. Ahora, redobló la apuesta con una remera en la que se formaba una postal de Nueva York, con su clásica arquitectura vista desde arriba (ver foto en detalle).

"En comparación con los demás, tengo el privilegio de hacer lo que quiera con mi ropa. Elos [por Alea, la empresa checa que lo provee] me dan la libertad de usar lo que tenga ganas. El resto de los jugadores recibe sus bolsas y tiene que usar lo que haya adentro. Yo tengo la chance de ser creativo, de mostrar mis emociones con lo que visto. Y jugar en Nueva York siempre es especial. El año pasado con la remera de la Estatua de la Libertad el apoyo fue tremendo. Se sintió bien y el modelo fue muy reclamado. Así que pensé qué podíamos hacer este año, me acercaron algunas ideas y este es el resultado", explicó Stepanek en un descontracturado diálogo con la prensa.

Su compañero de dobles, el indio Leander Paes, acotó: "Nueva York es una gran ciudad, un crisol de culturas. Viví cuatro años aquí y es un lugar que amo. Así que la remera de Radek es nuestro tributo a todo eso".

La confesión de Vika
Victoria Azarenka hizo una pausa y sonrió. Sabía dónde se estaba metiendo, pero lejos estuvo de esquivarle al momento. "No sé quién va a ganar [la final masculina], pero sí sé quién quiero que gane. Rafa me ha convencido para apoyarlo", señalaba, entre ironía y risas, en la conferencia de prensa tras caer ante Serena Williams en la definición del US Open.

Obviamente, no tardó en llegar la consulta desde los periodistas del porqué de esa posición tomada por convencimiento. Y Vika no dudó: bromeó una vez más y sorprendió. "Lo vi entrenándose sin remera", remarcó. Acto seguido, más risas y hasta algunos aplausos. Pero Azarenka no se quedó en eso y redobló la apuesta un día después, poco antes de la final entre Nadal y Djokovic. "En una batalla entre dos grandes jugadores la decisión siempre es difícil, pero esta foto hace todo más fácil", citó la bielorrusa en su cuenta de Twitter.

La frase, claro, estaba acompañada de una imagen. Sí, la mismísima placa que reflejaba lo que Vika había dicho en conferencia. Se la veía a Azarenka hablando con Nadal, quien, sentado, estaba sin remera. ¿Qué dirá el rapero Redfoo, el novio de la blonda? ¿Habrá apostado por Novak Djokovic?

Djokovic, embajador del deporte
Algunos días antes del arranque del US Open, Novak Djokovic asistió a la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, donde habló en el marco de la declaración del "Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz", que desde el año próximo se celebrará todos los 6 de abril. Allí abogó por el rol social del deporte y proclamó, frente a representantes de todo el mundo: "Confío en que lo que inspira este día motive a cada uno de nosotros a invertir, del modo que sea, esfuerzos adicionales para cultivar los valores intrínsecos del deporte, como el juego limpio, el trabajo en equipo y el respeto hacia el oponente".

Ya en Flushing Meadows, e instalado sin problemas en la segunda semana del torneo, tuvo tiempo para revivir aquella jornada y el "honor" que significó tener la palabra en ese contexto: "El solo hecho de haber hablado en nombre de los deportistas en un día histórico es un privlegio. Histórico porque fue en las Naciones Unidas y por todo lo que ello representa. Es una sensación muy especial. Te sientes parte de algo que es realmente grande". Y fue gráfico: "Me puso la piel de gallina".

Además, en charla con los periodistas el N°1 volvió a recalcar la incidencia que tiene (o debería tener) el deporte en la sociedad: "El deporte une a la gente. Siempre envía un buen mensaje. Es una de esas cosas en la vida donde se le permite a los niños crecer, sociailzarse, desarrollar sus habilidades, su potencial y sirve para enseñarle a los chicos las direcciones correctas para una vida sana y saludable".

Serena y la compasión
Carla Suárez Navarro venía jugando muy bien en el US Open y se dio el gusto de llegar a los cuartos de final, lo máximo para ella en Nueva York. Obviamente, soñaba con su primera semi de Grand Slam, pero sabía que enfrente estaba la local Serena Williams, Nº1 del mundo, quien en los dos triunfos previos sobre la española le había ganado un set por 6-0. Y vaya si la historia se agravó para la canaria, que no tuvo peor "regalo" en su 25º cumpleaños que un lapidario 6-0 y 6-0, en plena cancha central.

"Cuando juegas con Serena, sabes que estas cosas pueden pasar. Está a otro nivel. Por algo es lo que es en el circuito. He visto partidos de ella con jugadoras Top 5 y Top 10 y también le sacan solo uno o dos juegos", reconoció Suárez Navarro, luego del veradero trámite, que duró apenas 52 minutos, menos que muchos sets en Flushing Meadows. La N°1 ya había logrado un doble 6-0 en el US Open de 2012, aquella vez en octavos, ante la checa Andrea Hlavackova. "En partidos así, ¿no sientes compasión en algún momento?", le preguntaron a la menor de las Williams. "La verdad es que no llegas a pensarlo. Solo te mentalizas en ganar los puntos y los games. Eso es todo".

Amigas y rivales
Un año después, otra italiana se instaló en las semifinales de singles del US Open. No fue Sara Errani, como en 2012, sino Flavia Pennetta, justamente su venecdora en la segunda ronda. Y para ésta última, fue un premio a su vuelta tras la operación y el impasse de seis meses: llegó por primera vez a semi en un Grand Slam. Pero claro, su mayor alegría la concretó justamente contra una amiga y también compatriota, Roberta Vinci (compañera de dobles de Errani, con quien lidera el ranking de esa especialidad).

"Fue muy difícil jugar contra Roberta. Nunca es fácil hacerlo contra una de tus mejores amigas, por supuesto. Pero así es la vida. Jugué mi mejor tenis y todo funcionó muy bien", explicó Flavia, ex Nº1 del mundo en dobles, incrédula por dar semejante paso en Nueva York. "Éramos jóvenes cuando nos conocimos por primera vez. Al principio no éramos amigas, pero nos acercamos porque pasamos mucho tiempo juntas en la Federación Italiana. Y hemos seguido cerca desde entonces", contó.

"Ella tiene tanto talento. No se puede ver a otra jugadora como ella en el tour. Ella es Roberta, y es única. Hace cosas diferentes, tantos golpes; la mayoría juega muy duro sólo de una manera. Ella juega en la red, tiene un revés increíble, y por eso es completamente diferente. Y, personalmente, es una chica muy positiva. Siempre trata de encontrar la luz cuando se está viendo todo muy oscuro. Es una muy buena persona", remarcó. A su vez, Vinci dio su impresión: "Fue un día especial para nosotras, una gran oportunidad de llegar a semifinales. Esta vez ganó Flavia. Estoy un poco triste, pero también feliz". Claro, al menos había perdido con su amiga...