MOSCÚ -- Por sexta vez en los últimos 10 años (período en que llegaron sus únicos cuatro títulos), Rusia está en la final de la Fed Cup. De la mano de jugadoras que pasaron por el N°1 y se alzaron con títulos de Grand Slam, se posicionó como potencia mundial dentro del tenis femenino. Pero, en las puertas de una nueva definición, lo que debería ser entusiasmo y expectativa, mutó en las últimas semanas por preocupación e incertidumbre.
Porque Rusia tiene siete jugadoras dentro del Top 100 (seis Top 30, cifra brutal), de las cuales tres también son Top 10 en dobles. Pero una masiva serie de bajas, con muy distintas razones de fondo, dejó sensiblemente diezmado al equipo capitaneado por Shamil Tarpischev, provocando una insólita búsqueda casi pública para formar el equipo, a solo dos semanas de la final con Italia.
Repasemos. En las dos rondas previas, Rusia repitió a Maria Kirilenko (16ª), Ekaterina Makarova (24ª) y Elena Vesnina (25ª), reincorporando en semifinales a Anastasia Pavlyuchenkova (30ª), como reemplazo de Margarita Gasparyan (326ª), cuarta jugadora en primera rueda. Pero en Cagliari, de las cuatro regulares convocadas la única que estaría disponible sería Kirilenko, aunque incluso su presencia está todo menos confirmada.
Vesnina eligió probar suerte en el Torneo de Campeonas de Sofia, el evento espejo al de Estambul para las jugadoras mejor rankeadas con al menos un título de WTA International en la temporada pero que no se hayan clasificado al Masters. Como el certamen se estira hasta el fin de semana de la final, combinar ambas competencias se tornaba imposible.
"Toda mi vida jugué la Fed. Este año tengo la oportunidad de ir a este prestigioso torneo y terminar Top 20 por primera vez. Realmente quiero jugarlo. Y tampoco es que soy la N°1 en el equipo. Hay muchas chicas que nunca ganaron la Fed, yo ya lo hice dos veces", explicó en conferencia durante el WTA de Moscú. Kirilenko también sacó boleto a Sofia, pero aún no decidió qué rumbo tomará, acaso a la expectativa del camino que sigan sus compañeras.
Descartada Vesnina y con Kirilenko en duda, habrá que ver qué pasa con Pavlyuchenkova, atravesada por una situación similar, aunque todavía sin plaza segura en el torneo búlgaro: "Siempre disfruto jugando para mí país, pero si me clasifico para Sofia, me gustaría ir". La rusa disputa mano a mano el último boleto con la checa Lucie Safarova (28ª), aunque existe la chance de que vayan las dos: eso depende de que efectivamente libere su lugar la propia Kirilenko o que lo haga la italiana Roberta Vinci, que se bajaría para estar disponible... en la final de la Fed. Curioso y circular escenario.
El caso restante es más simple: Makarova se lesionó la muñeca derecha y es una incógnita cómo llegará al primer fin de semana de noviembre. También por cuestiones físicas pasó de largo la opción de sumar a la N°3 del mundo, Maria Sharapova, con problemas en el hombro derecho.
La balanza, entonces, se inclinó hacia Svetlana Kuznetsova (23ª), la otra integrante del envidiado lote de seis Top 30 con que cuenta Rusia. Y aquí se despliega otra historia particular: "Después de las semifinales, hablé con integrantes del cuerpo técnico y me dieron a entender que no cambiarían el equipo. Así que mis servicios no fueron requeridos. A partir de ello, hice algunos planes importantes para mi calendario. Y ahora de pronto me piden que juegue", protestó la campeona de Roland Garros 2009. Y añadió: "Si lo hago, varios factores de mi vida personal se verán afectados".
Ante la insistencia de la prensa local, Kuznetsova dejó una pequeña puerta abierta. Pero al mismo tiempo se encargó de dejar claro que "por ahora, es un no".
¿Entonces? ¿Quién dará la cara por Rusia? Una alternativa es Nadia Petrova (59ª), aunque la ex N°3 del mundo tuvo un año para el olvido, cayendo más de 40 puestos en el ranking, y no juega singles desde el US Open, por un dolor en el muslo. Recién esta semana volvió en Luxemburgo, en dobles, disciplina en la que es la N°3 del mundo, por detrás, justamente, de las italianas Errani y Vinci.
Y ya después las opciones van más allá del Top 100: Vera Dushevina (121ª), campeona en 2005, Olga Puchkova (125ª), que haría su debut, o Daria Gavrilova (128ª), de 19 años y ex N°1 Junior. Incluso la ex Top 20 Alisa Kleybanova (254ª), que esta semana en Moscú volvió a cuartos de un WTA después de dos años y medio, continuando su regreso al circuito tras una larga lucha contra el cáncer.
"No escuché nada. Si pasa, veremos. Por ahora prefiero focalizarme solo en este torneo", apuntó al respecto Kleybanova, que hace solo seis meses estaba jugando un ITF de 10 mil dólares en Estados Unidos y hoy aparece en carpeta para definir la Fed Cup. Otra postal más de una historia imprevista y con destinto todavía incierto. Como para desmitificar que el terreno de lo increíble y las polémicas cruzadas son solo privilegio de la Copa Davis...